Condenan al enfermero de la Escuela del Valencia CF por las lesiones que sufrió un menor en un viaje
La Audiencia Nacional absuelve al director técnico de la Academia. El club valenciano será responsable civil subsidiario.
3 julio, 2023 16:13La Audiencia Nacional ha condenado a un enfermero de la Academia del Valencia CF por las lesiones que sufrió un menor, alumno de esta escuela deportiva, tras enfermar gravemente durante un viaje a Egipto para disputar un torneo. El niño tenía 12 años cuando sucedieron los hechos, en agosto de 2019, y sufrió una perforación del duodeno.
Así consta en una sentencia del Juzgado Central de lo Penal, fechada el pasado 30 de junio. El fallo obliga a José Joaquín de los Santos, como responsable de un delito de lesiones imprudentes, a indemnizar a la familia del niño con 19.734,29 euros. El club valenciano ha sido condenado como responsable civil subsidiario. Es decir, deberá abonar esta cantidad si ni su antiguo enfermero ni la aseguradora del Valencia CF lo hacen.
De los Santos también deberá pagar la mitad de las costas de este procedimiento y una multa de 300 euros. La sentencia absuelve, no obstante, a Marcos Otero, director técnico de la Academia, quien se sentó en el banquillo de los acusados junto al sanitario y que había viajado también a Egipto con los menores.
El juez exculpa a este último al no tener formación médica ni haberle suministrado ningún medicamento al menor. "No existía dato alguno que permitiera a un profano como es este acusado conocer las dolencias que pudiera sufrir [el menor], cuando multitud de integrantes de las distintas expediciones deportivas presentaban dolencias similares", concluye el magistrado.
Ahora bien, tras analizar las circunstancias concretas del caso, el magistrado José Manuel Clemente Fernandez-Prieto califica como "menos grave" la imprudencia, ya que los hechos se produjeron en un país deprimido, otros alumnos de la escuela sí sufrían gastroenteritis —el niño lo que sufría era una salmonelosis, que se agravó con el deficiente tratamiento— y que los síntomas no se presentaron hasta el quinto día.
Según detalla el apartado de hechos probados de la sentencia, la comitiva viajó al país africano entre el 24 y el 31 de agosto de 2019 para disputar un torneo. Allí, el menor enfermó y fue tratado con antiinflamatorios, ibuprofeno y loperamida, "como tratamiento de lo que se pensaba era una simple gastroenteritis".
La ingesta de dichos medicamentos le provocó una úlcera duodenal, que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente cuando el chaval regresó a España. Llegó a estar ingresado, incluso, en una UCI pediátrica.
Durante el viaje, el menor comunicó su malestar a sus padres, que habían viajado a Egipto, pero se alojaban en un hotel diferente, cumpliendo así la política marcada por el Valencia CF.
El miércoles 28 de agosto se levantó con vómitos, fiebre, diarrea y un fuerte dolor en el estómago. Como esa jornada no disputaban ningún partido, permaneció en su habitación. Los progenitores insistieron en verle, pero el entrenador del equipo, Vicente Castro, se lo denegó.
Al día siguiente, el jueves, el malestar persiste. "No obstante, por la tarde, los responsables del Valencia CF deciden llevárselo al torneo, pero tras iniciar el entrenamiento previo al partido no es capaz de mantenerse en pie, por lo que finalmente acaba tumbado en el banquillo", señala la sentencia.
"Preocupados por su estado, los padres se acercan al hotel para ver cómo se encontraba su hijo. Al llegar se alarman al ver su estado físico, contactando con José De los Santos y Vicente Castro para trasladarles su preocupación e insistirles en que ellos podían ir a cuidarlo, pero les indican que no se preocupen, que en esos momentos está bajo el cuidado de Amparo Banacloy, técnica administrativa del club", añade.
Ese mismo día, el preparador físico del club envía un mensaje de WhatsApp a los padres del menor. Les solicita que lleven suero al hotel, dado que allí no tienen. "Van directamente a la habitación de su hijo, encontrándolo solo, acostado en la cama en calzoncillos, con mucho frío, destapado y con el aire acondicionado puesto a toda marcha", relata la resolución. "Su ropa está tirada por el suelo junto con toallas, botellas de agua, etc. En el cuarto de baño, varios calzoncillos de su hijo sucios (debido a las diarreas) tirados por el suelo", añade.
