Geoffrey Kipkorir Kirui se sobrepuso a un momento de crisis cuando sostenía en cabeza un mano a mano con el etíope Tamirat Tola para dar a Kenia el quinto título mundial de maratón, con un tiempo de 2h08:27. Tola tuvo que conformarse con la medalla de plata (2h09:49) mientras por detrás el tanzano Alphonce Simbu, quinto en los Juegos de Río, progresó hasta la medalla de bronce con 2h09:51.
España, segunda por número de oros en Mundiales (dos de Abel Antón, uno de Martín Fiz), volvió a tener al segoviano Javi Guerra como su mejor hombre, decimoséptimo -cuarto europeo- con 2h15:22, lo que le da plaza fija para la próxima edición de los Mundiales. En Moscú 2013 fue decimoquinto y decimotercero en Pekín 2015.
El británico Callum Hawkins fue cuarto con 2h10:17. Europa no gana una medalla desde el bronce del suizo Viktor Röthlin en 2007.
Con un parcial de 14:43 minutos en los cinco kilómetros que van del 30 al 35, Kirui, el hombre con mejor marca de los cien que salieron (2h04:11 este año en Dubai), se reveló inalcanzable en la fase decisiva de la carrera, que discurrió por el centro de Londres.
Cien corredores, 21 de ellos con marcas inferiores a 2h10 -entre ellos el español Javi Guerra- tomaron la salida a las 10.55 horas con viento ligero, 18 grados y un 68 por ciento de humedad para dar cuatro vueltas a un circuito con salida y llegada en Tower Bridge, pasando por el Parlamento y la catedral de St Paul. Un trazado que el maratonista español Carles Castillejo describió como "ratonero, muy similar al de los Juegos Olímpicos 2012, con curvas, adoquín y subiditas".
Por primera vez en un gran campeonato los dos maratones -masculino y femenino- se disputaban el mismo día y por vez primera las medallas se entregaban fuera del estadio.
Ayad Lamdassem se dejó ver en posiciones delanteras al principio, mientras Javi Guerra e Iván Fernández marchaban más arropado en el grupo, que pasó el km 5 en 15:57 con el italiano Daniele Meucci, campeón de Europa en 2013, a la cabeza.
En ausencia del campeón olímpico, el keniano Eliud Kipchoge, y del campeón mundial, el eritreo Ghirmay Ghebresslasie, que se reservaron para una carrera mejor remunerada en otoño, los etíopes tenían una buena oportunidad para recuperar el título dieciséis años después de la victoria de Gezahegne Abera en Edmonton.
Transcurridos 10 km (15:36) la carrera se aceleró. El keniano Gideon Kipketer alargó zancada y forzó la primera selección. Los tres españoles sobrevivieron al primer corte.
El etíope Tamirat Tola, bronce olímpico en 10.000 en Río, asestó el primer golpe serio que, mediada la prueba (1h05:28), formó en cabeza un trío con Geoffrey Kirui -ganador este año en Boston- y Kipketer, aunque este último, una "liebre" muy solicitada, comenzó a flaquear poco después.
Por el medio maratón Guerra iba en el puesto 23 con 65:41, Ayad Lamdassem 29 con 65:59 e Iván Fernández 31 con 66:05. El eterno duelo entre Kenia y Etiopía estaba servido con media carrera por delante. Por detrás Kipketer hacía la goma y el grupo se desgranaba.
Pasado el km 30, ya en el último giro al circuito, Tola atacó a su compañero de fuga, primero tímidamente, mirándole para ver su reacción, y luego resueltamente. El etíope se fue alejando, pero Kirui estaba lejos de rendirse. Volvió con su rival y lo remató con un cambio de ritmo ganador poco antes de pasar el km 35 en 1h46:11.
Kirui pudo darse el lujo de hacer los últimos 500 metros saludando al público. Era la quinta medalla de oro para Kenia en esta disciplina de los Mundiales y la octava en total para el país africano
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