Image: Laura Freixas

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El Cultural

Laura Freixas

"Las mujeres no han dejado rastro histórico"

15 junio, 2013 02:00

Laura Freixas.

La autora firma este sábado ejemplares de su diario de 1991-1994, 'Una vida subterránea' , en la Feria del Libro de Madrid.

Laura Freixas (Barcelona, 1958) ha estudiado el género del diario íntimo y ha traducido los de autores como Virginia Woolf y André Gide, dos de sus favoritos. Ahora publica el suyo propio, en el tramo que abarca de 1991, cuando dejó París para instalarse en Madrid, y 1994. En Una vida subterránea (Errata Naturae), los protagonistas son la incertidumbre y la frustración. En aquella época, Freixas acababa de publicar su primer libro, El asesino en la muñeca, pero estaba estancada en el segundo, y al mismo tiempo tenía serias dudas sobre su capacidad para concebir hijos. Veinte años después, mira hacia el pasado con la tranquilidad de quien consiguió las dos cosas: ser escritora y ser madre.

Pregunta.- El diario íntimo le parece un género "fascinante". ¿Por qué?
Respuesta.- No tiene esa coherencia a posteriori, artificial, que tienen la novela, el ensayo o el cuento. No sabes cuál es el final que da sentido a todo. El diario sirve, precisamente, para buscar ese sentido.

P.- ¿Hasta qué punto uno piensa en el lector cuando escribe un diario?
R.- Eso es algo que he estudiado mucho. La conclusión es variable. Piensa en él un escritor ya reconocido que lo publica regularmente, como José Luis García Martín. Este es un tipo de diario que se parece al columnismo. En el otro extremo está quien no sabe si lo va a publicar alguna vez, como era mi caso en el momento de escribirlo. Por otra parte, cuanto menos tiempo pasa entre su escritura y su publicación, menos íntimo es el diario.

P.- Dice que ha omitido un 15% del diario para reservarse una porción de intimidad, pero no es un porcentaje elevado. ¿No le da pudor compartir su vida con otros y que algunos personajes criticados se reconozcan detrás de las iniciales o los nombres ficticios?
R.- Ha sido como jugar a la ruleta rusa. Me resultaba excitante ese atrevimiento. Es un striptease emocional con el que muestras tus fracasos y frustraciones.

P.- Ahora, con una carrera consolidada, ¿sigue teniendo frustraciones?
R.- Por supuesto. Ahora estoy segura de que todo el mundo se siente frustrado por algún motivo, lo que pasa es que lo disimula. En aquel momento mi ambición principal era ser escritora, la de ser madre se agudizó por el hecho de que no lo conseguía. Se convirtió en un símbolo de todo aquello que no puedes conseguir.

P.- ¿En qué momento siente que su diario debe compartirlo con otros, que está destinado a ser leído y que 20 años es el lapso adecuado para sacarlo a la luz?
R.- Ha sido una suma de circunstancias. 20 años me parece tiempo suficiente como para sentir que aquella es otra persona. Mis circunstancias personales han cambiado mucho: mi situación profesional y sentimental, vivo en otro barrio y mis hijos de han marchado de casa.

P.- Aparte de omitir pasajes, ¿ha hecho correcciones estilísticas?
R.- No, salvo alguna coma y cosas así.

P.- El diario arranca después de publicar su primer libro, El asesino en la muñeca. ¿Cómo define su trayectoria literaria desde entonces hasta hoy?
R.- He conseguido lo fundamental de mi ambición de ser escritora, aunque siempre hay cosas que quieres mejorar. Lo cierto es que hago un poco de trampa, presento algo que casi nadie presenta: el fracaso, la incertidumbre, pero lo hago cuando ya está superado.

P.- ¿Cuáles son sus diarios favoritos?
R.- El de Siylvia Plath, que a ver si alguien lo reedita en España, por cierto; el de André Gide, el de Virginia Woolf, y entre los españoles el de Josep Pla, Rosa Chacel, Andrés Trapiello y el de Gabriel y Galán.

P.- ¿Cree que el género tiene cada vez más implantación en España?
R.- Sí. En el siglo XIX y principios del XX, en otros países como Francia todo el mundo publicaba diarios: escritores, artistas, pintores y otros personajes. En España nadie. En ese sentido, el diario íntimo sí se ha convertido en una de las marcas de mi generación, pues somos varios los que hemos recuperado el género. Pero comparado con el volumen de novelas que se publican, el "auge" del diario parece ridículo, ya que sólo se publican una o dos docenas al año.

P.- Sostiene que los diarios de mujeres son más cotidianos y los de los hombres más artificiosos, que intentan "construirse una estatua".
R.- Lo sigo pensando, y es otro de los motivos por los que publico el diario. He investigado el diario íntimo y la vida de las mujeres está muy poco documentada, no han dejado rastro histórico. En España sólo se han publicado algunos diarios de mujeres de la cultura, como Rosa Chacel y Zenobia Camprubí. La vida de una mujer de letras no es igual que la de un hombre de letras. Nosotras por razones históricas, económicas y sociales, hemos estado más cerca de lo cotidiano, y lo incluimos en nuestros diarios. Los diarios de varones son excesivamente intelectuales.

P.- En la introducción del libro se lamenta de algunas opiniones que hoy matizaría o incluso rechazaría de plano. ¿Como cuáles?
R.- En este diario soy muy dura en mis juicios contra algunas obras literarias, y me arrepiento de ello porque hoy no comparto esa opinión, aunque las he mantenido en aras de la autenticidad. Son juicios que tienen la intolerancia y el dogmatismo de la juventud, cuando te sientes excluido del mundo literario y, por tanto, resentido.

P.- ¿Qué está escribiendo ahora?
R.- Estoy terminando una novela sobre una mujer joven que deja de trabajar para ocuparse de su hijo y seguir a su marido. Refleja la vida de tantas mujeres que pasan horas y horas en su casa y de las que sabemos muy poco.

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