El CAC de Málaga

El pilar fundamental sobre el que se asienta la candidatura de Málaga como Capital Europea de la Cultura en 2016 es la participación ciudadana. Además, dos nuevos centros expositivos serán sus mejores bazas.

Málaga ha vivido un cambio crucial en la última década que la ha convertido en un referente cultural a principios del siglo XXI. Es una ciudad dinámica, viva y cosmopolita que posee una extensa gama de posibilidades para poder disfrutar del tiempo libre. Con un excelente clima todo el año y una red de infraestructuras comunicativas -que incluye una estación de AVE y uno de los aeropuertos turísticos con más tránsito de España cuya ampliación ha sido inaugurada recientemente-, se ha convertido en un enclave privilegiado donde disfrutar un ocio de calidad sustentado en una atractiva oferta patrimonial, artística, literaria, escénica y musical. Cuna natal de Pablo Picasso, su diversidad multilingüe hace de la ciudad un verdadero crisol en el que se reconoce Europa. El pintor centraliza buena parte de las iniciativas culturales de la ciudad, empezando por su casa natal en la Plaza de la Merced y terminando en el Museo Picasso, que cierra el triángulo formado por el de París y Barcelona.

Implicación ciudadana
Para llevar a cabo los objetivos planteados, la Fundación Málaga 2016 ha encargado a la consultora INGENIAqed -productora de proyectos internacionales como el pabellón del Futuro en la actual Exposición Universal de Shangai-, que defina los fundamentos de la propuesta malagueña. El crítico, comisario y gestor cultural Fernando Huici será el responsable de supervisar la redacción del documento, que deberá entregarse antes del 12 de julio. Él mismo comenta: "Estamos construyendo la candidatura de abajo a arriba; lo que más nos interesa es la opinión de los ciudadanos, que se han volcado de manera entusiasta. El proyecto debe crecer desde el tejido social (las instituciones, los colegios profesionales, las asociaciones de vecinos, los inmigrantes…) para que sea el pueblo el auténtico protagonista. Debemos entender la capitalidad como un proyecto de todos en el que luchamos unidos por un objetivo común".

Para recavar información en los distintos sectores de la cultura malacitana, se han creado nueve mesas sectoriales que estarán trabajando hasta diciembre de 2016, foros abiertos donde se reúnen periódicamente especialistas en cada una de las materias para sacar conclusiones útiles. Las mesas constituidas son Artes Plásticas; Artes Escénicas; Cine y creación audiovisual; Arquitectura, Urbanismo y Paisaje; Letras; Música Popular; Música Joven; Danza y Tendencias emergentes. La idea es mantener una conexión directa con el pulso de la ciudad, un modo continuado de conocer las necesidades de la calle y responder a las carencias que se localizan. Lo que se pretende con estos encuentros, además de mejorar las infraestructuras culturales que ya existen, es detectar los huecos que puedan encontrarse y a partir de ahí trazar líneas de crecimiento que alcancen todo el entorno metropolitano y vayan más allá del casco histórico. En un futuro próximo, la ciudad incorporará dos nuevos centros expositivos que complementarán el panorama actual, encabezado por el CAC y el mencionado Museo Picasso, y centrado de manera muy precisa en el arte contemporáneo. El Museo Thyssen, situado en Palacio de Villalón, y el Museo de Bellas Artes, que se ubica en el edificio de la Aduana. El primero tiene previsto abrir sus puertas antes de 2011, el segundo lo hará un año después.

La ciudad queda así preparada para desarrollar su apuesta cultural, que en estos momentos recae también en escenarios como el del Teatro Cervantes (auténtico templo de las artes escénicas que centraliza su anual Festival de Teatro) y el Teatro Echegaray, cuya reciente remodelación ha cubierto las necesidades de la cartelera malagueña. Y un guiño a la música con Terral, festival de verano por el que han pasado grandes nombres de los ritmos internacionales, entre ellos Van Morrison o Nick Cave.