Cantaba Enrique Urquijo que las estrellas de rock, como los futbolistas, se vuelven vulgares cuando bajan del escenario. En su hábitat brillan con luz propia, pero en muchos casos se apagan al bajar al planeta tierra. Incluso, en ocasiones, se vuelven zafios, como experimentan los entrenadores cuando se chocan con el ego del astro delante de sus ojos. Bien lo sabe el 'Tata' Martino, seleccionador argentino, que después de deslumbrarse con el Carlos Tévez futbolístico se ha dado de bruces con el jugador rebelde y contestón de otro tiempo. Porque el 'Apache' no sólo se ha mostrado descontento por el rol que tiene dentro del equipo, sino también por la marcha de la Albiceleste, que suma un punto de seis posibles en la clasificación para el Mundial de Rusia en 2018.
Para los primerizos, cabe decir que en Sudamérica todas las selecciones compiten en un mismo grupo (10 en total) y juegan dos partidos (ida y vuelta) entre ellas. En dicha clasificación, que comenzó el pasado 8 de octubre, Argentina viene de perder contra Ecuador (0-2) y de empatar ante Paraguay (0-0). Es decir, el camino hacia Rusia ha comenzado mal y puede ir a peor, porque en los tres próximos partidos la Albiceleste se enfrenta a Brasil, Colombia y Chile, la selección más en forma de todo el continente y la vigente campeona de la Copa América.
Martino vive con la soga al cuello. La Federación no le ha quitado su apoyo, incluso se ha reafirmado en su apuesta. Sin embargo, eso no sería más que el prolegómeno de una destitución si el próximo 12 de noviembre, en Buenos Aires, Argentina pierde contra Brasil. Entonces, presuntamente sin Messi –todavía lesionado– y sin Agüero –llegaría justo–, el técnico se jugará su puesto.
La figura del ‘Tata’, bendecida en Newell’s, ha ido perdiendo todos los atributos que la hicieron grande en otro tiempo. El técnico, que llegó a la selección tras un paso infructuoso por el Barcelona –acusado de preparar entrenamientos arcaicos–, consiguió llevar a Argentina hasta la final de la Copa América, donde cayó contra la anfitriona Chile. Entonces las críticas fueron todas para Messi por, decían, no dar la talla en las grandes citas. ¿Y él? Salió relativamente airoso de la quema.
Ahora, sin el astro del Barcelona en la convocatoria, todas las miradas se dirigen hacia él. La primera de ellas, la de Tévez, que tras varios años fuera de las convocatorias de Alejandro Sabella –no estuvo en el Mundial–, fue repescado por el Tata para disputar la Copa América y ha arremetido contra su técnico tras estos dos partidos. La razón: Martino quiere que juegue como ‘9’ puro y él, en cambio, prefiere hacerlo como segundo punta. “No lo veo reemplazando a Messi o jugando por las bandas”, analizó el entrenador de Rosario.
El debate, sin embargo, no está zanjado. Tévez, ‘el jugador del pueblo’, ha repetido una y otra vez que él se ve como segunda punta. Y, sin que sirva de precedente, esta vez hay datos que avalan su teoría. En la Juventus, con la que marcó 50 goles y dio 20 asistencias en 96 partidos, ofreció su mejor versión colocándose siempre por detrás de Morata y Llorente, con libertad para caer a ambas bandas. Y en Boca está haciendo lo propio, como ha reconocido estos días su actual entrenador, Rodolfo Arruabarrena.
Con todo este runrún a su alrededor, la mejor noticia para el 'Tata' es que el próximo partido no será hasta el 12 de noviembre. El calendario le ofrece un poco de tiempo, pero –salvo sorpresa– no le devuelve a Messi, su salvación cuando venían mal dadas. Hasta entonces no le queda otra que ver brillar a las estrellas sobre el terreno de juego. Eso sí, con la ventaja de que está en su mano elegir a quién se quiere encontrar de frente en la próxima convocatoria. Y, quizás, entre ellos, no esté el 'Apache'.