Aldo Martínez es la sombra de Ilia Topuria porque no se despega de él en cada training camp desde hace varios años. Incluidas sus preparaciones para las peleas contra Alexander Volkanovski y Max Holloway, las cuales terminó con el cinturón de campeón del peso pluma de la UFC en la cintura del hispanogeorgiano. Aldo puede llegar a pasar ocho meses seguidos dándole los 'buenos días' y las 'buenas noches' jornada tras jornada, como esta última vez.
Tan intensa es la unión entre Ilia y Aldo que sus caminos se separan por completo las semanas posteriores a cada combate. "Solo le he escrito un mensaje ahora que estoy aquí en Madrid", nos confiesa el preparador de Topuria, también conocido como el 'Doctor Aldo'. Eso sí, no tardarán en volverse a poner manos a la obra, previsiblemente en diciembre, para empezar a preparar el siguiente reto del 'Matador': el UFC España.
El paso por la capital de Aldo Martínez, cuya residencia habitual está en Alicante, no es casual. Presenta 'Optimízate: Lo único imposible es aquello que no intentas' (Kitaeru), su primer libro en el cual comparte su historia de superación personal y las claves para obtener un cambio positivo que aplica a sus deportistas —no solo a Topuria, sino también al futbolista Raúl Albiol o al boxeador José Quiles—, además de personas anónimas.
EL ESPAÑOL se sienta a hablar con el Doctor Aldo, que antes quiere dejar un sentido mensaje: "Quiero dar mi más sincero pésame a todos los afectados por la DANA, que me afecta muy directamente porque es Valencia, es mi Comunidad Valenciana [Aldo es de Alicante]. Darles todo el apoyo y el ánimo posible, y este fin de semana estaré allí ayudando y aportando mi granito de arena en todo lo que pueda".
P.- ¿Cómo surge la idea de escribir este libro?
R.- Surge a partir de una propuesta de Anaya. Me ofrecieron ser embajador de su nuevo sello editorial, llamado Kitaeru, que en japonés significa "forjarse a uno mismo" o "forjar el carácter". Me sentí muy identificado con esta idea porque me he ido formando y forjando a mí mismo a lo largo de los años, en un camino que ha sido largo y que hoy me da más visibilidad. Aunque sigo siendo el mismo, he trabajado mucho para llegar hasta aquí, y en el libro narro estos cambios y la evolución que he experimentado en mi vida, así como los pasos que he seguido para lograrlo. Creí necesario plasmarlo en papel para compartirlo con otros. Yo me sentí perdido en la adolescencia y en la universidad, y quiero que los jóvenes, especialmente aquellos que no encuentran satisfacción en sus estudios o en sus decisiones, vean el cambio como una oportunidad, no como un fracaso.
El libro también incluye una segunda parte que presenta historias de personas conocidas, como Ilia Topuria, Raúl Albiol, José Mari Bakero y 'The Titan Fit', referentes en sus áreas. Pero además, cuenta historias de personas menos conocidas pero igual de inspiradoras, que han vivido experiencias que dejan mensajes valiosos sobre la superación y el esfuerzo.
Un capítulo de 'Optimízate' lo dedica al tema del acoso escolar, tomando el ejemplo de Raúl Valdesuso, uno de los fisioterapeutas de Ilia Topuria, que lo sufrió cuando llegó a España desde Cuba. Sus compañeros se burlaban, y cuenta que eso fue muy duro para él en una etapa tan vulnerable como la adolescencia.
Sin embargo, Raúl logró sobreponerse a esa experiencia y se convirtió en uno de los fisioterapeutas más destacados a nivel internacional. "Su historia es un testimonio importante de resiliencia y crecimiento, y me enorgullece contar con él y con otros profesionales como Fran Ortega y el Dr. Beneito en el equipo de Topuria".
P.- El deporte siempre estuvo muy presente en su vida, pero como cuenta en el libro, su acercamiento a las MMA y los deportes de combate es casi casual. Cuénteme sobre esto.