Por ello, los padres solicitan al enfermero que les permita trasladar al menor a un hospital. "José de los Santos les indica que es una simple diarrea que a los tres días se pasa, que hay varios niños igual y otros que ya se están recuperando, por lo que no es necesaria ninguna atención médica y que esto sólo serviría para tirar dinero, puesto que costaría 120 euros por niño (...), que es un virus pasajero", indica la sentencia.
Durante la noche, el enfermero vuelve a tranquilizar al matrimonio, al que asegura que se hará cargo del cuidado del niño. Por la mañana, el padre y la madre compran más suero en una farmacia de El Cairo y lo llevan al hotel a las 8.30 horas. Llaman a la puerta y nadie responde. Cuando al fin logran acceder y duchar a su hijo, comprueban que no se ha tomado el suero que llevaron la noche anterior.
Cuando el matrimonio volvió a solicitar a De Santos que pudiesen llevar al niño a un hospital, éste les dijo que se trataba "del proceso habitual del virus". "[El entrenador] Vicente Castro les pide que se marchen, que no pueden estar allí, que el niño está bien y que está todo controlado", relata la sentencia. Ante la insistencia de los progenitores, el médico de un equipo rival, el Parma, analiza al niño y confirma que "puede tratarse de una diarrea".
"Los padres de [nombre omitido] insistieron en la necesidad de que hicieran pruebas al menor y que lo llevaran al hospital, pero les piden que se marchen y que no se preocupen más, que ya lo ha visto un médico y que se están pasando de la raya, incluso les advierten de las consecuencias que su comportamiento puede tener para el menor dentro del Valencia CF", recuerda la Audiencia Nacional.
Los padres no vuelven a ver al menor hasta el 1 de septiembre, en el aeropuerto. "Cuando finalmente lo ven salir por la puerta literalmente sostenido por José de los Santos, dado que no podía caminar, lo llevan inmediatamente al Hospital de Manises, donde es ingresado y comienzan a hacerle pruebas", relata la sentencia.
"En determinado momento la médica que les atiende les indica que el niño sufre una deshidratación grave y una insuficiencia renal y que hay que llevarlo de urgencia al Hospital La Fe, lo que efectúan en ambulancia en cuanto se organiza el traslado", añade. Allí le operan de urgencia y está ingresado hasta el 16 de septiembre. Debido a la operación, el menor tiene una cicatriz en el abdomen.
Marcos Otero
El Juzgado absuelve a Marcos Otero, entonces director de la Academia del Valencia CF. La sentencia reconoce que es cierto que era el responsable de la expedición y que "asumía la función de garante de los chicos puestos a su dirección". "Pero no es menos cierto y no puede olvidarse que los padres de [omitido] estaban en la misma localidad pendientes del hijo, a quien visitaban y del que conocían su estado físico y de salud", añade.
"En este estado de cosas, la función de garante de este acusado se relativiza, pues es obvio que no tenía secuestrado al menor, por lo que los padres, que veían cómo estaba su hijo físicamente, bien podrían haberle llevado a un médico o a un hospital, o regresado con él a España, lo que no hicieron, y, sin embargo, eso mismo es lo que ahora parece censurarse al acusado y por ello se le imputa un delito de lesiones imprudentes por omisión", reprocha el juez.
"No puede obviarse que son los padres los que ostentan la patria potestad del menor, y frente a ella decae toda autoridad que Marco Otero pudiera tener, resultando del todo incomprensible la excusa que se da en torno a unas posibles represalias por las que [el niño] sería expulsado del club si lo llevaban al médico, cuando los bienes en conflicto son abismalmente distintos y resultan incomparables, pues entre la vida e integridad del menor, el que juegue o no en las divisiones inferiores del Valencia CF resulta del todo intrascendente", afea la sentencia, que puede recurrirse aún ante la Sala de lo Penal.
Tal y como publicó EL ESPAÑOL, la Fiscalía había solicitado que ambos acusados indemnizasen a la familia del niño con un total de 150.000 euros.