Image: David Larible

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El Cultural

David Larible

"Chaplin no era actor, era payaso"

3 diciembre, 2010 01:00

El payaso David Larible. Foto: Circo Price

La pena de Vuelve al Price por Navidad es que su director, David Larible, no actúa. Y es que él está considerado como uno de los mejores en su oficio, que ha venido a ocupar el hueco que dejó Charlie River. Ya sin maquillaje, el rostro de Larible parece muy adecuado al personaje de Augusto. Su cercanía y simpatía y su don de lenguas (habla cinco o seis idiomas), hacen de la entrevista una interesante conversación sobre las claves de un oficio que ha mamado, pues pertenece a una saga italiana de artistas circenses, los Taviglia. El ha diseñado el espectáculo del Price que incluye 11 números, entre ellos el de cuerda doble elástica que protagonizan los Hermanos Álvarez, galardonados este año con el Premio Nacional de Circo.

PREGUNTA.- ¿Qué distingue a un artista de circo?
RESPUESTA.- Los artistas de circo son diferentes a los demás. Se pasan años y años ensayando el mismo número y por eso es difícil pedirles que cambien o modifiquen algo cuando participan en un espectáculo como éste. Hay que conocerlos a fondo para convencerlos de que lo hagan.

P.- También los espectáculos de circo tienen el riesgo de aplicar siempre la misma receta: una sucesión de números presentados por un maestro de ceremonias. ¿O ha cambiado con la entrada del circo en los teatros?
R.- No es cierto que el circo haya entrado ahora en los teatros, comenzó a hacerse así en el París de principios de siglo. Y sí, el circo es una sucesión de números, si no hiciéramos esto, haríamos teatro. Cuando concibo un espectáculo me pregunto para qué viene el público. Espera ver los números de payasos, caballos, trapecio... pero yo intento ofrecer algo que no sea obvio. Y así, en este espectáculo, contamos una pequeña historia, muy delicada y sin protagonismo, que debe contribuir a lucir los números. Es una historia con corazón y poesía.

P.- ¿Por qué ha elegido a César Dias como clown?
R.- Es diferente, es un artista portugués muy fresco y original. Y lo más importante, no copia de otros. El problema de mi oficio es que ser original es difícil, tener estilo es difícil. Se copian unos a otros.

P.- Usted tiene un número muy famoso, por el que ha recibido muchos elogios ¿cómo se le ocurrió?
R.- Se me ocurrió hace unos tres años. Comienzo como un empleado del teatro que se convierte en payaso y acaba nuevamente en personaje común. Transmite la idea de que cada persona puede transformarse en lo que quiere, de que puede cumplir sus sueños.

P.- ¿Y cómo definiría su estilo?
R.- Cuido mucho los detalles. El payaso es un seductor y tiene que manejar muchas disciplinas. Mi estilo se aleja del prototipo que estampa pasteles o explota cosas. Yo estoy más próximo a la comedia del arte, que fue un teatro que nació de los actores, que no tenía autores, y que se inventó una serie de personajes tipo como el Arlequín, o Pantaleone..

P.- ¿Cómo decidió ser augusto?
R.- Comencé como acróbata-bailarín, como Charlie River, y era el sustituto del circo. Cuando más disfrutaba era cuando enfermaba alguno de los payasos, así que también he hecho de carablanca. Recuerdo que mi padre, que era un hombre de gran cultura circense, me dijo que en nuestro oficio el payaso es el final de un proceso.

P.- ¿Qué es lo más difícil para un payaso?
R.- Tener claro su personaje. Tenga en cuenta que nosotros somos a la vez autor, figuinista, director... Pero ojo, el payaso no es un actor, es payaso. Chaplin no era un actor, era un payaso y siempre actuaba como tal.

P.- ¿Cómodo en Estados Unidos?
R.- Hace 15 años me entró una nostalgia tremenda por Europa y decidí abandonar. Estar bien con uno mismo es lo más importante, y mucho más si haces un trabajo como el mío.

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