Roger Federer llegó a descomponerse. En los octavos de final del Masters 1000 de Miami, el suizo se encontró con un Roberto Bautista serio y lanzado que le obligó a exprimirse en dos desempates durante casi dos horas (7-6 y 7-6) para llegar a cuartos y jugar ahora con Tomas Berdych, vencedor 6-3 y 7-5 del francés Mannarino. Para doblar las rodillas del español, el campeón de 18 grandes necesitó subir varias marchas, competir al límite y bailar con sus propios nervios.
“Ahora mismo estoy caliente por la derrota, pero creo que he podido hacer en la pista lo que había planteado antes de jugar”, analizó el castellonense minutos después del partido, rojo como una boca de incendios y con el sudor cayéndole a chorros por la frente. “Estoy un poco jodido porque he tenido mis oportunidades en el primer set, Federer concede pocas y no las he aprovechado”, añadió Bautista, que lógicamente se acordó de ese saque perdido con 5-4 en la primera manga. “Hemos jugado dos horas y a una intensidad muy grande. Ahora mismo estoy dolido por la derrota, pero puedo salir contento del torneo porque lo he dado todo”.
Antes de despedirse, Bautista se vació. El español, que había perdido los cinco partidos anteriores con el suizo, peleó su suerte en el encuentro con descaro, atacando a Federer antes de que Federer le atacase a él. Así consiguió arrebatarle el saque y colocarse 5-4 en la primera manga (perdió la ventaja inmediatamente). Así consiguió mantenerse enganchado al cruce todo el segundo set, llegando a otro tie-break. Así tuvo ocasiones de derribar al suizo, que escapó por la vía de siempre: el talento para romper enfrentamientos apretados.
“Federer tiene un talento fuera de lo normal”, dijo el español, elogiando a su contrario. “Su primer saque es casi imposible de restar, aunque no se hable mucho de ello. Quizás, las condiciones de aquí me beneficiaban un poco para jugar contra él porque la bola estaba más pesada y me daba más tiempo”, siguió. “Eso me ha facilitado llegar un poco mejor a sus tiros, que su saque corriese un poco menos de lo normal. He jugado muy agresivo, de tú a tú, y por momentos lo he logrado. He luchado hasta el final, he jugado lo mejor que he podido”, aseguró el español.
“Bautista ha hecho un gran partido”, reconoció el número seis del mundo. “Ha sido ofensivo cuando pudo, pero también ha defendido muchas de los buenos tiros que conseguí. No he podido jugar tan inspirado como otros días. Al margen de su actuación hoy, tiene todo mi respeto. He visto su trabajo semana a semana, día a día, punto a punto… es un jugador super profesional", se despidió el suizo, que sumó su victoria número 16 del año.
“Lo que me había costado anteriormente con Federer era poder disfrutar y hoy lo he conseguido por momentos haciendo mi tenis", analizó Bautista. "Es un paso adelante para mí. He mejorado. Mi tenis ha subido un escaloncito y eso es lo importante. Aunque tenga 28 años soy un jugador que nunca se ha parado. Ese es mi objetivo: levantarme cada día con motivación por ir a entrenar y mejorar las cosas".
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