Juana de Aizpuru en los encuentros de Pamplona
Recuerda aquellas jornadas como el momento que marcó su madurez como galerista
9 agosto, 2013 02:00
Cuando en 1972 decidimos participar en los Encuentros de Pamplona, que se anunciaban para aquel verano, no nos imaginamos que este evento iba a hacer historia. Hacía apenas 2 años que yo había abierto la galería y estaba dispuesta a no perderme ningún acontecimiento que se realizara en la España de aquel entonces con tal de saciar mi ansia de conocimiento y de información sobre el arte contemporáneo, y más aún si se trataba de arte internacional.
De Sevilla salimos un grupo compuesto por varios artistas, algunos escritores y yo, como única galerista, íbamos en mi coche y en el de mi padre. Nos unía a todos una entrañable amistad y compartíamos un enorme entusiasmo por relacionarnos con todo lo nuevo y Pamplona, desde que se comenzó a oír hablar sobre los Encuentros, despertó en nosotros un enorme interés.
En los Encuentros pasó de todo, desde una bomba que puso ETA, ya que estaba en contra de que se celebraran pues podían proporcionar al régimen franquista una pátina de modernidad y apertura, hasta un boicot para destruir un inflable enorme que José Miguel de la Parada había inventado para albergar parte de los eventos que se incluían en el programa general. El inflable sólo duró 2 días y medio pero, mientras duró, todo lo que en él se celebró (conciertos, charlas, performances…) revistió caracteres memorables.
Allí oí por primera vez en persona a John Cage, rodeado de un silencio sepulcral, conocí a Joseph Kosuth y a Bruce Nauman pero, sobre todo, supe de inmediato que el haber participado en aquellos encuentros me había dado una madurez que jamás pensé que pudiera adquirir a los 2 años de abrir mi galería y me había revestido de una aureola que me obligaba a realizar una labor digna de aquellos comienzos.
Juana de Aizpuru (Valladolid, 1933) es la galerista pionera del coleccionismo de arte contemporáneo en España. En 1982 fue la primera directora de ARCO durante 4 años. En el año 1997 se le otorgó la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes. Hace dos años, en 2011, fue nombrada hija predilecta de Andalucía.
De Sevilla salimos un grupo compuesto por varios artistas, algunos escritores y yo, como única galerista, íbamos en mi coche y en el de mi padre. Nos unía a todos una entrañable amistad y compartíamos un enorme entusiasmo por relacionarnos con todo lo nuevo y Pamplona, desde que se comenzó a oír hablar sobre los Encuentros, despertó en nosotros un enorme interés.
En los Encuentros pasó de todo, desde una bomba que puso ETA, ya que estaba en contra de que se celebraran pues podían proporcionar al régimen franquista una pátina de modernidad y apertura, hasta un boicot para destruir un inflable enorme que José Miguel de la Parada había inventado para albergar parte de los eventos que se incluían en el programa general. El inflable sólo duró 2 días y medio pero, mientras duró, todo lo que en él se celebró (conciertos, charlas, performances…) revistió caracteres memorables.
Allí oí por primera vez en persona a John Cage, rodeado de un silencio sepulcral, conocí a Joseph Kosuth y a Bruce Nauman pero, sobre todo, supe de inmediato que el haber participado en aquellos encuentros me había dado una madurez que jamás pensé que pudiera adquirir a los 2 años de abrir mi galería y me había revestido de una aureola que me obligaba a realizar una labor digna de aquellos comienzos.
Juana de Aizpuru (Valladolid, 1933) es la galerista pionera del coleccionismo de arte contemporáneo en España. En 1982 fue la primera directora de ARCO durante 4 años. En el año 1997 se le otorgó la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes. Hace dos años, en 2011, fue nombrada hija predilecta de Andalucía.