Image: Carles Congost

Image: Carles Congost

El Cultural

Carles Congost

16 enero, 2002 01:00

La canción que voy a ser, 2001

Luis Adelantado. Bonaire, 6. Valencia. Hasta el 31 de enero. De 2.410 a 6.630 euros

Bajo el título Tendtation, se presenta una nueva entrega de la factoría Congost, consistente, por un lado, en una discordante secuencia de retratos y, por otro, en una excelente vídeo-proyección. De entrada, nos encontramos ante fotografías de gran formato, algo que no falta en las propuestas llamadas a ser modernas. En ellas, como aspecto novedoso, el objetivo de la cámara se acerca a los personajes mucho más de lo habitual en el trabajo de Congost, en tanto la escenografía y el atrezzo acaban siendo obviados. Como poseído por un ademán minimalista, Congost prescinde de la parafernalia kitsch para situarnos ante escenarios más sobrios. Enfriando la puesta en escena, da cabida a una nueva galería de personajes que, a veces, resultan increíbles.

De los merengados cowboys y los aseados gimnastas de otro tiempo, pasamos a descuidados ejecutivos y portentosos músicos heavy metal. En estas fotografías todo se engalana con exceso. Se trata, sin embargo, de excesos controlados. Su estética transpop/I>, prefiere recrearse en la cultura del celofán. Por ello, a menudo, sus puestas en escena resultan desconcertantes. Tan pronto es capaz de resultar incendiario, como de caer en la simple banalidad.

Destacar de estas fotografías, con desigual fortuna interpretativa y abusivas reiteraciones, el esbozo de un nuevo personaje, cercano a la estética rockera de Guns N" Roses, que promete cualidades interpretativas. Para la interesante vídeo-proyección That"s my impression -lo mejor de la exposición, con diferencia-, sobran las palabras. La proyección lo dice todo por boca de un presentador que, a modo de "hombre del tiempo" del futuro, hace un repaso de la sofocante y tempestuosa obra de Congost.