Los jugadores de la selección de Inglaterra celebra el gol de Kane en las semifinales de la Eurocopa 2020

Los jugadores de la selección de Inglaterra celebra el gol de Kane en las semifinales de la Eurocopa 2020 Reuters

Fútbol INGLATERRA 2-1 DINAMARCA

Inglaterra estará en 'su final' ante Italia tras ganar a Dinamarca con un polémico penalti

Los Three Lions han conseguido meterse por primera vez en su historia en una final de la Eurocopa. Su rival, la Italia de Mancini.

7 julio, 2021 23:37

Italia ya conoce a su rival en la gran final de la Eurocopa. Este domingo, en Wembley se verán las caras con los de Mancini la selección inglesa. Dinamarca se puso por delante e Inglaterra empató gracias a un gol en propia de Kjaer. El marcador no se volvió a mover y el encuentro se acabó decidiendo en la prórroga, en la que apareció Kane para marcar el tanto de la victoria después de cazar el rechace de un penalti fallado por él mismo. [Narración y estadísticas: Inglaterra 2-1 Dinamarca]

Con un Wembley en el que no cabía un alfiler y con mayoría inglesa en las gradas, dio comienzo un partido en el que Eriksen estuvo 'presente' como ya es habitual en los partidos de Dinamarca con la camiseta gigante con el '10' desplegada antes del encuentro sobre el verde.

Con los 22 protagonistas en el césped, el encuentro empezó y lo hizo para convertirse en un choque de momentos. En los primeros 45 minutos, llegaron los goles. Mientras que en la segunda mitad, los grandes protagonistas fueron los porteros, con soberbias intervenciones que acabaron mandando el partido a la prórroga, pese al empuje de los de Gareth Southgate en la recta final.

Dinamarca y el gol

Inglaterra ingresó en el terreno de juego con el objetivo de dominar los tempos con el aliento de su público detrás. Y no tardaron mucho los Three Lions en disponer de su primera ocasión. El 'uy' llegó a la grada después de que Kane pusiese un gran centro al que no llegó Sterling por poco. Dinamarca respondió yéndose al ataque, pero Walker llegó a tiempo para que Damsgaard no cazase un balón con el que se hubiese puesto solo ante Pickford.

Los ingleses apretaron con Kane y Sterling como principales dolores de cabeza para la defensa de los nórdicos, pero Dinamarca no se acomplejó y respondió a cada acometida rival con un acercamiento al área contraria. Los de Hjulmand no llegaron hasta la semifinal por sorpresa, sino que es un combinado que ha desplegado un muy buen fútbol y que se convirtió en una piña tras lo sucedido con Eriksen.

Fueron pasando los minutos y justo antes de que diese la media hora de partido, Dinamarca se puso por delante en el partido gracias a un auténtico golazo de Damsgaard. Espectacular ejecución de un lanzamiento de falta del futbolista nórdico, que con potencia hizo que Pickford no pudiese evitar que el esférico acabase dentro de la portería inglesa.

Golpe de efecto en un Wembley que vio a los suyos salir dominando, pero a los que también vio cómo se fueron diluyendo según avanzaba el crono. Pero los ingleses no se dieron por vencidos y Schmeichel tuvo que hacer una parada de mérito a remate a bocajarro de Sterling. En la siguiente acción, Inglaterra logró el tanto del empate con un autogol de Kjaer tras un intento de despeje.

Mucha portería

Llegó el descanso con una Inglaterra venida arriba después de conseguir volver a colocar las tablas en el luminoso y el partido se reanudó con nuevas ocasiones para los de Southgate. Entonces llegó el momento de los porteros. Si Pickford se desataba con dos paradones, uno espectacular ante Dolberg; Schmeichel respondía con otra parada de mérito.

Hjulmand hizo un triple cambio pasada la hora de encuentro para intentar dar un giro radical al encuentro. Pero los daneses no acabaron de encontrar portería. Inglaterra reclamó un penalti tras caer Kane dentro del área, pero desde el VAR se dijo que siguiese el juego. Y el juego siguió sin que ni uno ni otro equipo pudiesen nada para evitar la prórroga, aunque los ingleses lo intentaron de todas las maneras posibles, pero o bien Schmeichel o la defensa, desarmaron cualquier ocasión.

Polémica y sentencia

Comenzó la prórroga con el fantasma de la lotería de los penaltis sobrevolando Wembley. La otra semifinal, la que disputaron en el mismo escenario Italia y España este martes, también se decidió desde el punto de los once metros. Pero no hubo que llegar a eso. Inglaterra se metió en la primera final de la Eurocopa de su historia gracias a un gol de Kane, que llegó dado de la mano de la polémica.

Minuto 102 del partido y Sterling cayó dentro del área de Dinamarca después de una gran acción individual. El árbitro principal del encuentro no lo dudó y señaló el punto de penalti. En esas tocó que los jugadores daneses protestasen la sanción y que el VAR revisase la secuencia. Desde la sala del videoarbitraje se avisó al colegiado que se lanzase la pena máxima.

Decisión muy polémica, ya que Sterling parece querer caerse más él para provocar el penalti que lo que es el verdadero toque del jugador danés. De hecho, si hay toque, es demasiado leve. Parece muy injusto que una semifinal de la Eurocopa se decida por una acción como esta. Kane cogió el balón y Schmeichel paró, con la mala suerte de que el balón le cayó a los pies al delantero del Tottenham, que a la segunda no perdonó. El luminoso no volvió a cambiar y Dinamarca se va a casa con la cabeza muy alta. Ahora ya solo quedan dos: Italia o Inglaterra. Solo uno puede ganar.

Inglaterra 2-1 Dinamarca

Inglaterra: Pickford; Walker, Stones, Maguire, Shaw; Rice (Henderson, 95'), Phillips, Mount (Foden, 95'); Sterling, Saka (Grealish, 69'); Trippier, 106') y Kane.

Dinamarca: Schmeichel; Stryger Larsen (Wass, 67'), Vestergaard (Wind, 105'), Kjaer, Christensen (Andersen, 79'), Maehle; Delaney (Jensen, 88'), Hojbjerg; Damsgaard (Poulsen, 67'), Dolberg (Norgaard, 67') y Braithwaite.

Goles: 0-1, 30' Damsgaard; 1-1, 39' Kjaer p. p.); 2-1, 104' Kane.

Árbitro: Danny Makkelie (NED) amonestó a Maguire (49') por parte de Inglaterra y a Wass (72') por parte de los daneses.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda semifinal de la Eurocopa disputada en el estadio de Wembley (Londres, Inglaterra) ante 64.950 espectadores.