Nadal sigue progresando en Roland Garros: sólida victoria ante Moutet

Corentin Moutet, seguidor de Rafael Nadal desde muy pequeño, se levantó dispuesto a cumplir un sueño y se encontró siendo el protagonista de una pesadilla. La noche del miércoles, demasiado fresca para estar tan cerca de junio (16 grados), vio cómo el francés se deshacía de impotencia ante su público, maniatado sin cuerdas y desanimado por una realidad tan contundente como un bloque de cemento: en la Philippe Chatrier, salvo contadas ocasiones, siempre manda Nadal. El español (6-3, 6-1, 6-4) avanzó a la tercera ronda sin problemas y se citó con Botic Van De Zandschulp (6-4, 7-6, 3-2 y abandono de Fabio Fognini) por una plaza en la segunda semana del torneo. [Narración y estadísticas]

“Estoy en la tercera ronda de Roland Garros sin perder un set, con lo cual es un buen comienzo de torneo”, celebró Nadal, que al ganar sumó 300 victorias en Grand Slam. “Las cosas se podían haber hecho mejor, pero también mucho peor. Soy consciente de que es un trabajo diario de ir esforzándome día a día y buscando el camino al nivel que necesito para darme opciones de seguir adelante en el torneo”, continuó. "Por momentos he jugado a un buen nivel y esto es positivo. Hay que confirmarlo mañana en el entrenamiento y seguir mejorando. Tengo que estar listo para el viernes porque tendré un rival difícil”.

Moutet, de 23 años, abrió una puerta a su contrario el día previo al enfrentamiento entre ambos: el francés reconoció que dormía con la icónica camiseta sin mangas que Nadal utilizó durante sus primeros años en Roland Garros. Ese recuerdo separó todavía más al aspirante del favorito, idolatrador e idolatrado a mucha distancia en el terreno mental. Por eso, una vez el cruce se puso en marcha, solo existió el campeón de 21 grandes. 

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Zurdo como Nadal, el francés sufrió de salida para mantener su saque y el encuentro se desniveló desde el arranque. Como el primer día ante Jordan Thompson, el mallorquín ofreció una versión alejada de la derrota ante el canadiense Shapovalov en Roma, sin gestos de dolor en su pie izquierdo ni dificultad para desplazarse por la pista. Compitiendo sin grilletes, Nadal demostró de nuevo que está bien posicionado para aspirar a todo si sigue evolucionando como los últimos días.

Ante Moutet, y pese al despiste final en la tercer manga (el francés arrancó 2-0 y luego le arrebató el servicio al español cuando sacaba por la victoria con 5-4), Nadal exhibió señales para soñar con lo más grande. Y eso es otra Copa de los Mosqueteros.

“Me encontré bien con la derecha”, aseguró el número cinco mundial. “He conseguido coordinar el drive cruzado con el revés. Hay camino por recorrer para seguir mejorando, pero no estamos tan mal”, insistió. “Ahora tengo un rival complicado [van de Zandschulp] que lleva jugando a un gran nivel durante todo el año, con un golpeo de bola potente y limpio. Tendré que seguir jugando mejor si quiero tener opciones. El partido me va a poner en perspectiva de donde estoy porque ya es un contrario de envergadura. Con ganas de jugar el partido”.