Chris Froome es ya historia del Tour de Francia. Con su cuarta ronda gala ya confirmada, el británico escribe ya su nombre entre los más grandes de todos los tiempos. Está tan solo a uno del cuarteto con más Tour en la historia, cinco (Anquetil, Hinault, Merckx e Induraín), y se coloca como el único tetracampeón de la carrera ciclista anual más importante.
Froome conquista este Tour sin lograr ganar ninguna etapa. Desde Greg LeMond en 1990, último estadounidense en ganar esta carrera tras la posterior descalificación de Lance Armstrong, ningún campeón había acabado la edición en la que ganaba sin lograr ninguna victoria de etapa.
Tras tres semanas de competición, Froome es campeón del Tour en el que más problemas y sustos tuvo, pero también en el que menos le 'tosieron'. El británico se libró de varias caídas y algún que otro pinchazo, pero resistió a los pocos ataques que le hicieron, así como tampoco necesitó de muchos de ellos para ganar su tercer Tour consecutivo, que tuvo estos 10 momentos como claves para entender la victoria final.
Primer golpe en una peligrosa contrarreloj
El primer día de carrera ya dejó claro que este Tour no iba a ser fácil y, también, que Froome regatearía a todos los problemas que le llegaran. En una difícil crono por las calles de Düsseldorf (Alemania), con la lluvia como protagonista, Alejandro Valverde dijo adiós a la ronda gala nada más comenzarla. Una durísima caída al coger una curva del trazado acabó con las esperanzas del murciano.
Froome, que no se encogió, marcó el sexto mejor tiempo aquel día y ya puso las primeras distancias: 39 segundos a Bardet, 40" a Aru, 51" a Urán y 56" a Landa, sus posteriores rivales por la victoria final.
Una caída sin consecuencias
También bajo la lluvia, Froome, al igual que Bardet, se fue al suelo mientras rodaba con el pelotón en la segunda etapa. Faltaban solo 30 kilómetros para el final pero la caída no tuvo consecuencias físicas ni en la general. Gracias a la ayuda de dos compañeros de equipo, acabó recuperando el tiempo que había perdido y entró con todos los favoritos en la meta de Lieja.
Primera vez con el amarillo
En la primera jornada de montaña del Tour, Aru venció en la Planche des Belles Filles, pero Froome, que llegó a 20 segundos del italiano, se enfundó por primera vez el maillot amarillo. Lo perdería después en beneficio del italiano, para recuperarlo más tarde y ya llegar este domingo ante París, donde certificó su cuarta ronda gala.
Sin Porte y 'guerra' con Aru
La etapa del domingo 9 de julio fue una de las jornadas clave de este Tour. Aquel día, en el descenso del Mont du Chat, Richie Porte, uno de los grandes rivales de Froome, sufrió una tremenda caída que le hizo retirarse de la carrera. El australiano se salió de la carretera, pisó la tierra, perdió el control de su bicicleta y acabó en el suelo poco después. Además, chocó con el muro y fue arrollado involuntariamente por Dan Martin.
Ya sin Porte, y con al confirmación aquel día de que Contador y Nairo Quintana no iban a luchar por la victoria final este año, solo quedó Fabio Aru como rival de Froome. Los dos se enzarzaron en la subida. Primero, al atacar el italiano cuando el británico pedía asistencia por una avería en su bicicleta. Las cámaras grabaron cómo, claramente, Froome pedía ayuda y al verlo, Aru atacaba. Después, la venganza del ya campeón. El del equipo Sky empujó a Aru, que no se cayó por la muralla humana que había, en otro tramo de la subida.
Aru, nuevo líder
18 segundos era la diferencia que había dejado la novena etapa con final en Chambéry en favor de Froome, insuficientes para que el británico mantuviera el amarillo en la primera etapa pirenaica. En un emocionante final en Peyragudes, Froome cedió en los últimos metros y perdió 20 segundos respecto a Aru, nuevo líder.
Ese día explotó el equipo Sky, que regañó a Mikel Landa después de que el vasco no hubiera esperado en esos últimos metros a Froome, su jefe de filas. El ciclista español había tirado, dejando solo al británico. Fue cuando se vio a un Landa en estado de gracia, capaz de haber luchado por la victoria final si no fuera parte del equipo de Froome, que empezaba a flojear y no dejaba tan buenas sensaciones como en otras ediciones.
Landa pone el Tour patas arriba
Una larga escapada junto a Contador en la segunda etapa por Los Pirineos puso a Mikel Landa en el foco de la ronda gala. Tras la bronca de su equipo del día anterior, el vasco se revolvió e hizo por momentos peligrar el liderato de Aru (seguía siendo maillot amarillo) y el de Froome.
Landa quitó algo más de minuto y medio a su jefe de filas, que atacó a Aru en dos ocasiones en el tramo final del Mur de Péguère, ambas sin éxito.
Froome recupera el liderato, que ya no soltará
En lo que se preveía como una jornada de transición tras las dos emocionantes etapas pirenaicas, Chris Froome recuperó el maillot amarillo en Rodez tras un final trepidante en el que Aru se quedó colgado en los últimos metros, perdiendo 24" en línea de meta y pasando el británico a dominar el Tour por 19 segundos, una distancia que nunca más fue tan corta.
Hundimiento de Aru
Tras sufrir un pinchazo sin consecuencias en la 15ª etapa, refrendando la idea de que a Froome le pasaba de todo en este Tour pero siempre salía indemne, llegaron Los Alpes y ahí tampoco hubo dudas de que esta edición era del británico. Fabio Aru perdió todas sus opciones tras dejarse 31 segundos en una etapa en la que se subió la Cruz del Hierro, el Telegraphe y el Galibier, mientras que Bardet y Urán aguantaron a Froome y ambos ascendieron a puestos de podio y los dos a menos de medio minuto del líder.
Tour sentenciado
Era la última opción que tenían los Bardet, Urán, Landa o Aru para soñar y creer que la victoria en el Tour era posible. Era eso, un simple sueño. La segunda jornada en Los Alpes, con final en alto (Izoard), acabó confirmando la cuarta victoria de Froome, ya que apenas hubo ataques en la subida al puerto.
Sólo le quitó tiempo Bardet, pero por las bonificaciones, ya que entraron a la vez, junto a Urán. 10 segundos después entró Landa (fue aquí donde acabó perdiendo el podio en la general) y mucho más allá Aru, más cerca en el tramo final de ronda de Contador y Nairo, 'abandonados' desde el principio, que de los de arriba en la clasificación. Sólo quedaba la contrarreloj de 22,5 kilómetros por las calles de Marsella.
Contrarreloj con exhibición
Y en la crono, lo esperado. No sólo no sufrió Froome, sino que amplió su ventaja y cerca estuvo de ganar la etapa (se quedó a seis segundos). Al final el británico gana su cuarto Tour sin lograr la victoria en ninguna etapa. No le hizo falta.
En Marsella sacó 25" a Uran y casi dos minutos a Bardet, que, hundido en la contrarreloj, salvó el podio por un solo segundo respecto a Landa. Froome, levemente pitado al empezar la crono en el estadio Velodrome, finiquitó su cuarto Tour, el que le deja a tan sólo uno de los cuatro que siguen siendo los reyes de la ronda gala con cinco victorias: Jacques Anquetil, Bernard Hinault, Eddy Merckx y Miguel Indurain.