Cuando Rafael Nadal es considerado como el mejor deportista español de la historia no es solo por sus títulos. El pasado domingo, en Toronto, el tenista balear logró su el título número 80 de su carrera tras vencer en la final del torneo canadiense a Stefanos Tsitsipas por 6-2 y 7-6 (4). El joven tenista griego se plantó en la primera final de un Masters 1.000, pero no logró superar a un Nadal que sufrió para llevarse las dos mangas.
El título agranda aun más la leyenda de Nadal, pero son sus gestos los que convierten a de Manacor en un tenista como pocos. Y es que a pocos juegos de finiquitar la final el español tuvo un gesto de deportividad made in Nadal.
Tsitsipas se disponía a servir cuando desde la grada un espectador gritó, provocando así que el tenista griego fallara el primer saque. Sus quejas hacía el juez de silla fueron evidentes. Fue entonces cuando Rafa se dirigió al árbitro para que el punto se repitiera, un gesto que fue aplaudido por la grada y que engrandece aún más a un Nadal que parece no tener techo a sus 32 años.
Casi perfecto en los Masters
Cuando muchos daban por acabado a Rafa Nadal el español sigue dando alegrías a golpe de raqueta. El número 1 del mundo ha disputado esta temporada 18 partidos de Masters, de los que ha ganado 17. Su único borrón fue en los cuartos de final de Madrid, cuando el balear cayó ante Dominic Thiem por 5-7 y 3-6, que a la postre perdió en la final ante Zverev por un doble 6-4.
Hay que destacar que el último Masters 1.000 de Rafa Nadal en pista dura fue hace justo cinco años, concretamente en el torneo de Cincinnati, donde derrotó en la final a estadounidense John Isner por 7-6(8) y 7-6(3).