10: Hay un hombre en España que lo hace todo
No quería despedirme de la serie de cuestionarios veraniegos a músicos (vaya, de paso, desde aquí mi agradecimiento a todos los que han participado desde julio) sin hacer uno sobre la industria. Aunque llevo casi quince años publicando discos y tocando por la piel de toro no tengo claro que exista una verdadera industria musical, al menos para los músicos de mi ralea, al margen de las majors. Sí he constatado, claro está, la existencia de una industria musical en España, tentacular de la global, de las (¿aún?) cuatro grandes súper-empresas. Algo así como actividad industrial se aprecia en las entrañas de los grandes festivales y las oficinas de algunos sellos, agencias de booking y distribuidores indies incluso llegan a parecer eso, oficinas. Pero, igual que no atisbo a ver la silueta definida de una "escena independiente" tampoco tengo tan claro que exista una industria independiente en España, al margen de esos tentáculos. Sólo aprecio casos bastante aislados que se relacionan lo justo entre ellos. Por eso he preguntado a algunos amigos, todos ya crecidos y experimentados en las lides de lo que rodea a la creación musical, y parece que ellos sí ven algo. Me fijaré mejor en adelante. Lean, lean, que lo que dicen Fino Oyonarte, Fernando Alfaro, Pepo Márquez y José Luis García no tiene desperdicio. Pinchando en sus nombres puede acceder directamente a las respuestas de cada uno).
Fino Oyonarte
"La industria musical siempre ha estado en crisis"
Fino Oyonarte (Almería, 1964) lleva más de la mitad de su vida dedicado a la música en cuerpo y alma (y no es una forma de hablar). Desde que en 1986 se incorporara a Glutamato Ye-yé, no se le conoce parado. Conocido por haber tocado el bajo en Los Enemigos durante dieciséis años, es igualmente respetado y apreciado por su actividad como productor para Lagartija Nick, Los Deltonos, Javier Corcobado, Los Planetas, Mercromina o Jonston, entre otros. Tras formar Clovis junto a Cristina Plaza, recientemente ha comenzado un nuevo proyecto muy musical bajo el nombre de Los Eterno, que ya tiene su primera referencia "Eterno saludo musical".
1. A menudo hablamos de una industria musical española, verdaderamente ¿hay una? ¿Qué la integra?
- Desde luego que la hay, aunque parte de ella se esté yendo al garete (con motivos). Entre otras cosas, han abusado con los precios del soporte, que era su mayor fuente de ingresos. Desde que estoy en la música, el sector siempre ha estado en crisis y cuando parece claro que es más grave, aparecen mas grupos y sellos discográficos independientes; parece una contradicción pero es evidente que los intermediarios tienden a desaparecer o a reinventarse. Con las nuevas tecnologías todo el mundo puede grabar música y ofrecerla sin los intermediarios clásicos. Todos los implicados en el sector (sellos, distribuidoras, tiendas, estudios, salas, agencias de promoción y booking, managers, editoriales, medios...) y los profesionales que se nutren de o colaboran con ello, tendrán que ofrecer nuevos servicios, adaptarse a los cambios o desaparecer, como ya ha pasado.
2. ¿Te parece que hay una parte indie? ¿Dentro de esa industria?
- Por supuesto, no creo que sólo incluya a multinacionales, aunque éstas manejen el 80% de ventas. Aunque hay excepciones, en general hasta los pequeños sellos necesitan distribución para que sus discos estén en tienda. Siempre ha habido grupos que se han autoeditado... Además, esa parte indie, por decir así, esta más preparada, tiene mejores ideas, más ganas, y creo que es más libre e innovadora a la hora de embarcarse en cualquier proyecto, quizá por su componente artístico e idealista.
3. ¿Consideras que lo que rodea y potencia lo musical aquí (lo llamemos industria o cómo lo llamemos) está mejor que hace 20 años?
- Está mejor en acceso, oferta y variedad musical pero no en calidad artística, ni en personalidad. Ciertos sectores se han profesionalizado pero hazte una gira por sala y después me cuentas. Ahora veo más complicado que un músico con talento se desarrolle y pueda vivir honestamente de su música entre esa avalancha, sin tener que buscar otros ingresos. Por no hablar de grupos que pretendan vivir de ello tocando regularmente; es casi imposible. Antes había menos grupos, y menos sitios. Ahora hay más salas y festivales, pero también muchos más grupos.
4. ¿Cuál sería en tu opinión el principal problema o aspecto a mejorar?
- Habría que llegar a algún acuerdo mas equitativo con las compañías telefónicas. Las telecomunicaciones son una herramienta fundamental para la difusión y creación no solo de la cultura sino de otros campos como la educación y la ciencia. En nuestro caso deberían compartir más con los compositores, músicos, productores discográficos y servicios relacionados con el sector musical y, en general, cultural.
