Carreño, de la lesión que casi le retira a discípulo de Ferrero y heredero de Nadal en los JJOO de Tokio
El asturiano se llevó el bronce en los JJOO contra todo pronóstico. Pablo Carreño casi dice adiós en 2012 y, tras mucho trabajo, ha triunfado con España.
31 julio, 2021 17:02Pablo Carreño (Gijón, 1991) ganó al número uno del mundo, Novak Djokovic, y se llevó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. El tenista asturiano sorprendió durante todo el torneo y arrebató al serbio una medalla que parecía tener casi asegurada. Con heroica y mucho sufrimiento, el tenista español sacó la garra y el impulso de todo un país para acabar roto en lágrimas ante un logro para el recuerdo. Un premio a una carrera complicada y que hace una década pudo haber acabado.
El tenista de 30 años ha realizado unos Juegos para enmarcar, eliminando a grandes del circuito ATP que han acudido con sus respectivos países. Entre ellos Medvedev, número dos del mundo, que fue víctima de Carreño en cuartos de final en un partido solventado en tan solo dos sets. El ruso Khachanov le apartó del camino a la final y, por tanto, de las opciones de ganar un oro. Podía haberse derrumbado y más al ver que su rival sería Djokovic, número uno del mundo. Lejos de desganarse, hizo bien todo lo que le salió mal en semis.
Carreño desquició a un Nole que terminó hasta rompiendo su raqueta. En tres sets y con presión final, el asturiano consiguió la quinta medalla de España en los Juegos Olímpicos de Tokio, el segundo bronce y la primera en toda su carrera. Un sueño del que no quiere despertar y en el que han participado muchos actores. Desde Juan Carlos Ferrero hasta el simple destino.
El tenista natural es natural de Gijón, afincado en Barcelona y curtido en Alicante. Comenzó a despuntar en el tenis siguiendo los ejemplos de Juan Carlos Ferrero y David Ferrer. Sus inicios, de hecho, se produjeron en el Real Grupo de Cultura Covadonga, una especie de club polideportivo donde Carreño empezó a coger la raqueta y que durante todos los Juegos le ha apoyado como si de una grada de animación se tratara.
A los 15 años, confirmado que tenía potencial, se trasladó a Barcelona junto a un mito del tenis español como Javier Duarte, que fue entrenador del equipo de Copa Davis en el 2000. Y, de ahí, se acercó a la Comunidad Valenciana para probarse con los mejores. Entrenamientos con Ferrer y acercamientos con Ferrero. Carreño, convencido, se sumaría a la disciplina de Equelite Sport Academy, un centro de alto rendimiento comandado por Ferrero y con sede en Alicante. Desde entonces, se han sucedido tanto logros como momentos duros. Un debut en ATP con 17 años, seis títulos en el circuito, una Davis y una lesión que pudo cambiar la historia y, por ende, quitarle la medalla de bronce a él y a España.
2012, al borde del adiós
Siempre se dice que la mayoría de estrellas tienen una historia de superación detrás. Y Pablo Carreño no es menos. El asturiano estuvo muy cerca de decir adiós al tenis hace casi 10 años, cuando unos dolores de espalda le obligaron a pasar por quirófano y replantearse toda su vida. Operarse y arriesgar toda su carrera o seguir sufriendo hasta olvidar las complicaciones. Eligió el mejor camino, se operó y en 2021 es medallista olímpico en el título más importante de su vida en el tenis.
Fue en 2012 cuando Carreño tuvo que tomar la decisión, con mayúsculas. Apenas tenía 20 años y un futuro prometedor. Pero una hernia discal le frenó en seco. Carreño no aguantaba, no podía casi ni caminar sin dolor. El más mínimo gesto, incluso coger algo del suelo, era un suplicio para el asturiano. Tenía que pasar por quirófano y el resultado podía no ser del todo positivo. Mejorar, sí. ¿Jugar al tenis? Era una incógnita. Pese a todo, Carreño se puso en manos de los médicos.
La tensión era tal que Carreño se temió lo peor. Como buen sportinguista, los grandes siempre tienen un significado. Y Manolo Preciado, un dios del fútbol asturiano, apareció en su camino al quirófano. "El que me estaba llevando en la camilla me anunció que esa noche había muerto Manolo Preciado [...]. No fue muy oportuno que digamos", reconoció con algo de humor en La Nación. Pero todo salió bien. Carreño tenía una historia que escribir.
El tenista pasó por situaciones habituales. Primero, la de no recuperar su nivel y desesperarse. Segundo, la de asumir que nada iba a ser igual y que necesitaba mucho trabajo y algo de suerte para intentar ser el mismo de antes. Y tercero, recuperar la ilusión en la pista para acompañarse de triunfos. Tras una sequía desde 2012, en 2013 llegó el mejor Carreño: 4 ATP Challenger en ese año, otros tres en 2014 y dos en 2015; tres finales ATP Dobles y dos títulos de iguales características 2016... Una evolución constante con seis títulos ATP desde 2016. Operarse fue lo correcto.
Una medalla sorpresa
España perdió muchas esperanzas para los Juegos Olímpicos cuando Rafael Nadal comunicó que no acudiría a Tokio. El tenista balear, leyenda y medallista en anteriores citas, decidía priorizar su forma física y renunció tanto a Wimbledon como a los Juegos. "Es una decisión que nunca resulta fácil de tomar y tras escuchar mi cuerpo y hablar con mi equipo entiendo que es la decisión acertada", informó en su momento. La noticia era complicada para él, pero España veía como se escapaba lo que aparentemente podía ser una seria opción de medalla. Un duro golpe difícil ante el que era difícil recomponerse.
La Federación dio los nombres del equipo olímpico y Pablo Carreño, junto a Davidovich, Andújar y Carballés, serían los representantes nacionales en Tokio. Buena lista, pero lejos de poder competir por las medallas. Comenzó el torneo y los resultados acompañaron tanto en masculino como en femenino. También destacaba Davidovich, que solo se vio expulsado de los Juegos Olímpicos cuando se encontró con Djokovic. Y ahí se inició la jornada negra.
En el lado femenino caían Muguruza y se retiraba Badosa por un golpe de calor. Pablo Carreño se quedaba en solitario en busca de las semifinales. Los cuartos serían la gran prueba. Y la superó con creces al ganar en dos sets a una estrella como Medvedev. Ahora sí, la sorpresa se había consumado y Pablo Carreño tenía en su mano -y raqueta- darle a España una medalla. Ganar semifinales era asegurarla, pero esta vez no tuvo suerte y en una jornada para el olvido cayó ante Khachanov. Era la hora del todo al bronce.
Djokovic, número uno del mundo y enfadado tras caer ante Zverev. El escenario no podía ser más complicado. Pero, para más de uno, esos ambientes de tensión y heroica son los que impulsan la garra interna. Carreño comenzó fuerte, sufrió en el segundo set y se divirtió en el tercero. Había ganado el bronce y se coronaba como medallista olímpico.
UN BRONCE QUE SABE A ORO
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) July 31, 2021
¡PABLO CARREÑO CONQUISTA UNA MEDALLA HISTÓRICA ANTE EL NÚMERO UNO!
Espectacular, @pablocarreno91 pic.twitter.com/EfolJxnyfE
Su nombre, por mucho que a casi nadie le diera esperanzas antes de Tokio, estará junto al de una leyenda como Rafael Nadal en la historia del tenis español más reciente. El balear se llevó el oro en Pekín y también en Rio, donde se llevó los dobles junto a Marc López. Ahora, casi cinco años después, Pablo Carreño suma un bronce y permite olvidar la baja de Nadal a todo un país.