La cara y la cruz de Xavi en el Barça: ilusión y puntos, pero apuestas fallidas y duras derrotas

La llegada de Xavi Hernández al banquillo del Barcelona ha cambiado la dinámica del equipo. Solo hay que mirar los resultados para comprobarlo. Ahora pelean por la segunda posición de La Liga y por llevarse el título de la Europa League. Las sensaciones entre el aficionado son muy positivas, pero el técnico ha optado por pedir calma y prudencia. Pese a su corto periodo en el banquillo, las alegrías más recientes contrastan con las duras derrotas cosechadas. 

El exjugador se hizo con el banquillo a mediados de noviembre. El debut fue nada más y nada menos que en un derbi catalán ante el Espanyol. El Barça acabó ganando por un escaso 1-0, pero la imagen que se dio no cambió demasiado con respecto a la que generaba Ronald Koeman. Los culés sufrieron y solo la fortuna impidió que el primer partido de Xavi no acabara en empate o derrota. 

Luego llegó la Champions y, de nuevo, la falta de gol que tanto denunciaba el técnico neerlandés castigó al Barcelona. El Benfica sacó un punto clave del Camp Nou e incluso tuvo en sus pies la posibilidad de vencer. Los de Xavi mejoraron en su estilo, pero repitieron los mismos errores que ya se habían advertido en la etapa anterior.

Desde ese noviembre en el que dio inicio la nueva era, el Barcelona ha sumado 15 victorias, siete empates y cuatro derrotas. Las suficientes para haber dicho adiós a tres títulos como la Champions, la Copa y la Supercopa de España, pero que ahora han quedado en el olvido por la dinámica protagonizada por el equipo. El triunfo en El Clásico, sin ir más lejos, funcionó como golpe de efecto.

La realidad es que el Barcelona ha mejorado considerablemente encadenando cuatro victorias seguidas y 13 partidos entre todas las competiciones sin perder. Pero, igualmente, fue con Xavi cuando se consumaron las diferentes eliminaciones. La clave puede estar en los fichajes de enero, concretamente en el de Aubameyang y Ferran Torres, que han acabado con la sequía que tanto afectó a los culés.

Las eliminaciones

El Barcelona de Xavi que ahora es segundo en La Liga parte del mismo concepto del Barça que se quedó sin Champions ni Copa ni Supercopa. El primer revés de la era Xavi, de hecho, se consumó en la competición continental. El reto que tenía por delante no era sencillo. Sin embargo, ganar al Benfica en la penúltima jornada ayudaría considerablemente a pasar de ronda. El Barça no pasó del 0-0 y se complicó en exceso. Solo podía obrar el milagro ante el Bayern. Y, lejos de la lucidez actual, el Barça recibió un 3-0 que les eliminó de la competición.

La siguiente prueba fue la de la Supercopa de España. El Barça llegaba con dudas tras un empate liguero ante el Granada. Sin embargo, vérselas contra el Real Madrid y poner en funcionamiento el nuevo estilo era todo un reto. Xavi, a diferencia de lo que sucedió en el partido de La Liga, no encontró sorpresa alguna y dijo adiós a la Supercopa con un apretado 2-3.

El desenlace fue similar en la Copa del Rey. Los de Xavi ya pasaron de ronda ante el Linares con gran sufrimiento. "Ha sido una victoria de fe", indicó en aquel momento. Pero esa fe desapareció ante el Athletic Club, que con un 2-1 en San Mamés expulsó de torneo copero al conjunto catalán. "Nos ha superado en intensidad", reconoció sobre el rival. Era la tercera competición en la que decían adiós con él en el banquillo.

Fichajes sin triunfar

Al igual que hay resultados que no acompañan, Xavi también ha tenido decisiones muy cuestionadas. La más reciente, y que ha dejado en entredicho tanto al técnico como al propio club, se ha dado con Ousmane Dembélé. El francés ha pasado de estar completamente vetado a ser una pieza clave del equipo. Puede que acabe saliendo gratis a final de temporada o que finalmente renueve, pero en cualquiera de los dos casos él habrá sido el triunfador de esta crisis.

Si Xavi erró con Dembélé, algo similar sucedió con Abde. El extremo, fichado del Hércules la pasada temporada, llegó a la táctica del técnico como una de las grandes revelaciones del año. Su velocidad, su desborde y su valentía le situaron en el centro de todos los focos. Sin embargo, una vez llegaron los fichajes de enero, Abde quedó relegado al segundo equipo. Pasó en unas semanas de aspirar a la selección española a tener que elegir ir con Marruecos para poder tener presencia.

En enero llegaron Ferran Torres, Adama Traoré y Aubameyang. El segundo de estos tres fichajes no ha terminado de cuajar. El atacante, que llegaba justo para cumplir con un perfil similar al de Abde, ha ido perdiendo importancia en el equipo. Dembélé le ha ganado la partida y él ha pasado a jugar 10 minutos en los últimos tres encuentros de La Liga. Una pérdida de confianza que supone una equivocación de Xavi en su apuesta en el mercado.

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