También hay que encontrar la manera de que las nuevas generaciones aprecien la música como una fuente de satisfacción y un bien cultural, no sólo un producto de consumo rápido. Creo que el fácil acceso de hoy a la música, ha ido en detrimento de la calidad de los formatos. No se le da valor, por ejemplo, al sonido. No suena igual un mp3 que un vinilo o un cd... ¡aunque todos sean audibles!
Y hace falta una reflexión sobre el "todo gratis" al que nos hemos acostumbrado y unas medidas satisfactorias tanto para el productor como para el consumidor. Peleando no llegamos a ningún lado. A la gente le gusta la música y muchos crean y producen música. Habrá que ponerse de acuerdo, ¿no?
5. ¿Qué importancia das a los promotores de conciertos/festivales en todo el tinglado?
- Es un sector muy importante que se ha consolidado y profesionalizado en la última década. Actualmente creo que están pagando cachés muy altos a los músicos extranjeros. Pediría mejores condiciones para los de aquí. Espero que no se conviertan en monopolio, sólo pendientes de la competencia. Todos hemos empezado con ganas y hay que seguir trabajando para consolidar una estructura en la que convivan salas de aforos pequeños, medianos y grandes, con festivales especializados de diferentes formatos, y que sirva de plataforma estable para la música en directo. Pero algo se ha avanzado, digo yo. Hace 20 o 30 años no existía nada de esto...
6. Cada vez se habla más de nuevos agentes que intermedien de otro modo, aportando valor. Profesionales especializados en diferentes campos (promo, contratación, creación visual, web…) en lugar de intermediarios que intenten sobrevivir intentando obtener margen de negocio de todas las áreas que puedan aunque no las conozcan bien, ¿qué opinas de esto?
- Claro que sí; toda esta gente con ideas nuevas y ganas de trabajar en esos campos pueden ofrecer mejor servicio y ser un buen complemento para el desarrollo de los músicos. Repartir estas funciones es necesario, pero no todo el mundo se lo puede permitir. De hecho, hay cientos de músicos y grupos que se auto gestionan; algunos porque lo prefieren así, pero la mayoría, porque no tienen más remedio. Creo que los músicos siempre hemos tomado la iniciativa en este sentido: cuando nadie apoya, invertimos para sacar adelante nuestra música.
Fernando Alfaro
"Hemos ido aprendiendo de nuestros errores y de los guiris"
Fernando Alfaro (Albacete, 1963) es uno de nuestros clásicos de CV más vivo y sus canciones han circulado por todo el espectro de eso que llamamos industria musical española. Su historia conocida se remonta a 1987 cuando monta (tras militar en bandas de punk, after punk y garaje), su primer proyecto serio de dominación mundial: Surfin' Bichos, grupo que disuelve en 1994, tras publicar cuatro álbumes y muchos epés. En 1996 crea Chucho, y graba otros cuatro álbumes (y muchos epés), hasta su disolución en 2004. En 2007 aparece su primer disco bajo su nombre propio, acompañado por los Alienistas. Recientemente, en abril de 2011, ha publicado su primer disco en solitario (?), "La vida es extraña y rara" y lo ha hecho en Marxophone.
1. A menudo hablamos de una industria musical española, verdaderamente ¿hay una? ¿Qué la integra?
- Haberla, hayla. Aunque sea en demolición, como la siderurgia o la minería en Asturies. Vienen los tiempos de la reconversión. De todas formas nuestra "industria" musical fue pionera de la deslocalización, lleva años fabricando en otros países, sobre todo desde la era del CD.
2. ¿Te parece que hay una parte indie? ¿Dentro de esa industria?
- Aquí más que de deslocalización habría que hablar de tráfico de discos y de licencias. Dicho sea sin acritud: yo tomé parte en ello. Eso en cuanto a discos internacionales. Lo de los estatales es mini-industria semi-sumergida.
3. ¿Consideras que lo que rodea y potencia lo musical aquí (lo llamemos industria o cómo lo llamemos) está mejor que hace 20 años?
- Mmm... 1991, ¿no? Bueno, ahora los conciertos en fiestas mayores se llaman festivales. Y cada vez hay menos dinero público, lo que no es necesariamente malo. En cuanto a todo lo demás: salas de conciertos, sonido, radio, prensa escrita, promotores, management, sellos, etc., estamos bastante mejor. Hemos ido lentamente aprendiendo de nuestros errores y de los guiris. Y la aparición y desarrollo de Internet ha sido crucial. Es evidente el campo de posibilidades que ha abierto. De la televisión ni hablo. En eso estamos muchísimo peor.
4. ¿Cuál sería en tu opinión el principal problema o aspecto a mejorar?
