Orlando Ortega se va de vacío de los Europeos de atletismo en pista cubierta que se disputan en Belgrado. El atleta hispanocubano sólo ha podido ser séptimo en la final de los 60 metros vallas, donde ha tenido lugar su peor carrera en lo que va de año. Con un tiempo de 7.64 segundos, una de las grandes bazas de medalla de la delegación española ha tropezado hasta con tres vallas en su camino hasta la meta. Allí se ha impuesto el británico Andy Pozzi, gran favorito al oro (7.51), con la plata para el francés Pascal Martinot-Lagarde (7.52) y el bronce para el checo Petr Svoboda (7.53).
Tras la prueba, el vigente subcampeón olímpico en 110 metros vallas declaró a TVE que sus sensaciones ya habían sido malas desde las semifinales, en las que se clasificó segundo de su serie con un tiempo de 7.59. "No fue mi día. Así son las carreras de vallas", sentenció Ortega.
Siete meses después de dar al atletismo español la primera medalla (plata en 110 metros vallas) en los Juegos Olímpicos de Río, nada salió bien en tierras serbias. Se santiguó, se afirmó en los tacos y salió aceptablemente, pero careció de la fluidez de sus mejores días, tropezó en la penúltima valla y no estuvo en la pelea por las medallas.
"Hoy no fue el día. 60 metros es un abrir y cerrar de ojos, es muy difícil remontar. No me sentía bien ya en semifinales, no era yo. Sentí una sensación muy extraña. El objetivo principal es el Mundial de Londres", comentó el atleta habanero. Ortega ha cuajado una gran temporada invernal, con dos récords de España (el último, 7.48) y la victoria en el Indoor World Tour.