Carlos Alcaraz celebra su pase a la final de Roland Garros

Carlos Alcaraz celebra su pase a la final de Roland Garros Reuters

Tenis

Alcaraz y el simbolismo de ganar Roland Garros: una venganza para Nadal y una nueva era en el tenis

El murciano puede confirmar a lo grande el nuevo ciclo del tenis español en la tierra batida donde Rafa dominó durante catorce ediciones.

9 junio, 2024 01:52

El de este domingo no es un partido cualquiera. Puede que sea una final más de las decenas que ha vivido Roland Garros desde la primera en 1891, cuando el torneo tan sólo se limitaba a la participación de tenistas inscritos en clubes franceses, pero la de este 2024 tiene algo de simbólico flotando en el aire. 

Carlos Alcaraz se medirá a Alexander Zverev y el torneo contemplará a su primer ganador inédito desde hace ocho años. En 2016 Novak Djokovic se convirtió en el rey de la tierra batida de París por primera vez, y desde entonces tan sólo él y Rafa Nadal habían sido capaces de alzar la copa en la Philippe-Chatrier.

La pista central de Roland Garros presenciará un cambio de ciclo que es cada vez más evidente y que está a punto de llevarse al Big Three por delante. Con Nadal eliminado en primera ronda y con Djokovic aquejado de una lesión en pleno torneo, la competición está siendo un reflejo de la realidad que vive el tenis en los últimos tiempos. 

Carlos Alcaraz celebra un punto ante Tsitsipas.

Carlos Alcaraz celebra un punto ante Tsitsipas. REUTERS

Ya hay un nuevo panorama mundial que dejará a Jannik Sinner como número 1 del mundo tras Roland Garros pase lo que pase en la final. Y hasta Carlos Alcaraz podría ascender al segundo puesto en el ranking ATP si consigue hacerse con el torneo, desbancado así de un plumazo el liderato de Djokovic.

Precisamente 'Carlitos' tiene en su mano la posibilidad de suceder a Rafa Nadal de una manera muy simbólica. Recobrar el trono de la tierra batida francesa para España después de tantos años de dominio de Rafa en la Philippe-Chatrier, y hacerlo además vengando al verdugo del balear en la primera ronda, sería un guion perfecto.

El nuevo orden mundial

Suena raro, pero en la final de Roland Garros no están ni Rafa Nadal ni Novak Djokovic. Es la primera vez que se da esta circunstancia desde la edición de 2009. En aquella ocasión fueron Roger Federer y Robin Söderling los protagonistas del partido definitivo, pero que hay que remontarse todavía más, hasta 2004, para encontrar una final sin ninguno de los componentes del Big Three.

Lo de este domingo será, por lo tanto, un escenario histórico e icónico que refleja que en el tenis, como en el resto de deportes, los años pesan y los genios, por muy buenos que sean, también acusan el paso del tiempo. 

Rafa Nadal se topó con Alexander Zverev, precisamente uno de los aspirantes al título, en primera ronda. El ranking del tenista balear le jugó una mala pasada y el cuadro deparó un enfrentamiento durísimo a las primeras de cambio ante el que no pudo resistir. Y es que Zverev atraviesa seguramente el momento más dulce de su carrera deportiva.

La imagen del tenista balear dejando a las primeras de cambio ese torneo que ha dominado con puño de hierro durante tanto tiempo fue impactante. En el aire, eso sí, la posibilidad de que aquel encuentro no haya sido el último de su carrera deportiva en Roland Garros.

Lo que sucedió con Djokovic tampoco fue una casualidad. La temporada del serbio ya venía cruzada por una serie de problemas que le han hecho ir escogiendo muy bien sus participaciones, pero una lesión de rodilla le dejó fuera de juego pese a que había conseguido el pase a las semifinales del torneo.

Djokovic, en el suelo tras su lesión en Roland Garros.

Djokovic, en el suelo tras su lesión en Roland Garros. REUTERS

Quizás en otro momento de su carrera deportiva podría haber resistido para disputar las semifinales. Quizás ni siquiera se habría lesionado. Pero la realidad dice que el serbio, pese a que va a aguantar el número 1 hasta este mismo domingo, va cuesta abajo desde hace tiempo.

La consecuencia de todo esto es un cambio en lo más alto del ranking ATP. Djokovic perderá el número 1 después del buen torneo de Sinner, y si Alcaraz levanta Roland Garros podría incluso caer hasta la tercera plaza. Los 22 años del italiano o los 21 del español contra los 37 de 'Nole'. Las cifras cantan.

La venganza perfecta

El tenis español también evidencia un cambio de ciclo desde hace un tiempo. Después de mucho tiempo contado con Rafa Nadal como santo y seña, el balear ni siquiera pudo superar la primera ronda en Roland Garros en el que puede ser su último año como tenista en activo.

Fue duro y extraño ver perdiendo a las primeras de cambio a quien ha dominado hasta en catorce ocasiones en Roland Garros, al que ha hecho de la Philippe-Chatrier su refugio de confianza desde 2005. 

Rafa  Nadal abandonando la Philippe Chatrier de Roland Garros.

Rafa Nadal abandonando la Philippe Chatrier de Roland Garros. Reuters

Fue Alexander Zverev su verdugo y ahora el relevo de Rafa Nadal en el tenis español, Carlos Alcaraz, puede conseguir que todos los astros se alineen para cerrar el círculo en esta edición de Roland Garros.

'Carlitos' se mide a Zverev en la final, en la que será la primera final de Roland Garros para ambos. De esta forma, pese a que no sea por medio de Nadal, el tenis español puede volver a recuperar su sitio en la tierra batida de París si Alcaraz consigue llevarse la victoria en la final. 

Esto supondría seguir agrandando la leyenda y confirmar este cambio de ciclo que ya es un hecho en el tenis nacional. Pero no sólo eso, sino que la forma de hacerlo además tendría su parte de literatura. Derrotar a Alexander Zverev en la final, el hombre que cortó el camino de Rafa en su posible última temporada como profesional, sería la manera perfecta de vengar a Nadal y de cerrar el círculo para abrir uno nuevo.