Había Liga, sí. Y también muchas otras cosas que jugarse. El Madrid, nada más y nada menos que depender de sí mismo para ganar la competición. Por eso, precisamente, no rotó. Zidane eligió al sustituto de Bale (James) y su equipo hizo lo que convenía con el resto de titulares en liza: ganar con un gol de Marcelo en el minuto 85 -una "victoria excitante" (2-1), como la definió el técnico francés-. Otra vez in extremis. Como en aquella final primigenia en Lisboa. Aquel fue el primer derbi de Champions; el último se disputará este miércoles. Y su rival, el Atlético, también llegará después de una victoria contundente: una manita contra Las Palmas en Gran Canaria (0-5). Y con todos enchufados: Saúl, el héroe de las semifinales la pasada campaña, Torres, Gameiro y Thomas. Y también Griezmann, aunque no marcara. Todos.
El buen momento rojiblanco no mengua el favoritismo del Madrid. El equipo de Zidane es el candidato a pasar a la final. Eso es así. Llega como colíder de la Liga y como vigente campeón de Europa. Pero también, tras ganar al Atlético en los tres últimos enfrentamientos en la Champions League: la final de Lisboa, los cuartos de final de hace dos temporadas y la final de Milán. Llegará, no obstante, sin Bale, pero con todos sus teóricos sustitutos en un gran estado de forma: Isco, Asensio y James. Este último, titular en la victoria contra el Valencia.
Pero bien, tras su victoria, se pueden sacar dos conclusiones claras. Por un lado, el Madrid sigue siendo el de siempre, el de las remontadas, las victorias en los últimos minutos y la fe. Unas veces con Ramos como protagonista y otras, como ante el Valencia, con Marcelo o cualquier otro. Y, por otro lado, sigue siendo el equipo que, durante algunos tramos del partido, se duerme. Lo hizo también contra el Valencia: adelantándose en el marcador, dejándose llevar hasta el gol de Parejo y buscando la remontada a toda prisa al final del partido.
Su virtud (la fe), su debilidad (la poca constancia) y su gran fortaleza: todos funcionan en el Real Madrid. Lo hacen los teóricos titulares, con Benzema y Cristiano a la cabeza (autor de un gol ante el Valencia y de los cinco tantos contra el Bayern) en buena forma, pero también con todos los secundarios. Ese segundo equipo que, con Isco como abanderado de su juego, hizo las delicias contra el Deportivo (2-6). Pero, sobre todo, su idilio con la Champions, a la que venera, pero también acompaña como equipo con más títulos (11). Eso es lo que lo hace favorito. Al menos, para clasificarse para la final de la Champions.
EL ATLÉTICO MÁS REGULAR (Y GOLEADOR)
Al otro lado, el Atlético asoma sin estridencias, pero con la certeza de encontrarse en un buen momento. Durante este 2017, tan solo ha perdido cuatro partidos: Barcelona (ambas por 1-2), Las Palmas en Copa del Rey (2-3) y el Villarreal (0-1). Todas ellas en casa. Fuera, todavía no ha perdido este año. Y lo mismo le ha ocurrido contra el Madrid en sus dos únicos enfrentamientos este curso: cayó en el Calderón (0-3) y empató en el Bernabéu (1-1).
Esa regularidad, buscada durante toda la temporada, le ha llegado ahora al Atlético de Madrid. Esa es su fortaleza, el músculo que exhibe de cara al partido contra el Madrid de este martes. Allí llegará tras recuperar el gol en Las Palmas (0-5). Justo cuando más se le criticaba la falta de puntería, el conjunto rojiblanco ha subido al marcador un resultado que llevaba 66 años sin conseguir: desde que le hiciera otra manita al Zaragoza (0-5) en 1951.
No obstante, no es casual que el Atlético haya recuperado el gol ahora mismo. La vuelta de Gameiro, lesionado durante el último mes, ha provocado ese cambio. En gran parte, porque él fue el autor de dos de los cinco tantos de su equipo en el Estadio de Gran Canaria. Y lo ha hecho junto a Griezmann, su compatriota, “con el que se entiende muy bien” -Koke dixit- y aquel que pidió que no lo quitaran en Leverkusen, cuando hizo su mejor partido de este curso.
Buenas condiciones, por tanto, para un partido al que Simeone llegará sin Carrasco –la lesión de la clavícula le podría permitir estar ante el Eibar, pero no contra el Madrid- y, posiblemente, sin Giménez, que ha vuelto a lesionarse del abductor cuando mejor estaba. Su vuelta, como mediocentro y central, ha traído consigo la mejor versión de su equipo. Pero eso es pasado. Simeone no podrá contar con él, pero sí con muchos otros que llegan en igual de buen estado de forma: Torres, que también marcó ante Las Palmas y, sobre todo, Saúl, también autor de un gol y héroe común de Champions. ¿O alguien es capaz de olvidar su gol ante el Bayern en las semifinales de la pasada temporada?
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