R.- Comenzó en 2004, mientras terminaba mi tercera carrera, Ciencias de la Actividad Física. Para entonces ya preparaba a personas para las oposiciones a Policía Nacional, un trabajo que llevé a cabo durante años y que incluía también entrenar a grupos reducidos de bomberos, guardias civiles y otros aspirantes a cuerpos de seguridad, e incluso a algún alumno de mi instituto que quería ingresar en el Ejército. Durante este tiempo, uno de mis alumnos, Andrés, tenía un compañero en la Policía, Jorge Juan, quien había escuchado sobre mi trabajo y vino a buscarme para que lo entrenara. Jorge había sido campeón de España de karate y era muy persistente. Aunque en un primer momento no podía atenderlo debido a mis estudios, su insistencia hizo que finalmente aceptara y comenzamos a trabajar juntos.
Le llevaba la preparación física y lo ayudaba a organizarse tanto en su entrenamiento como en su vida diaria. Esta preparación culminó cuando participó en las Olimpiadas de Policías, Bomberos y Fuerzas de Seguridad, un evento internacional que reúne a algunos de los competidores más fuertes del mundo. A pesar de llegar lesionado, gracias a su esfuerzo y a la estrategia que trazamos, Jorge ganó la medalla de oro. Su éxito empezó a atraer a otros deportistas de contacto a mi círculo, y así, poco a poco, fueron llegando boxeadores, karatekas, judocas...
P.- Explíqueme entonces cómo Ilia Topuria llega a su vida.
R.- Fue durante este tiempo cuando conocí a Ilia, que en aquel entonces era un chico de 17 años con un enorme potencial y una actitud muy abierta al aprendizaje. Ilia decidió unirse a este grupo diverso y experimentado, en el que todos se nutrían de la experiencia de los demás.
Mi incursión en los deportes de contacto comenzó así como preparador físico, alrededor de 2011. Aprovechaba también mi formación en psicopedagogía y mi interés en la nutrición para brindar un enfoque completo a cada atleta, abordando aspectos físicos, nutricionales y psicológicos. Cada persona que entreno, ya sea deportista o no, se convierte en mi responsabilidad: su objetivo se vuelve mi objetivo, y cada reto lo tomo como propio.
P.- Ilia habla en el prólogo de su rol coordinando a todo el equipo. ¿Cómo es esa tarea con tantas personas que lo formáis?
R.- Ilia ha puesto toda la carne en el asador, y creo que eso es clave. En el libro hablo sobre lo importante que es eliminar los 'peros' a la hora de perseguir un objetivo, y eso es algo que Ilia ha aplicado de manera excepcional. Ha creado un equipo rodeándose de los mejores profesionales en cada área: entrenadores, nutricionistas y expertos en rendimiento, todos comprometidos con llevarlo al máximo nivel.
Hace un par de años yo quería hacer un máster de Director de rendimiento, pero él me sugirió que en lugar de matricularme, que lo hiciera con él y me dio todas las competencias que me lo facilitaron. Entonces, empecé a coordinar todo para su combate contra Bryce Mitchell, pues tratando con el Performance Institute y con el departamento de nutrición, con Glenn Castro, y organizando horarios, entrenamientos...
La tecnología ha sido una gran aliada en este proceso, y hemos implementado recursos avanzados, como cámaras hiperbáricas de alta presión para optimizar su recuperación. Me confía su salud. Y mi trabajo se puede ver hasta cuando acaba el combate con Holloway, que voy corriendo a ponerle hielo.
"La próxima tecnología que vamos a utilizar con Topuria son unos sensores que estimulan el timo"
Así es mi trabajo, y siempre trato de estar en constante evolución, estudiando y estando en contacto con los mejores. Te puedo adelantar la próxima tecnología que vamos a utilizar, que son unos sensores que estimulan el timo para fortalecer el sistema inmunitario y reducir el riesgo de enfermedades, lo que es fundamental en las etapas previas al combate. Siempre estoy pensando en cómo incrementar, aunque sea un pequeño porcentaje, el rendimiento de mi deportista.