- El problema es que solo a base de palos nos damos cuenta de que el modelo (de negocio) está cambiando del todo, si no ha cambiado ya. Para poder seguir ofreciendo música grabada de calidad (todos) hemos de mejorar la faceta de música en directo: mejor sonido en las salas y festivales, mejor organización (laboral, diría incluso sindical) de los músicos, y organización en general, etc.
5. ¿Qué importancia das a los promotores de conciertos/festivales en todo el tinglado?
- Bueno, con lo anterior queda dicho todo. Puede que hoy día sean los que tienen la sartén por el mango. En otro tiempo la tuvieron las distribuidoras de discos y las editoriales (en cuanto a gestoras "subcontratadas" de los derechos de autor)...
6. Cada vez se habla más de nuevos agentes que intermedien de otro modo, aportando valor. Profesionales especializados en diferentes campos (promo, contratación, creación visual, web…) en lugar de intermediarios que intenten sobrevivir intentando obtener margen de negocio de todas las áreas que puedan aunque no las conozcan bien, ¿qué opinas de esto?
- Es lo de la reconversión de la que hablaba antes. Pasa en todos los sectores de la economía: surgen nuevas especialidades. Ha ocurrido siempre.
Pepo M. (The Secret Society - Gran Derby Records)
"Hay que educar a la sociedad para que los músicos sean considerados como otros creadores"
Pepo M. (Madrid, 1978) sabe cómo emplear las horas del día. Trabaja en Promo de la distribuidora-discográfica [PIAS] Spain y en su propio sello independiente, Gran Derby Records, fundado junto a tres de sus mejores amigos. Escribe sobre música en prensa y lidera The Secret Society, banda que ha publicado dos elepés y varios epés, y que está a punto de editar "Peores cosas pasan en el mar", en los mismos Gran Derby Records. En el pasado, formó parte del grupo de pop rápido Garzón (luego rebautizados Grande-Marlaska) y últimamente también toca con Buena Esperanza y Nine Stories.
1. A menudo hablamos de una industria musical española, verdaderamente ¿hay una? ¿Qué la integra?
- Por supuesto que hay una. En ella están integrados los grupos, los estudios de grabación, los sellos (independientes o multinacionales), las agencias de management, las fábricas de discos, el público y un montón de actores más. Sería obsceno pensar que no hay una industria musical en España.
2. ¿Te parece que hay una parte indie? ¿Dentro de esa industria?
- Claro que existe una parte independiente: hay músicos, grupos, sellos, distribuidoras, colectivos, salas y público que se sienten ajenos a la corriente mayoritaria y trabajan al margen de ella, con sus propios códigos, sus propias reglas, su propia visión y normalmente muy por debajo del radar, por eso cuesta tanto encontrarlos. El problema es que en España se consideran independientes grupos que no lo son: Los Planetas, Lory Meyers, Facto de la Fé... No tengo absolutamente nada en contra de esos grupos. Simplemente, no son grupos independientes.
3. ¿Consideras que lo que rodea y potencia lo musical aquí (lo llamemos industria o cómo lo llamemos) está mejor que hace 20 años?
- Para poder contestar algo así, tendría que haber estado presente y de forma activa en la industria musical de hace 20 años. Ahora sé que hay más grupos que nunca, menos dinero, más medios pero con menos poder y el público anda más despistado ante tanta oferta (muchas veces engañosa). Creo que la cuestión no es comparar qué es mejor sino trabajar de cara al futuro: cómo queremos que sea dentro de 20 años.
4. ¿Cuál sería en tu opinión el principal problema o aspecto a mejorar?
- Creo que hay muchos y de muy distinta índole, pero creo que el más urgente, el más profundo y el más problemático (que, además, ayudaría a solventar otra serie de problemas) es educar a la sociedad para que de una vez y para siempre considere a los músicos de pop, rock y hip hop de este país (pido disculpas por la generalización) artistas del mismo nivel que los cineastas, actores, actrices, escritores, diseñadores, escultores, pintores o dramaturgos. Es muy humillante para un músico ser culturalmente considerado de segundo nivel cuando es más que evidente que la música es un estamento cultural de primer orden en otros países y, además, puede ser una puerta magnífica para el conocimiento y el disfrute de otras artes.
5. ¿Qué importancia das a los promotores de conciertos/festivales en todo el tinglado?
- Secuestrado el soporte musical hasta que alguien lo libere, lo que ha conseguido desarrollarse con más rapidez han sido los festivales, las giras y los precios de los mismos. ¿Por qué? Porque los grupos han encontrado un nuevo valor en el directo: la gente ya no paga por sus canciones, sino por verlos. Sin embargo a mí no me convence demasiado esa realidad. Pienso que lo que queda para la posteridad son los discos, las canciones grabadas. Eso es lo que nos va a sobrevivir, y no los conciertos.
