El Cultural

Antonio Skármeta

"Tenemos mucho que hacer los chilenos por salvar nuestra dignidad"

17 octubre, 1999 02:00

El día 29 Skármeta estrena un programa de televisión por cable, sobre libros, claro. Acaba de romper además diez años de silencio con La boda del poeta (Areté). Y sí, el éxito de Ardiente paciencia (El cartero de Neruda), le cambió la vida. Nada nuevo. En el 73 lo hizo Pinochet.

Pregunta: Ha tardado diez años en publicar esta novela. ¿Por miedo al folio en blanco, falta de imaginación?
Respuesta: Los molinos de los dioses muelen despacio. No importa cuánto se tarde en escribir una novela, lo que cuenta es que se lea rápido, que emocione, divierta y haga pensar.
P: La sociedad cultural española le parece....
R: Sexy.
P: ¿Y la crítica?
R: Sagaz.
P: Ha dicho que cree en la literatura realista, porque cuando uno se muere, se muere, no sale volando. ¿No le dan pena los imitadores de Gabo?
R: ¿Por qué me van a dar pena si son inofensivos y felices? Además, ya Berceo hacía volar a los naúfragos difuntos.
P: ¿El éxito de Ardiente memoria condicionó su escritura?
R: Fue la confirmación de un camino personal seguido con total independencia de sus resultados a lo largo de años y libros. El hecho de que El cartero... esté publicado en veinticinco idiomas y sea un éxito mundial afina el sentimiento de responsabilidad autoral y uno perfecciona su expresividad para que las nuevas obras resulten a los lectores tan entrañables como aquella. Esa es la pasión que me condujo a La Boda del Poeta.
P: ¿Y su vida?
R: Cuando se tiene como yo diez kilos de más, y diez mil pelos de menos, no es prudente rechazar el glamour que da el éxito.
P: ¿Qué tal se le da el baile?
R: Voulez vous dancer avec moi, madame?
P: Dicen que el día de su cumpleaños hay música en su casa, que bailan incluso el himno nacional. ¿A ritmo de vals, de lambada, pasodoble?
R: Oh, sí. Con compases marciales y champagne Pommery en las cantimploras los comensales trepamos a la cordillera vestidos de soldados y nos precipitamos al vacío descerebrándonos con entusiasmo. Pensamos que es una iniciativa pionera y ejemplar para los militares.
P: ¿Bailó alguna vez con la más fea?
R: Sí. Una vez. Era una princesa polaca millonaria en París, y escribí para ella este twist de exquisita rima.
P: La protagonista de El baile..., recién casada, se enamora de otro. ¿Son los amores difíciles los mejores?
R: Sospecho que se refiere a la protagonista de La Boda... Le remito a lo que dijo Goethe: "El amor es algo ideal, el matrimonio una cosa real, y la confusión de lo real con lo ideal no queda impune".
P: ¿Cuál es su pasión imposible?
R: Cambiar cuerpo de 58, por 2 de 29.
P: La poesía es de quien la necesita, no de quien la escribe, asegura el protagonista de El cartero... ¿Cuál es su poeta necesario y por qué?
R: El secreto de la gran poesía es sentir nostalgia de lo que se tiene. Habitar poéticamente es vivir intensa y fraternalmente sabiendo que todo es frágil y vulnerable. Son muchos los poetas geniales que expresan los infinitos matices de este sentimiento.
P: ¿Y el poema?
R: San Juan de la Cruz: "Y abatime tanto tanto/que fui tan alto tan alto/que le dí a la caza alcance".
P: En 1973, tras el golpe de Pinochet, se instaló en Berlín. ¿Cómo logró soportar la nostalgia?
R: Con sexo, sudor y lágrimas. Más las obras completas de Heinrich von Kleist, de quien es el epígrafe que abre La Boda ...: "¡Cuántas cosas se agitan en el corazón de una mujer que no son para ser mostradas a la clara luz del día!"
P: Isabel Allende explicó a EL CULTURAL que no necesitaba ver a Pinochet en la cárcel, que sólo quería que pidiera disculpas... ¿Y usted?
R: Isabel Allende es una persona muy generosa.
P: ¿Puede un pueblo olvidar un pasado tan terrible impunemente?
R: Claro que puede. Chile encontró un camino a la democracia que transitaba por la impunidad. Hasta que el mundo nos puso delante un espejo implacable donde pudimos ver nuestro propio rostro. Nos sacamos excelente nota en Pragmatismo pero una muy pobre en ética. Tenemos que hacer mucho los chilenos por salvar nuestra vapuleada dignidad.
P: ¿Qué diría Neruda?
R: "Sube a nacer conmigo, hermano."
P: Está a punto de lanzar "La torre de papel", un programa de televisión sobre literatura que se emitirá por cable en Iberoamérica, España y Portugal. ¿Qué pretende hacer?
R: Mi información es que lo transmitirá el Canal People and Arts de Discovery a partir del 29 de octubre. Mi propósito es comunicar a telespectadores que no son lectores frecuentes la alegría y el placer que me provoca la literatura. Excitar la curiosidad del público hacia los autores y los libros de una manera informal, lúdica, proponiéndoles un espectáculo inspirado en imágenes literarias que matice la abrumadora oferta de programas comerciales y banales.
P: ¿Es la TV un género literario?
R: Para mí y el equipo que produce "La torre de papel", la televisión es un medio perfectamente capaz de expresar como los géneros literarios. Por ser un instrumento tan nuevo aún se desconocen sus maravillosas posibilidades. Al mismo tiempo, por ser un medio tan popular, aún merece la desconfianza de brillantes intelectuales que no entran a él para infundirle gracia e inteligencia.
P: Cine y literatura ¿son lenguajes tan diferentes?
R: Son lenguajes diferentes desde el momento mismo en que se escribe la primera palabra de una novela o un guión. En la narrativa se escribe para buscar lo que se quiere escribir. Es preciso crear un magma emocional desde el cual brotará la historia, luminosa entre las opacidades y turbulencias. En el guión hay que saber desde el inicio qué historia se va a contar. El final del film reclama que las partes se ordenen en función de él. No se puede dar un paso, sin saber dónde se dará el siguiente.
P: ¿Qué libro le gustaría llevar al cine y cuál cree que es inadaptable?
R: Me gustaría Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. Inadaptable: Rayuela de Cortázar.
P: ¿Y de los suyos?
R: Inadaptable: El twist de la polaca.
Adaptable: La Boda del Poeta.