'Frances': la voluntad frente a la indiferencia
La novela gráfica Frances propone un singular viaje por el universo de las relaciones personales. Y lo hace alejándose de los tópicos. La protagonista, un niña que ha perdido a su padre, es acogida por sus familiares que van tomando conciencia y posiciones sobre lo que significa esta irrupción. Un fenómeno de creación y destrucción que perfila a los personajes y recoloca los ánimos. Como todo cambio, una oportunidad para empezar... o terminar.
Largos silencios y miradas enigmáticas revelan la pesada influencia del pasado. La sensación gélida inicial se va diluyendo dando paso una obra que gana con las páginas, que rebusca en las angustias personales pero que también deja hueco a un romanticismo moderno y esperanzador. Los flashbacks ayudan al lector a desmenuzar las interioridades del alma, aunque en ocasiones, surjan sorpresivamente, exigiendo complicidad y concentración.
El dibujo resulta magnético. En algunos momentos, las ilustraciones parecen estampas de autor, sin texto, sencillas pero cargadas de lirismo. En otras, las viñetas parecen una comic-strip que se digiere a la velocidad del rayo, con diálogos cortantes y respondones. Frances es una lectura ambiciosa y memorable. Una pieza para aquellos que gustan de contemplar desde la barrera los revoloteos de la convivencia humana.