Instalación a orillas del río Ebro.

Apoyada en la experiencia de Expo Zaragoza 2008, la capital maña pone su acento en un nuevo tipo de cultura, más participativa y que sea capaz de transformar el entorno urbano.

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Zaragoza se ha enfrentado con éxito al reto de repensarse y reformularse como ciudad creativa, abierta y todavía más acogedora, haciendo de la cultura y de su manera de entenderla una marca potente y de referencia en el resto de Europa.

La cultura es una industria que genera bienestar, economía y empleo, y Zaragoza ha elaborado un plan riguroso y completo apoyándose en un amplio proceso de participación en el que ha cabido toda la sociedad zaragozana. Este plan culminará en 2016 tras cinco años construyendo un modelo cultural de referencia y válido que inspire a otras ciudades de sus mismas características.

Y, como bien señala Fernando Rivarés, director de comunicación de la candidatura, "el 2016 cerrará para nosotros un ciclo que iniciamos con la Expo para hacer de la cultura un modo de desarrollo de la ciudad y generar un nuevo modelo que se apoye en la movilidad, la sostenibilidad y la participación. Esto supone que todo lo que aquí se genera ha de poder verse y exponerse en otras ciudades, ha de ser perfectamente sostenible y va a contar con una fuerte participación. Estas tres patas nos hacen muy fuertes y son el distintivo del nuevo modelo de hacer cultura que propone Zaragoza para las ciudades medias europeas". Como dato curioso y broche perfecto a esta candidatura, vale la pena señalar que en 2016 se cumplen 500 años de la muerte de Fernando el Católico, el primer príncipe europeo empeñado en reforzar la relación con Europa, además de ser el inspirador del Estado moderno.

Entre los años 2008 y 2015 Zaragoza habrá estrenado el Centro de Arte y Tecnología (CART), el Pabellón Zenit de la Feria, el Espacio Goya, CaixaForum, el Pabellón Puente, la Torre del Agua, el Nuevo Palacio de Congresos, el Museo del Fuego, el Nuevo Paraninfo, la Escuela de Artes, el Nuevo Estadio de Fútbol, el Cubit, el Nuevo Museo Pablo Gargallo, el Nuevo Ibercaja-Camón Aznar, el Teatro Fleta, el Espacio SGAE para la ópera y las riberas del Duero. "Pero -añade César Falo, director de la candidatura- nuestro valor añadido radica en que muchas de estas obras e infraestructuras ya las teníamos hechas o renovadas desde la celebración de Expo Agua, por lo que nuestro presupuesto lo estamos empleando en hacer cultura, que es lo verdaderamente importante, y no en surtir a la ciudad de equipamientos. Zaragoza quiere ejercer su vocación internacional y cuenta para ello con magníficas posibilidades para albergar una programación variada, moderna y ecléctica". Dicho presupuesto alcanza la cifra global de 89 millones de euros entre 2012 y 2016. Del total, el 71% es de procedencia pública, y 29% restante es de aportaciones privadas ya comprometidas.

La ciudad tiene además una amplia red de centros cívicos, 23 en total (uno o dos por distrito) que participan también de todo este proceso de acciones culturales que consolidan las bases de la candidatura y en las que han participado activistas culturales y sociales, artistas de diferentes disciplinas, críticos y entidades ciudadanas. Se ha trabajado a conciencia para elaborar un programa que enlaza la historia, el patrimonio, la innovación, la ruptura y la realidad multicultural con un resultado innovador y siempre contando con los elementos comunes que conforman la personalidad europea. v. molina