Toca ponerse en contexto para comprender lo ocurrido. Tiempo extra, Griezmann recibe la pelota en el centro del campo, el público le anima a seguir para irse al ataque y el francés se detiene en seco. Se para y manda callar a la grada. Hace un gesto de silencio e intenta perder tiempo hasta el final para que su equipo se haga con la victoria (el partido iba 1-0). Ahí se acaba todo. ¿Hay polémica por ello? En parte, sí; en parte, no.



El público, aupado por las ganas, le pidió al francés que continuara para quitarse el sufrimiento. Con un segundo gol, el Atlético habría cerrado el partido y le habría ahorrado a la grada un posible sofocón en los últimos minutos. Eso por parte de la afición. Al otro lado, el Griezmann hacía bien en guardarse la pelota y no ir al contraataque. Su equipo, en ese momento, lo que necesitaba era perder tiempo hasta el final. Eso sí, le sobró el gesto.

En cualquiera de los casos, exista la polémica (o no), el Atlético se hizo con la victoria con un gol de Correa en la segunda mitad, un misil que fue a parar a la escuadra. Y con este resultado y estos tres puntos, el equipo de Simeone se asegura prácticamente quedar segundo en la Liga esta temporada.

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