Ni él mismo se esperaba certificar matemáticamente el título de campeón del mundo de MotoGP en el Twin Ring Motegi, el circuito propiedad de Honda Racing Corporation (HRC) y en el que también se coronó en 2014. La idea de Marc Márquez era hacerlo en Phillip Island, donde este fin de semana se disputa el Gran Premio de Australia. Un trazado donde ganó la pasada temporada en una de las mejores carreras de la historia del campeonato del mundo de MotoGP, en la que hubo un sinfín de adelantamientos en la última vuelta entre los cuatro pilotos de cabeza y donde Valentino Rossi, al que Andrea Iannone sacó del podio, comenzó a ver cómo se le escapaba su ansiado décimo título mundial.
“Ya he recuperado la voz y estamos vivos después del karaoke del domingo. La celebración fue bien porque estuvimos solos con el equipo y la gente que ha trabajado para cumplir el sueño de este año. El lunes me pasé todo el día durmiendo antes de volar a Melbourne. El miércoles tuve el pre evento de Dorna en el Melbourne Cricket Ground y después nos vinimos para acá”, relata un Márquez mucho más relajado después de unos días intensos. “Ahora vamos a disfrutar de estas tres últimas carreras del campeonato. Hay que ganar carreras y terminar en el podio como mínimo, aunque tengo que controlarme porque en 2014 acabé en el suelo en circunstancias similares. Tenemos que controlar la motivación extra. Si no se gana no pasa nada, porque la fiesta el domingo se hará igual”, explica el flamante campeón del mundo de MotoGP que, desde el domingo, ha recibido un sinfín de felicitaciones.
“He recibido muchas por Twitter de gente como Iniesta, Gasol… Contesté uno a uno y también recibí vídeos de los fans. Muchos estaban muy emocionados, más que yo, y me gustó mucho. También recibí la llamada de mi madre, que no pudo venir a Japón”, señala Márquez, que todavía no ha recibido la felicitación de Il Dottore: “Aún no nos hemos visto, pero sí que me he visto con Jorge y me ha felicitado. Te felicitan, pero si pueden te intentan ganar en la pista [risas]. Yo creo que Valentino es profesional y lo hará, pero no hemos coincidido. Creía que estaría en la rueda de prensa, porque está luchando por el subcampeonato con Jorge, pero no pasa nada y hay días. En cualquier caso, se agradecen las felicitaciones; sobre todo como las de Jorge, que aparte de decir que eres el merecedor, sabe ver la parte de realidad en la que sufrimos a principios de año”.
Rossi, que se cayó en el séptimo giro de la carrera de Motegi, desveló que tiene roto el dedo meñique de su mano izquierda. “Al final resultó que estaba roto, pero no será un impedimento para pilotar. El problema es que tiene una pinta muy fea”, bromeó el piloto italiano de Yamaha, quien reconoció que todavía no ha felicitado a Márquez. “Aún no le he visto y por eso no he podido felicitarle. Supongo que lo veré aquí”, concluyó Il Dottore, a quien le preocupan las nada halagüeñas previsiones meteorológicas.