Rosendo
"No estoy interesado en el título de rockero de España"
29 junio, 2010 02:00Rosendo, este lunes en Madrid. Foto: EFE
Hoy sale a la venta su disco 'A veces cuesta llegar al estribillo'
PREGUNTA.- Ha titulado el disco A veces cuesta llegar al estribillo. Estribillo que usted entiende como la tranquilidad en la vida. Me llama la atención eso de "a veces". A eso se llega o no se llega, ¿no?
RESPUESTA.- Era una forma de quitarle hierro al asunto, es una frase de una canción que cuadra muy bien con la melodía y tiene sentido para lo que está hecha. Lo que intentaba era llevar eso de encontrar el estribillo al terreno personal. Me siento relajado tras 40 años en la carretera, he pasado de todo, pero merece la pena para haber llegado al estribillo, a poder vivir de lo que me gustaba sin preocupaciones. No sé si me tendré que dedicar a otra cosa todavía, pero económicamente ahora me va bien.
P.- Este disco es más intimista que otros suyos, aunque lo del Rosendo íntimo es un recorrido que ya inició hace tiempo. ¿Va camino de convertirse en cantautor?
R.- En algún momento me definía como rockautor. De alguna manera sí que lo soy, porque la protesta siempre la he tenido, como los cantautores. Digo las cosas que siento de verdad, con crudeza y como marca la puta realidad.
P.- Porque su música sigue siendo naturalmente antisistema, ¿no?
R.- Creo que sí, a uno le dan la brasa y responde. Se trata de no hacer el circuito habitual, de tirar por la cuneta y de cruzarse de acera de vez en cuando para molestar un poco.
P.- Dijo Loquillo al sacar su amplio recopilatorio que él era el rockero de España. ¿Tiene algo que objetar?
R.- Si a él le apetece y se siente con autoridad para creérselo, yo encantado. No le voy a discutir su título porque no me preocupa. Si me lo dieran me quedaría contento, pero nunca se me ocurriría ponérmelo yo.
P.- También Loquillo admitió que el límite para dejar de tocar lo marcan los Rolling ¿Está de acuerdo?
R.- No. Que sea envidiable su carrera es cierto, pero el límite te lo marcan tu cuerpo y tu conciencia. Y yo voy a hacer que me duren y además con ganas.
P.- Arremete en el disco contra la prensa del corazón. ¿Usted ha sido víctima alguna vez de este tipo de profesionales?
R.- No, qué va, pero me da vergüenza ajena verlo en televisión, personajes sin sentido a los que les hacen preguntas sin sentido, es el colmo del absurdo.
P.- Vende el disco junto a un librito muy chulo, ¿esa es la vía para burlar la piratería?
R.- Supongo que son fórmulas de las compañías para pelear. Las discográficas lo están viendo muy negro, hay un despiste general y sé que la música se acabará vendiendo sólo virtualmente. Aunque haya vuelto el vinilo, que, por cierto, a mí me han dado la alegría de sacarme una pequeña tirada del disco en este formato, esto no va a arreglar nada. Me alegra que vuelva, porque yo he sido muy coleccionista, pero no solucionará el problema y no tengo ni idea de por dónde se arreglará.
P.- Por suerte a usted le siguen yendo a ver en los conciertos. Y muchos son chavalillos de los que vienen con el emule debajo del brazo.
R.- Me encanta ver gente joven, porque mi público natural debe tener los 50 cumplidos y si sólo vinieran esos a verme me plantearía el retiro. Sé que Leño marcó una fórmula muy sana y muy natural de decir las cosas y de hacer canciones que gusta, y hay muchos grupos que han partido de ahí. Pero, bueno, eso es porque me ha tocado, nos salió así porque es lo que teníamos que vivir, pero nada más.
P.- Y de esos jóvenes, ¿Admira a alguno en lo musical?
R.- Estoy un poco perdido en la música, no me entero de casi nada, no es que no me apetezca, ya estuve en eso. Ahora los clásicos ofrecen una garantía.