Corren buenos tiempos en Las Palmas. En la capital canaria se frotan los ojos en los primeros compases de esta Liga, que lideran después de dos victorias en dos jornadas y una media de 4,5 goles por encuentro. Ni siquiera aquel soberbio equipo que ascendió a Primera en el abandonado Estadio Insular en el 2000 llegó a semejante cifra anotadora. 38 años después, Gran Canaria vuelve a soñar.
De la mano de Quique Setién, el equipo ha pasado en ocho meses de ser colista (diciembre de 2015) a liderar la competición doméstica. Y lo ha hecho gracias a una segunda vuelta de ensueño el pasado curso. El técnico cántabro, que reconocía en una entrevista a EL ESPAÑOL haber aceptado el reto de entrenar a Las Palmas porque era "el primer equipo de Primera" que le llamaba, logró revertir una situación que parecía insostenible para terminar en undécima posición el pasado mayo.
El club marchaba penúltimo en la 8ª jornada de Liga y la opción de fichar a Setién sugería más desesperación que confianza en un proyecto nuevo. El Getafe había goleado a los canarios (4-0) en el Coliseum y con el proyecto haciendo aguas, llamaban al cántabro en busca de un revulsivo. Con Paco Herrera ya fuera, las cosas no es que cambiaran mucho. De hecho, su llegada a Gran Canaria empeoró la situación deportiva. En los primeros dos meses, los pocos puntos que cosechó situaron a Las Palmas en la última posición en la tabla.
Pero desde que se iniciase 2016, la remontada increíble de Las Palmas certificó que la contratación de Setién para el banquillo resultó acertada. Hoy, tras dos jornadas de Liga, los goles de Livaja o El Zhar, la construcción de Boateng o la contención de la zaga ya ilusionan con un año sin techos en el horizonte. Nueve goles en dos partidos, con victorias de mérito ante el Valencia en Mestalla (2-4) y al Granada de Jémez (5-1). Y siguiendo con la alegre idea de fútbol que comienza a caracterizar a este equipo.
Las era dorada en Gran Canaria
Aquel 1978 el conjunto 'canarión' llegó a liderar la clasificación en la tercera jornada liguera, tras la victoria ante el Valencia en Las Palmas. Entonces era Miguel Muñoz quien alimentaba los sueños de la hinchada amarilla. El técnico madrileño se había hecho cargo del club el año anterior, en el que había llegado a disputar la extinta Copa de la UEFA.
Eran otros tiempos. Los mejores que se le recuerdan. Entre sus estrellas se encontraba Daniel Carnevali, aquel meta argentino que vistió en casi 200 ocasiones la camiseta de Las Palmas y que había llegado a disputar el Mundial de 1974 como titular en su país. O Miguel Brindisi, compatriota de aquél, clave en la medular 'canariona'. O como Martín Marrero, el 'nueve' de Las Palmas durante aquellos años dorados.
Unos meses atrás, Gran Canaria se había quedado a las puertas de celebrar la Copa del Rey, que terminó perdiendo en la final contra el Barcelona por 3-1. Uno de los mayores éxitos que se le recuerdan, sin duda, junto al subcampeonato liguero de la temporada 1968/69. Sin embargo, aquella Liga 1978/79 en que Las Palmas se puso líder en la tercera jornada nunca pasaría a la historia. Excepto por suponer la decimocuarta temporada consecutiva que el club permanecía en Primera, algo inédito hasta entonces en el Insular.
Tras el descenso en 1983, el club se vio en serios apuros económicos y estuvo a punto de desaparecer. No obstante, logró volver a Primera y participó tres campañas más en la máxima categoría durante la década. Desde 1988, Las Palmas deambuló por los infiernos de la Segunda y la Segunda B, hasta que en 2000 logró un ascenso que se celebró como histórico con la recordada victoria al Elche en el Insular.
Los Ángel, Paqui, Schürrer, Jarni, Josico, Jorge Larena o Guayre deslumbraron en su regreso a la élite, en un año en el que consiguieron otro undécimo puesto, como el año pasado. En aquella etapa llegaron a ganar 4-2 al Madrid de Del Bosque, con un joven (y rapado) delantero después muy conocido: Rubén Castro. La plantilla actual, no obstante, nada tiene que envidiar a la que componía aquel equipo. Y, al menos durante las dos semanas que dura el parón de selecciones, dormirá líder. Es el sueño canario que deslumbra en Primera. En 14 días, Las Palmas defenderá liderato en el Sánchez Pizjuán de Sevilla. Mientras tanto, la Liga es, ahora, canaria.