El pasado 23 de octubre Alessandro ‘Alex’ Zanardi celebró su 50 cumpleaños poniendo su fotografía junto a la definición de superación del diccionario. Si un día un hijo pregunta a sus padres por el significado de la palabra superación, éstos deberían mostrarle una imagen de Zanardi.
Dicen que los grandes pilotos nunca pierden la sensibilidad de un pie derecho que pisa a fondo un acelerador ante curvas imposibles. Esas donde el resto de los humanos por instinto frenarían para salir corriendo ante el riesgo que cada curva de un circuito tan complicando y exigente como Mugello, la pista donde Zanardi acaba de agrandar su leyenda.
“Ha sido mi primera vez en un coche de carreras desde hace más de un año, mi primera vez en Mugello desde hace años y mi primera vez en el BMW M6 GT3”, comentaba tras su toma de contacto con su montura
Momentos después, Alex Zanardi se clasificaba tercero, era sexto en la primera carrera del Campeonato GT y en la segunda se proclamaba campeón absoluto demostrando que el paso del tiempo no afecta a su velocidad al volante. Desde su infancia el piloto y atleta paralímpico sentía como la velocidad y el espíritu de competición corría por sus venas, llevándole construirse su primer kart a los 14 años con el que comenzó una carrera que le llevaría hasta la Fórmula 1, pasando la CART americana donde ganó dos campeonatos consecutivos antes de regresar a la F1 de la mano de Williams.
El accidente le amputó las piernas pero Zanardi se puso en pie
El carácter de Alex Zanardi había metido en el bolsillo al público norteamericano que sintió un gran vacío cuando el doble campeón abandonó la CART para volver a la Fórmula 1, con la que tenía una cuenta pendiente.
Desafortunadamente para el italiano, la Williams de 1999 no era ni de lejos el equipo que ganó el Mundial en el 97, provocando la salida del piloto que volvió dos años más tarde a los Estados Unidos. En su retorno a las CART, durante una de las citas europeas de la categoría americana en Lausitzring, Zanardi salía de boxes tras realizar su último repostaje y tras desconectar el limitador su monoplaza perdió de forma extraña el posterior, realizando un trompo sobre la hierba que le despidió hacia pista en el momento que dos pilotos llegaban a la curva 1.
El primer de ellos evitó la colisión, pero Alex Tagliani no pudo evitar al Mo Nunn Racing de Zanardi, protagonizando una espeluznante colisión causando severos e irreparables daños en las piernas del piloto tras partir en dos el monoplaza construido por Reynard con motor Honda.
Lo que para muchos hubiera sido el fin para Zanardi, fue tan sólo un punto y seguido en su camino. Tan solo tres meses más tarde, el piloto italiano acudió en silla de ruedas a la gala de premios de la mítica revista Autosprint donde, tras recibir una emotiva ovación de diez minutos por parte del público, el piloto se alzó en pie ante la mirada atónita de los asistentes. “Doy las gracias a todos los que me han apoyado, a los que me han enviado correos electrónicos y cartas a las que no podía responder. Todavía no puedo caminar, pero este es un primer paso”.
La platea entera cayó rendida, incluido Michael Schumacher, y hasta los presentadores enmudecieron. Zanardi había vuelto, nunca se había ido y el emotivo momento lo relató el mismo protagonista en medio de una sonrisa que marcaba el gentil carácter de un gran personaje: “Estoy tan emocionado que me tiemblan las piernas”.
Caminó, compitió y ganó en circuitos y JJOO
Años más tarde, Alex Zanardi volvió con un coche adaptado a la pista donde perdió las piernas para completar las 13 vueltas que le faltaron para cruzar la meta. El piloto habría perdido su pie derecho pero nunca la velocidad. Durante la prueba rodó tan rápido que hubiera podido clasificarse quinto de haberse realizado la carrera ese día.
La velocidad no le había abandonado, con lo que su carrera estaba lejos de finalizar. Continuó compitiendo y ganando carreras en el WTCC y posteriormente se impuso en el Campeonato Italiano de Superturismo.
Tras estrenarse como presentador en la RAI, el piloto dirigió su mirada a los Juegos, compitiendo en la categoría de bicicletas de mano, donde conquistó 2 oros y 1 platas en los JJOO de Londres. De nuevo este año, en Río de Janeiro, igualó su palmares anterior, que se une a los 8 oros y dos platas adjudicados en los mundiales de carretera entre 2011 y 2015.
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