Parecía que la polémica había terminado. Después de varios partidos en los que a Piqué le pitaban más las aficiones locales que las rivales, el central había logrado la paz. Sin embargo, sus declaraciones sobre los 'negocios' que se llevan a cabo en el palco del Bernabéu y sus palabras asegurando que el Barça había conseguido que el Madrid organizara una rúa para celebrar la Copa del Rey levantaron ampollas entre gran parte de la hinchada española. Y, por tanto, volvieron los pitos. La última ocasión, en el encuentro contra Colombia en Murcia. 

En esta coyuntura, Sergio Ramos, con quien siempre ha mantenido una relación de amor-odio, cimentada sobre la pasión que ambos jugadores han mostrado por defender sus colores, ha solicitado el apoyo para su compañero. Que no le silben -defiende-, ni "a Piqué ni a nadie, hay que respetar siempre a los jugadores". Porque, aunque comprende los pitos a Benzema y Bale de la "exigente" afición madridista, puesto que "un toque de atención nunca está de más", el encuentro contra Italia es tan fundamental que el calor del Bernabeu se vaticina imprescindible: "Que nos apoye, será un partido tenso y difícil, tenemos ganas de hacer un buen partido, es el escenario perfecto para ese partido". 

Además, el de Camas ha aprovechado para dar la bienvenida, otra vez, a un resucitado Villa, no sin haber puesto de relieve su perplejidad ante su convocatoria: "Creo que nos ha sorprendido a todos, pero es bien recibido. Tiene ese espíritu joven y con ganas de hacer goles". Y ha felicitado a otro nuevo en la Selección que ya va siendo habitual:  "Asensio es un jugadorazo, deja de ser una novedad, es muy joven, hay que dejarlo tranquilo y no meterle piedras en la mochila. Tiene un talento innato y nos viene muy bien que jugadores así completen nuestra plantilla. A Zidane le encanta manejar las rotaciones, lo ha hecho muy bien el año pasado y lo importante es mantener la competencia. Marco, Lucas, Kovacic... cuando salen lo hacen bien".

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