La gran conversión digital
Milad Douehi
3 diciembre, 2010 01:00Foto: Benito Pajares
Para Doueihi la transición de lo analógico a lo digital es una "conversión" en el doble plano de lo tecnológico y lo cultural. En realidad, afirma en el primero de los cuatro capítulos, estamos inmersos en una transformación de carácter religioso. La cultura digital tiene sus profetas, sus sacerdotes, sus instituciones, sus creyentes y sus herejes. Creadora de su propio lenguaje, es también capaz de debilitar y perturbar las categorías y valores establecidos.
La noción de propiedad intelectual o la de vida privada estarían sufriendo una lenta y continua modificación. Al mismo tiempo, la interacción entre lo digital y lo político no hace sino producir -como hemos visto en la campaña de las elecciones catalanas- conflictos relativos a la credibilidad y legitimidad de los actores de la vida política.
Tras analizar distintos aspectos de la realidad transformados, Doueihi desbroza el camino del principiante digital. En el segundo capítulo presenta las principales herramientas al servicio de la conversión digital. Wikipedia y sus derivados encarnan la naturaleza dinámica de un saber que no es tan democrático e igualitario como en un principio cabría suponer. A lo largo de la evolución digital se habría creado una nueva clase, una aristocracia de lo digital: "tecnócratas" todopoderosos en el seno de nuestra sociedad de la información y el saber.
La complejidad de lo digital ha generado, más allá de la brecha generacional, una nueva estructura de clases sociales: los meros usuarios y aquellos capaces de crear, manipular y transformar contenidos. Los usuarios quedarían a merced de los manipuladores y creadores de la cultura digital.
Se abre el cuarto capítulo con lo que Doueihi considera el gran éxito del entorno digital. El blog reina en el entorno descentralizado de la red. La blogosfera conforma grupos y opiniones que derivan en manifestaciones políticas y sociales de enorme influencia. Entre dichas manifestaciones se desliza con frecuencia "el ciberacoso", una forma de violencia digital.
Por último, Doueihi aborda el análisis del software libre entendido como un esfuerzo ético destinado a agrandar la libertad del universo digital. El FLOSS, siglas que designan el conjunto de los softwares libres y de código abierto, es para el autor una pieza esencial en el desarrollo de las redes sociales y la emergencia de nuevas formas de interacción entre los ciudadanos y sus relaciones con la administración y el gobierno.
Se cierra este instructivo análisis de la cultura y la tecnología digitales con el temor derivado de las dificultades que conlleva el complejo archivado digital. Queda claro, en fin, que la envergadura de la información digital es enorme. Algo que de una forma u otra, antes o después, ha de introducir transformaciones radicales en nuestra forma de pensar y vivir.