Fernando Alonso y Carlos Sainz, contra el muro en Australia

Fernando Alonso y Carlos Sainz, contra el muro en Australia

F1

Así fueron los accidentes de Fernando Alonso y Carlos Sainz que provocaron su abandonos en el GP de Australia de F1

La lluvia fue protagonista en el primer Gran Premio de la temporada de F1 y provocó muchos accidentes y abandonos, entre ellos los de los dos españoles.

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La temporada de Fórmula 1 comenzó de manera accidentada para Carlos Sainz y Fernando Alonso en el Gran Premio inaugural celebrado en Australia.

Ambos pilotos españoles debieron abandonar la competencia debido a incidentes provocados por las difíciles condiciones meteorológicas en Melbourne, escenario que abrió el Mundial 2025 con numerosos percances sobre el asfalto mojado.

La cita australiana, disputada en el Circuito de Albert Park, mostró desde el inicio su dureza, evidenciada por una intensa lluvia que dejó la pista resbaladiza y peligrosa.

Ya antes del comienzo oficial, la competición había registrado su primer abandono, protagonizado por el joven piloto francés Isack Hadjar (Racing Bulls), quien quedó fuera durante la vuelta de formación tras perder el control de su vehículo.

Carlos Sainz, en su debut oficial con Williams tras abandonar Ferrari a finales del pasado campeonato, partió desde la décima posición con expectativas moderadas pero con la esperanza de remontar posiciones pese a la dificultad de la lluvia.

Sin embargo, la carrera apenas había comenzado cuando Sainz perdió el control del monoplaza al final de la vuelta inicial. El madrileño sufrió un repentino deslizamiento en la última curva, impactando con violencia contra las barreras protectoras y poniendo fin inmediato a su participación en la prueba inaugural del calendario.

A través de la comunicación radial, Sainz comentó a su equipo haber sufrido una repentina "subida de potencia" justo antes del incidente, circunstancia que complicó el manejo de su vehículo, enviándolo directamente hacia las protecciones.

El abandono del madrileño contrastó drásticamente con su brillante desempeño en este mismo circuito la temporada pasada, cuando se adjudicó una heroica victoria apenas dos semanas después de someterse a una cirugía urgente por apendicitis.

Pocos momentos antes del incidente de Sainz, la carrera vivió otro momento crítico cuando el piloto local Jack Doohan, de Alpine, perdió igualmente el control en la quinta curva durante la primera vuelta, sumándose así a la lista creciente de abandonos y ratificando la complejidad de las condiciones climáticas sobre la pista australiana.

Alonso, contra el muro

El drama para los españoles continuó con Fernando Alonso, quien inició desde el duodécimo lugar con la clara intención de escalar posiciones y meterse en los puntos.

A medida que avanzaba la carrera, Alonso logró progresar y situarse décimo después de 34 vueltas, un desempeño notable considerando lo complicado del trazado mojado y las frecuentes salidas del coche de seguridad.

Sin embargo, justo cuando parecía que el asturiano podía consolidarse en las posiciones de puntos, sufrió un incidente en la salida de la curva número siete. Al tocar ligeramente el piano mojado con exceso de confianza, Alonso perdió la adherencia, lo que provocó un trompo y lo envió directamente contra el muro de contención.

A pesar de que el bicampeón mundial salió ileso del accidente, su Aston Martin quedó completamente inutilizado, lo que forzó inmediatamente una nueva salida del coche de seguridad y determinó su abandono de la prueba.

Este inesperado retiro significó el cuarto abandono registrado en Australia después de los de Hadjar, Sainz y Doohan, consolidando una carrera especialmente complicada marcada por la inclemencia del tiempo. Aunque el del asturiano no sería el último abandono, tras él Bortoleto y Lawson también tuvieron que dejar la carrera.

Un riesgo conocido 

Fernando Alonso ya había advertido en la víspera sobre los peligros que implicaba correr bajo lluvia en Albert Park, haciendo énfasis en las dificultades particulares de este trazado semiurbano.

"Si finalmente llueve, será realmente difícil porque en Melbourne no hay rectas puras, siempre estamos ligeramente girando, y la visibilidad puede ser un problema", anticipó el español en declaraciones previas a la carrera.

Precisamente, la visibilidad limitada, combinada con una pista húmeda y traicionera desde el arranque, hizo que muchos pilotos tuvieran que extremar precauciones, mientras otros quedaron atrapados en incidentes imposibles de evitar.

El circuito australiano, con 5.278 metros y catorce curvas, dejó en evidencia lo implacable que puede llegar a ser una carrera inaugural bajo circunstancias climatológicas extremas.

Los comisarios retiran el coche accidentado de Isack Hadjar

Los comisarios retiran el coche accidentado de Isack Hadjar Reuters

La pista nunca llegó a secarse del todo, manteniéndose deslizante durante toda la carrera, lo que añadió tensión a cada curva y aumentó considerablemente el grado de incertidumbre entre los equipos participantes.

Después de la caótica apertura de temporada en Australia, los pilotos y escuderías se preparan ahora para el segundo desafío del calendario, el Gran Premio de China, que se celebrará entre los días 21 y 23 de marzo en Shanghái.

Allí, además, los equipos deberán enfrentar el primer fin de semana del año bajo el formato sprint, lo que supondrá otra exigente prueba para los pilotos españoles en su objetivo por recuperarse del complicado inicio experimentado en Melbourne.