Carlos Saura
"A estas alturas no me importa la piratería si la copia es de calidad"
23 octubre, 2009 00:00Carlos Saura durante la presentación de su nueva película, Io, Don Iovanni en el estival Internacional de Cine de Roma. Foto: EFE
Metido en el rodaje de 'Flamenco', presentando en festivales su 'Io, Don Giovanni', el cineasta recibe hoy la Espiga de Honor de la Seminci
Descuelga el teléfono Carlos Saura y contesta con desconfianza: “Dígame”. Tiene miedo el cineasta de las empresas de telefonía y confiesa que desde que ayer llegó de Roma, donde un festival de aplausos acompañó al estreno de su Io, Don Giovanni, no le habían dejado de molestar. Una vez se ha cerciorado de que el asalto no tiene que ver con una compañía de móviles, cambia el tono y despliega simpatía, ingenio y humildad. No es Saura ese director eminente, que lo es, sino un hombre que pisa suelo y que se felicita por poder hacer lo que más le gusta en el mundo: rodar películas. Y en ello anda, filmando en Sevilla la segunda parte de Flamenco, trazando proyectos nuevos y deseoso de acercarse al homenaje que le rinde la Seminci estos días con un ciclo sobre su cinematografía y la exposición Otras miradas. Carlos Saura.
P.- Homenaje en la Seminci y Espiga de Honor. ¿Está feliz?
R.- Aunque aún no he podido ver la exposición, creo que ofrecerá una visión completa de mis sensibilidades, pero la verdad es que no me gusta exhibir en público todas mis virtudes, si es que lo son, porque esto lo he dicho en tono de broma. También proyectarán toda mi cinematografía, mis 40 películas. Sí, los homenajes son siempre satisfactorios.
P.- ¿Entrará en una de las salas a ver el cine que usted hacía hace 40 años?
R.- Ni pensarlo, no me gusta ver mis películas, jamás se me ocurre hacerlo.
P.- ¿Cómo ha logrado la Seminci dar esta visión panóptica de todas sus miradas? ¿Cuál de ellas le representa más?
R.- Lo han logrado saqueando una buena parte de mi casa. Quizá lo que más me interesa es el cine, luego la música, pero también la fotografía... dibujar me gusta mucho, a veces pinto y también encuentro un placer enorme en escribir. Todas me representan, pero el cine es la mía, y también lo más apasionante que se puede hacer.
P.- ¿Como artista multidisciplinar puede hallar elementos comunes en sus obras independientemente del género?
R.- Puede, nunca me he preocupado de eso, sólo he tratado de hacer en mi vida las cosas que me han gustado. Si algo no me resultó interesante o no lo deseé, no lo hice. En ese sentido, no puedo reprocharme nada. El cine y la creación son para mí una aventura, y si no se vive así, no me interesa en absoluto.
P.- Su Io, don Giovanni, ha sido desde luego una aventura. ¿Sabe cuándo la veremos por fin en España?
R.- No puedo decirle. Se estrenó en Toronto, gracias a la deferencia del director del festival, que fue muy amable invitándonos a inaugurarlo. En Roma ha sido un estreno muy bonito en el que la gente ha aplaudido mucho, y me ha resultado sorprendente. El cine tiene ese misterio de no saber lo que va a pasar, pero cuando pasa, es maravilloso. Lo del estreno en España, eso digo yo, que cuándo la veremos. Mi amigo Andrés Vicente Gómez decidirá. Yo me mantengo al margen de esos asuntos y no me pienso preocupar. Sé que la película está vendida en un montón de países, falta Estados Unidos. Desde ahí, ya sólo me preocupa que la vea la gente. Para mí Io, Don Iovanni es pasado, inmediato pero pasado.
P.- Hay quien dice que en ese pasado reciente está el mejor Saura.
R.- Sí, y otros dicen que soy un idiota, otros que es maravillosa, otros que es lo peor que he hecho. Yo no sé, por un lado me exaltan y por otros me vapulean, así que prefiero quedarme con el término medio. Recuerdo que cuando hice La caza un crítico, no le diré quién fue, me paró por la calle y me dijo: “¿Usted es Saura, no? Menuda mierda de película ha hecho”. Procuro no hacer mucho caso.
P.- Está en Sevilla rodando la segunda parte de su celebrada Flamenco. ¿Aprecia muchas diferencias en el género desde que aquel primer acercamiento en 1995?
R.- Han pasado 15 años y ha sido una suerte volver con Juan Lebrón, el asesor Flamenco Isidro Muñoz, Vittorio Storaro... En definitiva, somos los mismos y trataremos de contar lo que ha pasado durante este tiempo, qué aportaciones hay, etcétera. Pero también mostraremos a clásicos como Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar. Hoy hemos estado rodando con Farruquito. Hay toda una generación en Andalucía con un talento enorme, y luego está Poveda. Estarán también, en el baile, Sara Baras, Eva Yerbabuena... insistiré mucho en esa cantera fantástica, aunque es imposible mostrarla al completo. Para mí la sorpresa es que cuando he visitado países como China o Japón me conoce la gente por Flamenco y por Carmen pero no por mis otras películas. Allí las piratean y todo.
P.- ¿Y eso le parece bien, mal o regular?
R.- A estas alturas ya no me importa, y menos si la copia pirata es de calidad, aunque prefiero que haya pasado un tiempo desde el estreno, la verdad. He visto películas geniales en las que se ve a los espectadores sentándose y se oye a la gente tosiendo. No sé cómo la gente puede ver películas de esa manera. Yo no podría, vamos.
P.- Con todo el revuelo que hay ¿Qué piensa una voz autorizada como la suya sobre la Ley del Cine?
R.- No tengo ni idea. Nunca me he metido en esas cosas. Todo lo que sea ayudar al cine a mí me parece bien, aunque sé que el problema no es de ahora, sino de cuando yo empecé en esto. Lo que creo es que hoy hay que estar muy atento a los cambios técnicos, al DVD, a los proyectores caseros... hay una transformación y el cine en salas no desaparecerá pero estará cada vez más limitado.
P.- ¿Qué echa de menos en el cine español? ¿Ese problema que ha mencionado y que existe desde que usted empezó a dirigir en qué cree que consiste?
R.- A mí no me parece que esté tan mal, no creo en ese catastrofismo y sé que cada año hay una serie de películas estupendas. Pero es cierto que se han hecho otras muchas películas inútiles. Hoy cualquiera puede hacer cine con una cámara digital y pocos medios...
P.- ¿Quiere eso decir que, habiendo medios, lo que echa en falta es más talento o mejores ideas? ¿Quién le parece que sí los tiene?
R.- No sería capaz de señalar a alguien por respeto a gente que quiero mucho. Además, los directores que hoy están de moda y que gustan pueden dejar de hacerlo pasados unos años porque sus películas no han resistido bien al tiempo. Cada uno tiene sus gustos, pero hoy no hay nadie como Buñuel, Fellini y Bergman, tres directores que rompieron con todo y que me siguen encantando porque utilizan la imaginación. Actualmente no hay nadie que se les acerque, aunque, quién sabe, yo conocí personalmente a Buñuel en los 60 y aquí nadie sabía quién era. Ahora en cambio es San Buñuel.
P.- ¿Y entre esos tres grandes y la masa, en qué lugar está situado Carlos Saura?
R.- En el de seguir dirigiendo y haciendo cine, sin más.