Sergio Agüero, conocido por su espíritu combativo en el terreno de juego, podría haber ido demasiado lejos en el último partido que disputó con el Manchester City ante el West Ham el pasado fin de semana, en el que agredió brutalmente a Winston Reid cuando peleaban por un balón aéreo.
El argentino, plenamente consciente de la posición de su rival situado a su espalda, empujó primero y soltó más tarde un fuerte codazo sobre la cara de Reid, que desistió de inmediato de la pugna.
A pesar del golpe, el defensor del West Ham pudo continuar sin problemas en el terreno de juego y no se produjo ninguna lesión.
El árbitro del encuentro no apreció voluntariedad en la acción de Agüero y no le mostró ni siquiera la tarjeta amarilla. Sin embargo, la FA ha decidido actuar de oficio y estudia una posible sanción al jugador.
Atendiendo a los precedentes en el fútbol británico, este tipo de agresiones se castiga con unos tres partidos de sanción. Existe, de hecho, un precedente protagonizado por el propio Winston Reid la temporada pasada, en la que sufrió una agresión similar a manos de Bastian Schweinsteiger, que acabó con tres partidos de castigo.
De confirmarse esta sanción, Agüero se perdería el derbi ante al Machester United, previsto para la jornada del próximo 10 de septiembre.