Image: Fernando Sánchez Dragó

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El Cultural

Fernando Sánchez Dragó

“Tengo un pie en la respetabilidad y otro en los bajos fondos”

7 noviembre, 2001 01:00

Medio buda, medio tuareg, Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936) es quizá el último heterodoxo, un "emboscado" anarcoindividualista que dice detestar tanto el poder que fingió ser analfabeto en la mili para que no le ascendieran a cabo. Sin embargo, hoy luce galones nuevos: desde hace meses es el director del Colegio de España en París. Además, para escándalo de bienpensantes, acaba de publicar una polémica Carta de Jesús a Juan Pablo II, y de reeditar, veinticinco años después, Gárgoris y Habidis, "un clásico, mal que les pese a algunos".

Pregunta: ¿No se cansa de provocar?
Respuesta: ¿Cómo voy a cansarme
de algo que nunca he hecho? La literatura es un ejercicio de sinceridad. Otra cosa es que mis ideas resulten provocadoras.
P: ¿En qué nos han engañado con la vida de Jesús?
R: En todo. Así de duro. Pero no puedo condensar 350 páginas en una línea.
P: ¿Con qué consecuencias?
R: Dos mil millones de personas nacen, viven y mueren en el seno de una impostura.
P: ¿En qué se diferencia su Jesús del que conocemos?
R: Mi Jesús no es el de la fe infantil, sino el del conocimiento reflexivo y adulto. Los niños, cuando crecen, dejan de creer en las hadas.
P: ¿Realmente "el judeo-cristianismo es la mayor impostura de la historia"?
R: Sí, lo es, pero no por sí mismo, sino por sus efectos. El judeocristianismo es la principal línea de fuerza de la historia universal. Con eso está dicho todo.
P: ¿Cómo se convierte su vida en una imitatio christi?
R: Escrutando mi conciencia y teniéndola tranquila. Nada en exceso. Trata el prójimo como a ti mismo. Imperativo categórico.
P: Su Jesús no nace en Belén, conoce los misterios de Dionisos, de Isis y Osiris, llega a la India... Tendrá pruebas, supongo.
R: Documentales, pocas, pero no menos que las aportadas por la Iglesia. Mis instrumentos de in-
vestigación han sido la lógica deductiva, la historia comparada de las religio-nes, el estudio de los mitos, del paganismo y de los 4 primeros siglos del cristianismo y el sentido común. No hay datos fiables sobre el Jesús histórico.
P: ¿No teme que le acusen de frivolizar?
R: Quien lo haga será un frívolo. Llevo 30 años estudiando el asunto. Le he dedicado tres obras. He leído centenares de libros. He recorrido 4 continentes. Es lo más serio que he echo en mi vida.
P: ¿Qué es lo peor que espera leer sobre su libro? ¿Y lo mejor?
R: ¿Lo peor? Que lo he escrito para armar jarana. ¿Lo mejor? Que he inquirido verdad y me he atrevido a proclamarla.
P: ¿Su Carta... demuestra que no se puede engañar a todos todo el tiempo?
R: Sí. Pero también intenta demostrar otras cosas más importantes. Y dialogar.
P: ¿No teme que vuelvan a considerarle un hereje?
R: Me inquieta su pregunta. ¿Alguna vez ha dejado alguien de considerarme hereje? Tendré que ser menos light en el futuro.
P: Hay quien cree que si no sale en los medios, no existe como escritor. Los editores hablan de cuentas y apenas de literatura...
R: Me asquea lo que sucede. Me gustaría haber sido escritor antes de Gutenberg.
P: ¿Sabe el poder que tiene su programa de televisión? ¿Cree que lo ejerce bien?
R: Créame: detesto el poder. Nunca lo he ejercido. En la mili dije que no sabía leer para que no me hicieran cabo.
P: ¿Por qué entrevistó a Aznar? ¿Imaginaba que iba a ser tan criticado?
R: Recibí muchos más elogios que críticas. Sólo me criticaron los progres: cuatro gatos. Ahora voy a entrevistar a Zapatero. ¿Qué dirán cuando eso pase?
P: En otro programa invitó a los de la Fiera Literaria. ¿Se lo han perdonado?
R: Rafael Conte, no.
P: ¿Por qué los programas culturales son maltratados, mientras se inunda al público de basura?
R: Porque los programadores tienen una idea pesimista de la especie humana.
P: ¿Por qué ha reeditado Gargoris y Habidis?
R: Ese libro, mal que le pese a algunos, es un clásico, y los clásicos tienen que estar
al alcance de los lectores. Sé que pagaré cara esta frase.
P: ¿Qué ha cambiado?
R: No he cambiado nada,
he añadido una introducción de casi cien páginas.
P: ¿En qué se diferencia el Sánchez Dragó de hoy del que escribió el libro hace 25 años? ¿Es más sabio, listo, más rico quizás, más libre?
R: Soy más sabio, menos listo, más rico en dinero, más pobre en tiempo e igual de libre.
P: ¿Se sorprendería de saberle director del Colegio de España? ¿Le consideraría un traidor?
R: No. He sido profesor en trece universidades de 8 países y agregado cultural en Nairobi. Soy Libra: un pie en la respetabilidad y otro en los bajos fondos.
P: ¿Por qué un hombre tan incorrecto políticamente asume un cargo público?
R: Se trata de un cargo cultural, y la cultura siempre es privada. Pero, además, soy un emboscado.
P: ¿Cree que podrá resistirse a la tentación de invitar "a los de siempre"?
R: ¿No ve Ud. Negro sobre blanco? Yo invito a todo el mundo, incluso a mis enemigos. Y así se convierten en amigos.
P: ¿Qué pensó, qué sintió, el 11 de septiembre?
R: Lamenté las víctimas, me alegré de los daños materiales (sólo materiales) sufridos por el Pentágono, pensé en los pobres de la tierra y me puse al cuello el pañolón de los palestinos. Luego me di cuenta de que asistía al principio del fin del Imperio.
P: ¿Cómo acabará todo esto?
R: Está explicado en mi último libro. Sea curiosa. Pruebe a leerlo.