P.- ¿Hay semejanzas entre lo que puede ser un training camp de Topuria y la preparación de un opositor u opositora a Policía?
R.- La preparación de un opositor, como la de un atleta de alto rendimiento, sigue principios similares de disciplina, planificación y perseverancia. En ambos casos, el éxito no depende solo de tener metas claras, sino de estar completamente decidido a alcanzarlas, eliminando cualquier excusa o 'pero' del camino. En el libro incluyo un decálogo donde desarrollo esto, que es aplicable tanto al deporte como a la preparación de oposiciones.
Lo primero es tener un plan claro y estructurado. Igual que Ilia se rodea de un equipo completo de especialistas en su training camp, un opositor también necesita contar con buenos preparadores en cada área que debe dominar. Yo trabajaba como preparador físico para opositores, pero luego estos también acudían a otros expertos en la teoría, psicotécnicos...
La disciplina es otro aspecto esencial en ambos casos. Hay un proverbio: 'Con el tiempo, la disciplina gana al talento'. Tener talento o inteligencia puede ayudar, pero sin disciplina, el progreso se estanca. Se debe mantener una rutina constante y, aunque puede resultar monótona, es la diferencia entre lograr o no los objetivos. La dedicación diaria, sin excusas, es lo que realmente marca la diferencia, y esto aplica igual para alguien que busca una plaza en la Policía o para un campeón mundial.
Además, en ambos casos es importante ir adaptando y ajustando el entrenamiento a las circunstancias personales, como sucedió con Emilio, una persona que estaba 'desahuciada', que le operaron de hernias discales y le dijeron que jamás iba a volver a correr. Con él trabajamos en etapas, fortaleciendo primero en el agua y avanzando hasta el punto en que logró metas que parecían inalcanzables, como correr 10 kilómetros y practicar defensa personal.
P.- ¿Qué conclusiones saca de este training camp que sean diferentes a los anteriores?
R.- La conclusión más clara de este último training camp es que la experiencia acumulada y el registro meticuloso han hecho que la preparación sea mucho más predecible y controlada. Después de cada campamento, dedico horas a revisar datos y analizar cada detalle, lo que me ha permitido ir puliendo un método que ya sabemos que funciona. En este caso, al tener registros detallados de combates previos y de todos los aspectos de la preparación —como el peso, la aclimatación y la recuperación—, la planificación fue mucho más fluida.
Una diferencia clave fue la decisión de alojarnos fuera del hotel del evento, lo cual favoreció que Ilia estuviera más relajado, en un entorno apartado de las presiones. La experiencia de preparaciones anteriores en diferentes climas y condiciones nos permitió adaptarnos rápidamente al entorno de Oriente Medio. La aclimatación fue más natural, y la organización resultó tan precisa que, aunque siempre estoy pendiente de cada detalle, en esta ocasión todo se sintió menos tenso y más bajo control.
Hemos llegado a un punto donde el método para llegar a la bajada de peso y recuperación está tan afinado que ya es casi una 'fórmula'. Esta confianza en los datos y en el proceso ha sido una de las grandes lecciones de este training camp y confirma el valor de analizar cada detalle y aprender de cada experiencia. Con cada campamento, el proceso se refina, y la sensación es de un control que permite enfocarse totalmente en el combate, minimizando imprevistos.
"Hubo muchos momentos mágicos en el UFC 308 de Abu Dabi, como estar haciendo saunas a la 1 de la mañana"
P.- Está muy presente también en los instantes de antes y después de las peleas de Topuria. ¿Con qué momento concreto se quedaría de lo vivido en el UFC 308?
