El Cultural

Una afición heredada

Teatro

13 septiembre, 2000 02:00

Australia 2000

Sydney, Adelaida y Melbourne son las tres ciudades del continente que muestran una vida teatral más animada, sostenida por una gran afición. Un teatro que se caracteriza por llevar a escena a sus autores de hoy.

Frank Sinatra hablaba del público australiano como del más exigente que había conocido. Desde luego, sin afición no se podría mantener la gran vida escénica que muestran las grandes ciudades de este continente. Los australianos no sólo siguen siendo oficialmente súbditos de las Corona británica, sino que mantienen las tradiciones de su antigua metrópoli, como es la pasión por el teatro.

Sydney, Melbourne y Adelaida, y en menor medida Brisbane y Perth, acogen a numerosas compañías de teatro y danza que si bien reciben importantes ayudas de los gobiernos federal y estatales, es el público el que asegura sus principales ingresos. En Sydney se puede encontrar el teatro más innovador. Una de sus formaciones más sólidas es la Sydney Theatre Company, creada en 1978 y que hoy cuenta con tres escenarios (The Wharf, en el puerto de Sydney; el Drama Theatre; y el Playhouse, en la Sydney Opera House). Produce unas once obras al año, de teatro clásico y de autores australianos contemporáneos. Junto a Molière y Chejov, este año ha programado obras de dos de los dramaturgos contemporáneos más populares: David Williamson, que desde que hace treinta años cosechara un gran éxito con Dons's Party es la gran pluma teatral australiana definida por un satírico humor (ahora estrena Up for Grabs), y del fallecido y Premio Nobel de Literatura 1973 Patrick White, de quien se estrena Cheery Soul. Radicada también en esta ciudad está The Australian Ballet, compañía nacional de ballet con un repertorio que mezcla lo clásico con lo contemporáneo.

Sydney, sede del teatro más vanguardista

Sin embargo, son las formaciones independientes, desde las de acento gay a las que practican el teatro más vanguardista o defienden la cultura aborigen, las que dan carácter a la vida escénica de Sydney. Además, la ciudad es un polo de atracción para los artistas del sureste asiático. Todos los años, durante tres semanas del mes de enero, se celebra The Sydney Arts Festival, dedicado a la danza, el teatro, la música y las artes visuales. Este año, se ha organizado, del 18 de agosto al 30 de septiembre, el Olimpic Art Festival que incluye una programación de danza y teatro en la que figuran compañías extranjeras y nacionales. Entre estas últimas destaca la Australian Theatre for Young People (ATYP), formación a la que han pertenecido actores como Nicole Kidman o Ruth Cracknell, uno de los actores australianos de mayor popularidad. Aunque es el apartado de danza el que merece mayor protagonismo, con la presencia de compañías como la Bangarra Dance Theatre, formada por artistas aborígenes; o la del coreógrafo Graeme Murphy, que se inspira en la antigua Grecia para crear con la Sydney Dance Theater Mythologia.

Mel Gibson y Geoffrey Rush

Sin embargo, el festival más importante de los que se celebran en el continente es el Adelaide Fringe, de periodicidad bianual y que tiene lugar durante el mes de marzo. Reúne todas las artes y en el apartado de teatro atrae a un centenar de compañías nacionales y extranjeras, y sirviendo de trampolín a jóvenes autores como Raimondo Cortese, Louis Nowra, Richard Murpheto o John Romeril. En este festival se presentó, en 1966, una de las compañías estables de más proyección dentro de Australia, la State Theatre. Importantes directores han estado al frente de esta formación de la que han surgido intérpretes como Mel Gibson o Geoffrey Rush.

La tercera ciudad que disfruta de una vida teatral pujante es Melbourne, aunque sus compañías y artistas se inclinan por un teatro más conservador. Aquí está radicada la formación estable más antigua de Australia, The Melbourne Theatre Company, fundada hace 47 años y vinculada desde sus inicios a la universidad de la ciudad. Su repertorio insiste en los autores contemporáneos. También en el estado de Victoria se encuentra la Australian Shakespeare Company que, al contrario que la Bell Shakespeare Company, defiende el repertorio del dramaturgo inglés en un estilo tradicional.

L. P.