6. Cada vez se habla más de nuevos agentes que intermedien de otro modo, aportando valor. Profesionales especializados en diferentes campos (promo, contratación, creación visual, web…) en lugar de intermediarios que intenten sobrevivir intentando obtener margen de negocio de todas las áreas que puedan aunque no las conozcan bien, ¿qué opinas de esto?
- Pienso que cumplen su papel y ayudan a la descentralización (cualquier descentralización siempre es positiva) del negocio. Como en todo, seguirá habiendo profesionales buenos y profesionales malos. Pero que a nadie se le olvide: sin las canciones, sin los que las escriben, toda esta industria no tendría ningún sentido, porque no tendría absolutamente nada que ofrecer. Los que nos dedicamos de algún modo a esto deberíamos recordarlo y hacerlo recordar cada mañana.
José Luis García
"La digitalización de la música ha sido un plato difícil de digerir"
José Luis García (Bruselas, 1971) comenzó su andadura allá por 1992 en Manta Ray, uno de los grupos más importantes del gran saco del indie español. Años más tarde formó junto a Frank Rudow Viva las Vegas (restituyendo a su madre el haberle inculcado su pasión por Elvis). Ambos proyectos llegarían a su fin en 2008 pero al año siguiente, se publicaría el primer disco de Elle Belga, proyecto de canciones que comparte con Fany Álvarez y que en la actualidad ocupa toda su atención.
1. A menudo hablamos de una industria musical española, verdaderamente ¿hay una? ¿Qué la integra?
- Si, creo que existe una industria musical en España por el mismo motivo que hay una industria alimentaria o metalúrgica. La sociedad demanda un producto y el sector privado es quien se encarga de su explotación. Pero considero que la industria musical es torpe y lenta.
Desconozco realmente quién integra finalmente la industria, creo que tan solo nos permiten ver la superficie y ésta es una de las razones de su mala prensa.
2. ¿Te parece que hay una parte indie? ¿Dentro de esa industria?
- "Indie" es una abreviatura de independiente y yo no conozco ningún sello que sea capaz de subsistir al margen del control que ejercen las multinacionales. Hay que recordar que se calcula que el 85% del mercado pertenece a las "Big Four" (Sony, Warner, Universal y EMI), por este motivo en alguno de los pasos (grabación, promoción, distribución, etc.) los pequeños sellos se encuentran atrapados. Prefiero pensar más que en sellos independientes en sellos que permiten una mayor libertad de acción al músico y toman decisiones sin pensar tanto obtener los mejores resultados económicos.
3. ¿Consideras que lo que rodea y potencia lo musical aquí (lo llamemos industria o cómo lo llamemos) está mejor que hace 20 años?
- Es conveniente distinguir entre el negocio que genera los conciertos y el negocio de la venta de discos. Con respecto al primero si que considero que ha habido una mejoría en estos años, existen salas mejor acondicionadas, un mayor número de profesionales (técnicos, stage managers..., etc.). Pero con respecto al segundo, la digitalización de la música ha supuesto un plato difícil de digerir por parte de una industria lenta, más preocupada por no ver reducidos sus márgenes de beneficios que por dar soluciones.
4. ¿Cuál sería en tu opinión el principal problema o aspecto a mejorar?
- Por una parte que existen demasiados intermediarios que encarecen el producto final y que hoy en día no son necesarios. Y por otra parte, la industria discográfica toma la mayoría de sus decisiones con el objetivo de conseguir el mayor beneficio posible, cuando en ocasiones y renunciando a una pequeña parte del pastel se ofrecerían productos de mejor calidad.
5. ¿Qué importancia das a los promotores de conciertos/festivales en todo el tinglado?
- Su función tiene un componente de riesgo, por lo que no siempre sobreviven los mejores si no los que mejores contactos tienen y este hecho no es muy positivo. He llegado a ver casos en los que un promotor nacional vendía a grupos extranjeros por un caché muy superior al que pedía el grupo llegando a ganar más que el propio artista... este tipo de agentes no me merecen ningún respeto.
6. Cada vez se habla más de nuevos agentes que intermedien de otro modo, aportando valor. Profesionales especializados en diferentes campos (promo, contratación, creación visual, web…) en lugar de intermediarios que intenten sobrevivir intentando obtener margen de negocio de todas las áreas que puedan aunque no las conozcan bien, ¿qué opinas de esto?
- Siempre que estemos hablando de eliminar intermediarios que no aportan gran cosa lo considero positivo, es más, son muchos los casos en que las funciones de esas profesiones que señalas son llevadas a cabo por el propio músico, demostrando una vez más que la calidad no depende del presupuesto original, si no que factores como la honestidad, la voluntad y el sacrificio siguen siendo fundamentales. Por esta razón hay que seguir creyendo en la música...