Durante muchos años, gran parte del madridismo miraba a Barcelona con envidia y rabia, esos sentimientos tan humanos como españoles. En el Camp Nou había un exjugador del club, querido e incluso idealizado, que estaba cambiando la historia. Jugaba bien y ganaba todo. Eran temporadas de claro dominio azulgrana.
En Madrid, en cambio, tenían que aguantar a un equipo hospitalizado, con un sufrimiento continuo, al que poco a poco le sacaron del coma para revivir viejas glorias. Lo lograron, pero todavía les faltaba a alguien que estabilizara al paciente. Tras volver a tocar fondo, lo encontraron. Estaba en casa, era Zidane.
El francés fichó por el Real Madrid en unas condiciones muy similares a las que Guardiola lo hizo por el Barcelona: el entrenador de la cantera que asciende por sorpresa, siendo una especie de símbolo que sirva para apaciguar los ánimos y que representara una nueva etapa.
Más de año y medio después, el Madrid no solo ha conseguido a su Guardiola sino que amenaza con superarle. Para saberlo, habrá que juzgarlo a los cuatro años, tiempo que duró Pep. Por ahora, la comparación beneficia a Zidane. El actual Madrid engulle al Barça de Pep y lo hace en todos los datos: títulos, partidos, victorias, goles... y hasta en pases y posesión.
Un gol con 44 pases que jamás hizo el Barça de Guardiola
Cuando el Madrid marcó el 0-2 en la victoria del Real Madrid al Deportivo el pasado domingo (0-3 final) se vio ya la razón indiscutible para comparar al actual Madrid con el Barcelona de Guardiola. El gol fue idéntico a aquellos que hacía el Barça, pero con una diferencia: ni aquel equipo, paradigma del toque y de la posesión, logró marcar un gol así. Nunca en sus cuatro años de 'guardiolismo' el Barcelona anotó un tanto con tantos pases.
El equipo de Zidane marcó un gol en 44 pases (que no toques, ya que en cada pase puede haber varios toques previos) en una jugada que duró un minuto y 45 segundos y en la que intervinieron todos sus jugadores. La comenzó Keylor Navas y la terminó Casemiro. Era un golpe al corazón del Barcelona de Guardiola.
No fue ese el primer síntoma real de que las cosas ya habían cambiado. Además de los fichajes y los últimos títulos, en el partido de la vuelta de la Supercopa de España el Real Madrid ganó la posesión al Barça por primera vez ¡en nueve años! A pesar de que en este periodo los blancos ganaron a los culés de forma 'clara' en varias ocasiones (con Mourinho tres veces, con Ancelotti una y con Zidane dos), nunca le había superado en el dato que más enamoró a los azulgranas, la posesión.
Ni en el encuentro de ida de la reciente Supercopa, en el que el Madrid fue claramente superior y ganó por 1-3 en el Camp Nou, los blancos ganaron esa estadística (61%-39%). Tuvieron que pasar 31 Clásicos para que el Madrid venciera en la posesión (53-47). La última vez que lo habían logrado fue en el 4-1 de mayo de 2008 (el del pasillo), casualmente el último Clásico antes de que irrumpiera Guardiola en el Barcelona.
El cambio de ciclo ya fue completo. La resignación de Piqué ("por primera vez en nueve años, me siento inferior al Real Madrid") es la mejor forma de atestiguarlo. El equipo de Zidane ha golpeado al Barcelona allí donde seguramente más le podía doler, en una de sus señas de identidad que durante años fue exclusiva del conjunto catalán. Los blancos ya habían confirmado su poderío en el centro del campo, también su predilección por los 'jugones' (Modric, Kroos, Asensio, Isco, Ceballos...) que tantas temporadas elegían el Camp Nou. Pero les faltaba algo. Lo consiguieron en Riazor.
En datos: la comparación Zidane vs Guardiola
Desde el primer partido oficial de Zidane al último ha pasado un año, siete meses y once días. El francés debutó el 9 de enero de 2016 ante el Deportivo de La Coruña y su último encuentro es, por ahora, también ante los gallegos el pasado domingo 20 de agosto en Riazor. En total, 91 encuentros dirigidos al Real Madrid, tiempo en el que ha ganado siete títulos: dos Champions, dos Supercopas de Europa, una Liga, una Supercopa de España y un Mundial de Clubes.
La cuenta es clara. Zidane sale a un título por cada 13 partidos. Es ya el tercer entrenador con más títulos en la historia del club blanco, solo superado por Luis Molowny (ocho) y Miguel Muñoz (14). Pero el francés es, con mucha diferencia, el que mejor promedio tiene, ya que Molowny consiguió sus ocho trofeos en 180 partidos y Miguel Muñoz los suyos, en 604.
Es aquí también donde se establece una comparación directa con la etapa de Guardiola en el Barcelona. El catalán debutó oficialmente con el Barça el 13 de agosto de 2008, en la ida de la previa de la Champions ante el Wisla de Cracovia. Un año, siete meses y once días después (mismo periodo que el actual de Zidane), el Barcelona ganaba a Osasuna en el Camp Nou. Era el 24 de marzo de 2010. En ese periodo de tiempo, los azulgrana consiguieron seis títulos: una Liga, una Champions, una Copa del Rey, una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Es, pues, un título menos que el Madrid de Zidane, aunque bien es verdad que dos meses después el Barça conseguiría la Liga, el título número siete.
Si diseccionamos los datos por partidos, Zidane ha dirigido al Madrid en 91 encuentros con 70 victorias, 14 empates y siete derrotas (tiene los mismos títulos que partidos perdidos). Eso equivale a un 76,92% de victorias y tan solo un 7,69% de derrotas. Guardiola, en este mismo periodo de tiempo, entrenó al Barcelona en 107 ocasiones, con un resultado de 76 victorias (71,02%), 21 empates (19,64%) y 10 derrotas (9,34%).
Como vemos, además de los títulos, Zidane también supera a Guardiola en victorias en el mismo periodo de tiempo. Y, para evitar suspicacias, comparamos también a ambos técnicos con el mismo número de encuentros disputados (91). Pep, con esa cifra, consiguió 64 victorias (70,32%), 19 empates (20,89%) y ocho derrotas (8,79%). La conclusión es clara. Al llegar a donde está ahora Zidane, Guardiola tenía seis victorias menos y una derrota más.
También gana el Madrid de Zidane el duelo al Barça de Guardiola en los goles anotados. Y con diferencia. Los blancos han marcado con el francés 260 goles en los 91 partidos mencionados. Cuando el catalán llegó a esa cifra con el Barcelona, solo llevaba 219 (-71). Eso sí, los azulgranas eran mucho más fiables en defensa. Encajaron 71 goles (Valdés y Pinto) por los 96 que han encajado Keylor Navas y Casilla.
Es tanto el crecimiento de Zidane que ya no se escucha aquello de "el Madrid no juega a nada". Porque ahora los blancos son un equipo que amasan y cuidan, de forma útil, el balón. El gol en Riazor, si bien es exagerado por la cantidad de pases y la duración de la jugada, representa a un nuevo Madrid que, eso sí, sabe jugar de distintas formas y tiene varios planes para ganar, algo que le faltó al Barcelona de Guardiola, cuya idea solo se basaba en una idea y no tenía alternativas cuando esa no funcionaba.
Pero si hay algo que confirma el excepcional momento en Chamartín es como se han cambiado por completo los papeles. Son ahora los barcelonistas los que miran con envidia y rabia a Madrid. Los blancos encontraron a su Guardiola. O incluso a uno mejor que Guardiola.
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