R.- Hay un montón de cosas que podría decir, y si tuviera que destacar un momento concreto, me quedaría con algo que para mí fue mágico. Fue el traslado desde el hotel al estadio. En ese momento, íbamos Ilia, su mujer [Giorgina Uzcategui], su hermano [Aleksandre Topuria] y yo enfrente de ellos. También un cámara que grababa para la segunda película.
'Gio' nos hizo hablar a cada uno. Era mágico escuchar a Ilia, a Gio, a Alek, que es también una persona inteligentísima y un grandísimo deportista. Me preguntaron si estaba nervioso, respondí que en absoluto, porque habíamos trabajado muchísimo, y nadie había trabajado más que nosotros. Sabía que Ilia iba a ganar, no lo dudaba ni por un segundo. Y luego se hizo una oración.
Hay un montón de momentos mágicos. Estar haciendo saunas a la 1 de la mañana, eso es... (ríe). Teníamos que adaptarnos a un horario completamente diferente, ya que el combate originalmente iba a ser después del Clásico y nos tocó estar activos entre las 11 de la noche y las 2 de la mañana. Antes de las 3 de la mañana no se acostaba nadie, que es algo fuera de lo normal, pero era lo que había que hacer para adaptar al cuerpo.
¿Y qué más? Pues cuando estábamos en la villa y nos acompañaban los rezos, también. Todo ha sido totalmente diferente, cada training camp tiene su esencia. En mi caso, a veces digo que la vida es un training camp, porque hago uno tras otro, y en los últimos años está siendo una constante como modo de vida.
P.- ¿En cuánto tiempo puede estar listo Ilia Topuria para volver a pelear?
R.- Lo que él decida, bien estará. Su inteligencia lo define y él tomará las decisiones que deba tomar. Lo que vamos a preparar es el UFC España, cuando descanse lo que él considere. Yo siempre estoy preparado. Y haremos el siguiente training camp como nos define: de la mejor manera posible para dar espectáculo a todo aficionado que ama el deporte.
P.- Y para acabar. ¿Cuáles son ahora sus propias metas?
R.- Mi vida ha sido una constante meta. Una detrás de otra. Una meta era llegar con mi deportista a lo más alto, y cuando [Ilia] gana a Volkanovski me sentí un poco perdido en el sentido de decir: 'Ya he llegado'. No me había planteado nada más. Estaba tan concentrado en el trabajo que tampoco había pensado en la repercusión que podía tener en España, y cuando llegué fue algo... Me propusieron un montón de cosas, entre ellas escribir 'Optimízate', y es lo que he hecho con gran amor porque va destinado a todas las personas, para todas las edades, para todos los gremios, porque va a aportar algo en sí.
Mis metas son mejorarme a mí mismo siempre, necesito ser una mejor versión, que de ello hablo también en el libro, y se lo aconsejo a todo el mundo.
¿Qué es para ti el éxito?
En el epílogo del libro, Aldo Martínez propone al lector escribir su definición del éxito junto a las de los otros protagonistas de 'Optimízate'. El periodista de EL ESPAÑOL compartió la suya propia ("El éxito es irte cada día a dormir satisfecho con tu persona, hayan salido mejor o peor las cosas, y satisfecho con aquello en lo que puedas intervenir en la vida de la gente que te rodea") y Aldo también aportó su visión:
"He tenido la suerte de conocer personas increíbles, más o menos conocidas. Cada una te va a aportar algo, cada una de las definiciones de éxito, en este caso. Con este libro y atendiendo a las experiencias que he tenido, para mí [el éxito] era poder llegar a todas las personas y poderles aportar algo. Aportar ese granito de arena que las haga mejor, que las haga salir de alguna situación o tener alguna herramienta para paliar alguna adversidad que les aparezca en su vida.
Poder aportar. El éxito para mí es poder sumar en las personas que me rodean y en este caso, con este libro, para todos los lectores que lo tengan en sus manos y puedan disfrutar de él".