Zidane ha cambiado su discurso. Por primera vez en los más de 20 meses que lleva en el Real Madrid se negó a considerar a la 'BBC' como intocable, como así la había denominado varias veces durante todo este tiempo. Benzema, Bale y Cristiano habían sido siempre sus ojitos derechos. En condiciones normales jugarían siempre. Su teoría siempre acabó siendo práctica. Cumplió lo que dijo. Los tres, cuando estaban incluso a medio gas, jugaban.
Ahora, con el comienzo de la Liga ya presente (el Madrid se estrena ante el Deportivo en Riazor, 22:15 horas), Zidane abre la vía a que este año la 'BBC' no sea tan sagrada. "Aquí no hay equipo A y B, hay jugadores importantes, todos queremos lo mismo y siempre va a haber cambios en el equipo", aseguró el técnico francés. Algo está cambiando, aunque por otra parte no, porque ya el año pasado hubo bastantes rotaciones.
En parte, la pérdida de inmunidad de la 'BBC' se puede deber más a los factores que han ido surgiendo que a un propio deseo del entrenador. Entre lesiones y sanciones, el tridente de ataque, con el que el Real Madrid ha ganado tres Champions, no ha podido coincidir en muchos partidos. Los continuos problemas físicos de Bale provocó que el galés no estuviera en todo el tramo final de la temporada pasada y la incorporación tardía de Cristiano a los entrenamientos supuso que tampoco coincidieran en la pretemporada. La posterior sanción al portugués por su empujón a De Burgos Bengoetxea obliga que, hasta finales de septiembre, la 'BBC' no pueda coincidir en un partido.
En Riazor estarán Bale y Benzema, pero no Ronaldo, cumpliendo el segundo de los cinco partidos de sanción. El primer partido de Liga sería una buena oportunidad para dar la titularidad a los que, a priori, parten como suplentes en el inicio de la temporada: Nacho, Theo Hernández, Dani Ceballos, Lucas Vázquez... Pero Zidane es muy imprevisible y puede seguir dando minutos a los que ya vienen de jugar en la Supercopa de España.
Esa política de rotaciones será la tónica general de la temporada, aunque con la duda de si los cambios llegarán de golpe como la anterior temporada o irá mezclando a sus futbolistas, sin tener dos equipos dentro de una plantilla tal y como dijo este sábado, día en el que reafirmó su predilección por el torneo de la regularidad.
"De largo creo que ganar la Liga fue lo mejor que me ha pasado en mi carrera. Sabemos que es un título muy complicado y ganarlo en la última jornada después de 38 partidos es excepcional", explicó Zidane, que añadió que "ganar la Champions es especial, pero la Liga es particular". Esta temporada será otra vez el gran objetivo. Ganar la Liga es el mejor ejemplo de demostrar ser un equipo sólido y regular. El Madrid también tiene necesidad de confirmar su poderío y cerrar la idea de que no todo fue cosa de un solo año.
Un Barça convulso
En el otro lado, el Barça iniciará su Liga dos horas antes que los blancos. Será ante el Betis (20:15 horas) en un partido claramente marcado por los atentados del pasado jueves. A un Camp Nou blindado no saltarán Messi, Busquets o Ter Stegen. Ellos jugarán, pero sus nombres no tendrán hueco en las camisetas. En su lugar se leerá 'Barcelona'. Todos se llamarán así.
Centrándose en el fútbol, los culés arrancan la Liga en un estado preocupante, porque, hasta ahora, todo les ha ido mal: en el plano deportivo, donde cayeron claramente ante el Real Madrid en la Supercopa, y en el extradeportivo, con la plantilla enfrentada a la directiva y con un Ernesto Valverde con un perfil tan bajo que nadie cuenta con su opinión.
Servirá el estreno liguero para saber hasta que punto afecta todo eso en el campo y como resuelve las numerosas e importantes bajas que tiene. Al Barça le faltará Suárez, Iniesta y quizá Piqué. Pero sobre todo le falta Neymar, ya fuera desde hace muchos días, incapaz los culés de levantarse a su salida. El club catalán vive todavía en shock, incapaz de reaccionar. No llegan Coutinho ni Dembélé, la respuesta a su inferioridad es Paulinho y el trauma cada vez se hace mayor.
El peligro para Madrid y Barça serán un Deportivo aún incompleto y un Betis totalmente renovado. Los gallegos vuelven a vivir del peligro de Florin Andone, que arrastra molestias, y a Pepe Mel todavía le faltan jugadores. Además, el equipo coruñés no tendrá a figuras clave como Emre Çolak, Carles Gil y Valverde.
El Betis, con Quique Setién al frente, es otro al que terminó la temporada pasada en mayo. Fichajes como Javi García, Camarasa, Guardado, Sergio León, Ryad Boudebouz o Tello mejoran considerablemente lo que había. Los cuatro primeros jugarán en el Camp Nou. Son un peligro real para el Barça este domingo.
Arranca la Liga para los dos grandes favoritos a un torneo que según pasen las jornadas se podrá ver si es de uno, de dos o de tres. El Atlético también tendrá que decir mucho.
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