El otro lado
He pasado los últimos días promocionando de forma intensa mi primera novela, Dinámica de los cuerpos eléctricos. A lo largo de mi vida, he hecho decenas y decenas de entrevistas y siempre he tenido la convicción de que es más fácil hacer de entrevistado que de entrevistador. Y me equivocaba. Muchas veces las agentes de prensa me han hablado del "pánico" del personaje en cuestión a enfrentarse a los periodistas y creía que exageraban. Pues tenían razón. Uno suda con una cámara o una grabadora delante, y más en los tiempos de YouTube y la tendencia de Internet a primar lo idiota: uno puede dar cien entrevistas buenas y si en una la caga, será con toda seguridad ésa la que miles de personas verán para partirse de la risa. Entre la función de quienes aparecen en los medios, una de las más celebradas por el público es la de provocar vergöenza ajena. Y ese temor al fatal desliz, pone tenso.
Acaban de salir los datos definitivos de espectadores en 2009. El cine español gana 3 millones de espectadores pasando de 14,3 a 17,4. Mientras, el cine extranjero (mayoritariamente estadounidense) pierde 1,5 millones de visitas, pasando de 93,4 a 91,9. La cuota final será de un 15,6%, un número muy alejado de Francia (45%) o incluso de Alemania (ronda el 30) pero que comienza a tener cara y ojos. Sorprende que los títulos más taquilleros, Ágora, Celda 211, Spanish Movie o Fuga de cerebros sean calcos de moldes de Hollywood realizados en España. O sea, lo que Hollywood pierde por un lado, lo gana por el otro.