Paco Mir
"Con Bits, Tricicle ha llegado a la unidad mínima de gag"
29 enero, 2015 01:00Paco Mir.
Junto a sus compañeros Carles Sans y Joan Gràcia, Paco Mir vuelve a Madrid con el espectáculo Bits, coincidiendo con el 35° aniversario de Tricicle. Estarán hasta el 29 de marzo en el Teatro Compac Gran Vía.
Pregunta.- Ya presentaron Bits en Madrid en 2012. ¿Cuánto les queda de gira con este espectáculo?
Respuesta.- Estaremos en Madrid tres meses y tenemos gira aún hasta el verano de 2016.
P.- ¿Y luego?
R.- Cuando acabemos con Bits coincidirá más o menos con el 40° aniversario de la compañía. Haremos un grandes éxitos como el que ya hicimos a los 20. Ofreceremos 40 sketches para que el público elija cuáles quiere ver cada noche.
P.- ¿Se retirarán entonces como han dado a entender alguna vez para dedicarle más tiempo a sus proyectos personales?
R.- Bueno, la verdad es que tenemos ganas de hacer sin prisas otras cosas aparte de Tricicle y que ahora tenemos que hacer con prisas. Tricicle nos absorbe tanto que todo lo que dirigimos aparte lo tenemos que hacer encajar como un puzle y con sólo tres o cuatro bolos en días sueltos... Me apetece dedicarme a otros aspectos de la profesión que son tan interesantes como actuar.
P.- ¿Por qué le gusta Tricicle a todo tipo de públicos?
R.- Porque tenemos un abanico muy amplio de tipos de humor, no es solo político, ni sexual, ni tonto, ni blanco, hay para todos los gustos. En nuestros espectáculos un padre y un hijo se pueden reír de lo mismo. Ya se sabe, familia que ríe unida permanece unida. Queremos que los espectadores se conviertan en niños. Si alguien no se mete en la historia, sólo verá a tres tíos haciendo el tonto y jamás se reíra. Por otra parte, en un espectáculo metemos unos 300 gags, así que hay muchas oportunidades para reírse. Si no te gusta uno, te gustará el siguiente.
P.- ¿Cómo construyen sus gags? ¿Parten de una idea compleja y la van pelando hasta dejarla en lo básico o al revés?
R.- A menudo partimos de una idea básica a la que vamos añadiendo cosas, y otras veces tienes el concepto y de ahí vas sacando otras pequeñas ideas. Lo más difícil es encontrar el principio y el final de un gag. En el humor hay que acabar siempre muy alto. Lo que nunca hacemos es añadir cosas superfluas, si algo no es imprescindible lo quitamos.
P.- Después de tres años con Bits. ¿Aún es válido el tópico de que cada función es distinta?
R.- Sí, esa es una de las dos magias del teatro. La otra es que a veces puedes desear estar en la otra punta del mundo haciendo otra cosa, pero cuando subes al escenario hay un "clic" que te convierte en actor y dejas de ser la persona aburrida que hace diez segundos estaba entre cajas. Es la misma magia que transforma a un neurocirujano que hace un momento estaba tomándose un café y ahora está operando un cerebro.
P.- ¿Encontrarán cosas nuevas los espectadores madrileños que ya vieron Bits en 2012?
R.- Sí, hemos incorporado gags nuevos. Es la ventaja de ser actores y directores a la vez, nos permitimos improvisar. Y como somos muy exigentes, si algo no funciona dos noches seguidas, lo quitamos.
P.- ¿Parodian las nuevas formas de comunicación y relaciones sociales que potencian internet y los nuevos dispositivos?
R.- Hacemos unas parodias muy pequeñas, porque el mundo de la comunicación cambia tan rápido que el espectáculo se nos habría quedado ya obsoleto, pero sí que hacemos guiños a Twitter, Facebook y demás.
P.- ¿Han encontrado en el concepto de bit (la unidad básica de información digital), un símbolo de su propia identidad como cómicos?
R.- No sé si tanto, pero sí que inconscientemente nos hemos acercado más a la "unidad mínima de gag". Este es un espectáculo de 12 sketches diferentes que contienen muchos gags a un ritmo frenético. Cada vez somos capaces de hacer más cosas en menos tiempo.