El juez investiga a los informadores de Negreira para decidir ascensos y descensos de árbitros
El dirigente tenía un grupo de confianza que puntuaba las actuaciones en cada partido y que influía así en la carrera profesional de los colegiados.
29 septiembre, 2023 02:15El magistrado Joaquín Aguirre cree que existió "desigualdad de trato" a los equipos por culpa del pago del Fútbol Club Barcelona a José María Enríquez Negreira. En su último auto afirma que, "con toda claridad", los pagos realizados a la familia del vicepresidente arbitral "fueron para que ejecutara actos relativos al ejercicio de su cargo".
Entre sus funciones se incide en que puntuaba a los árbitros "condicionando su ascenso o descenso, ya fuera por su influencia general como vicepresidente y la ascendencia sobre otros miembros del Comité Técnico de Árbitros". Según ha podido conocer EL ESPAÑOL de fuentes de la investigación, los llamados delegados informadores y su relación con Enríquez Negreira también están en el punto de mira tanto del magistrado como de la Guardia Civil.
Estos delegados informadores eran claves por su función de puntuar a los árbitros, de forma completamente subjetiva, en cada partido. Estas notas servían para ascender o descender de categoría, aunque después siempre podían ser corregidas por el CTA con el llamado "índice corruptor" que ya citó el juez en otro auto anterior.
Según los testimonios de varios árbitros a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Enríquez Negreira contaba con un grupo de delegados informadores de máxima confianza. "Si te quería fastidiar te ponía a uno de su cuerda", afirmó un excolegiado que prefiere mantener el anonimato a este periódico.
El juez ya pidió a la Real Federación Española de Fútbol el listado completo de estos delegados informadores durante la etapa de José María Enríquez Negreira en el CTA. El objetivo es poder identificarlos e investigar la relación, tanto personal como profesional, que tuvo cada uno de ellos con el vicepresidente de los árbitros durante los años en los que el FC Barcelona realizó los pagos.
La Guardia Civil registró este jueves las oficinas del CTA en la sede de la RFEF. Según fuentes de la investigación, se solicitaron las actas de las reuniones entre otros muchos documentos. Las pesquisas quieren descifrar el opaco funcionamiento del organismo y recabar la información oficial sobre las notas que Enríquez Negreira y sus compañeros ponían a los colegiados.
En su escrito, el juez vuelve a poner de manifiesto que Negreira "tenía la condición de funcionario público a efectos penales dado que desempeñaba funciones públicas como vicepresidente del CTA, entre otras las relativas a las calificaciones de los árbitros y a los ascensos y descensos de árbitros".
La investigación quiere conocer el grado de ascendencia que tenía Negreira sobre los delegados informadores y si podía influir también en esas notas de cada partido. Las puntuaciones iban del 0 al 10 en cada encuentro y después la dificultad del mismo añadía entre 0 y 2 puntos adicionales.
Este grado extra de complejidad arbitral no estaba puesto de antemano, sino que dependía de cómo hubiera sido el partido (faltas, penaltis o expulsiones). Es decir, todo era según criterios subjetivos que favorecían la manipulación de las notas por parte de los dirigentes.
Cuando tocaba dar las notas a mitad o final de temporada, Negreira era el encargado de "leer la cartilla" a los colegiados. Si estaban en el Grupo 1 podían ascender de categoría o ser internacional en caso de los de Primera. Los del Grupo 2 eran los que ni bien ni mal, una zona tranquila. En cambio, si el dirigente arbitral daba la noticia de que un trencilla estaba en el Grupo 3, eso quería decir que descendía o estaba en peligro de bajar de categoría.
Los decimales eran importantes para los árbitros. De ellos dependían lo que cobraban, ya que la diferencia entre estar en Primera o en Segunda era abismal. También, los más allegados a Villar, Sánchez Arminio y Enríquez Negreira, podían ver recompensada su lealtad con la internacionalidad. El hecho de pasar a esta categoría significaba un aumento de sueldo al que sólo unos pocos podían llegar.
El juez aseguró que hubo una "corrupción sistémica" en el arbitraje español y los delegados informadores formarían también parte de ella. Estos nombres, casi todos desconocidos para periodistas y aficionados, estaban a las órdenes de Enríquez Negreira y, al menos un grupo de ellos, podían haber ejecutado órdenes del vicepresidente arbitral según las pesquisas.
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Los delegados informadores también se solían reunir con el árbitro antes y después del partido para conversar sobre el encuentro. Estas reuniones también están bajo investigación, por si se produjeron algún tipo de condicionamiento sobre el arbitraje de los colegiados.
Este jueves el magistrado Joaquín Aguirre también ha imputado un delito de cohecho tanto al FC Barcelona como a Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, José María Enríquez Negreira y su hijo Javier Enríquez Romero.
Para este delito se contemplan condenas más graves (entre 3 y 6 años de cárcel) que el delito de corrupción entre particulares (entre 6 meses y 4 años), que es el que había atribuido hasta ahora a los presuntos implicados.