San Sebastián, paz y convivencia desde la Concha

Skater en la escultura de Jorge Oteiza del Paseo Nuevo

A su gran oferta cultural, que pasa por el Festival de Cine o su cita anual con el jazz, San Sebastián añade a la capitalidad cultural de 2016 un proyecto que apuesta por la creación cultural de base. Lo intentará a través de iniciativas como Con=viviendo.

La cultura y la educación como forma de rebeldía cívica contra cualquier forma de exclusión, barbarie y violencia; la crisis de las lenguas y lenguajes, y los retos de la eurociudad como espacio transfronterizo. Estos temas, unidos a una apuesta por lo orgánico, lo tecnológico, la filosofía en red de internet -aplicada a la participación ciudadana y la austeridad-, serán los ejes que San Sebastián presente para su candidatura. La ciudad se postula como capital europea del año 2016 con una propuesta más centrada en los valores inmateriales y las personas que en las grandes infraestructuras (que las habrá) jugando, por supuesto, con la baza de la reconocida belleza de la ciudad y la no menos celebérrima gastronomía. Todo ello, unido a su reputación de buena gestora de eventos culturales. El Festival Internacional de Cine, el cuarto más importante del mundo, el Festival de Jazz o su Semana del Cine Fantástico y de terror son citas que todos los aficionados a la cultura de Europa llevan años apuntando en sus agendas.

Tabakalera y la Casa de la Paz
"La idea es aprovechar al máximo los recursos de los que ya disponemos", explica Santiago Eraso, director artístico de la candidatura. Así, surge un proyecto que tampoco desdeña los símbolos arquitectónicos, que cristalizarán en la ambiciosa reforma de Tabakalera o la próxima inauguración de una Casa de la Paz, pero que centra su apuesta en la participación de todos los ciudadanos, fomentando una explosión de creatividad colectiva a través de diversas instituciones, centros y asociaciones, que forman parte del rico tejido asociativo vasco. "Vamos a trabajar desde la base, con escuelas y talleres y también creando laboratorios", explica Eraso. "Por ejemplo, en el Festival de San Sebastián impulsaremos la sección de escuelas de cine. Y en música trabajaremos estrechamente con los conservatorios. Será un proceso de años que culminará con la gran fiesta, porque también lo es, de 2016". San Sebastián centra su propuesta en tres grandes puntos temáticos sobre la idea de rescatar la noción de ciudadanía en un mundo globalizado. En primer lugar, Con=viviendo tratará sobre la violencia. "Este es un buen lugar para reflexionar sobre la violencia y sobre la fractura social que ésta provoca. Haremos una decidida apuesta por la paz, no sólo aquí y no sólo contra el terrorismo". Con*versando trata sobre la crisis general de las lenguas y los lenguajes, y apuesta por abrir vías alternativas a las políticas lingüísticas oficiales y acercarse al euskera desde dentro del euskera. Finalmente, Con-fluyendo pretende que nuestro territorio y sus relaciones humanas se funda en una tercera naturaleza equilibrada, sin límites hegemónicos. A seis años para el evento, San Sebastián cuenta con un presupuesto de un millón dos cientos mil euros para elaborar la candidatura. Eraso tiene claro que la fuerza de su capitalidad no estará en la organización de macroeventos culturales tirando de chequera y de grandes estrellas, sino en el fruto de un trabajo prolongado que ha ido construyendo el proyecto desde la base implicando al mayor número de ciudadanos. "Por ejemplo -explica Eraso- sí podríamos organizar un concierto con cantantes de escuelas de toda Europa". Una inmensa exposición por la paz o iniciativas para acercar la buena gastronomía y el tradicional buen comer a todos los ciudadanos, forman también parte de la candidatura.