El Cultural

El Cultural

El Cultural

La sonrisa: finalistas

Concurso de microrrelatos conducido por Juan Aparicio Belmonte

17 octubre, 2019 17:36

Hola, amigos. 

La semana que viene escribiremos sobre la vocación, que es la inclinación de una persona a un estado, a una profesión o a una carrera. Es un tema de perenne actualidad, pues la vocación de algunos es siempre la de enredar, molestar o incrementar los problemas; y la de otros, ayudar, colaborar o apaciguar los conflictos, sea en el campo que sea. Todos hemos conocido a individuos tóxicos en los más diversos ámbitos civiles, y al revés, todos hemos convivido con héroes silentes, compañeros leales y trabajadores honestos. Hay personas tendentes a afear el mundo con su actividad y las hay promotoras de su belleza. Hay vocaciones sin premio y premio para vocaciones nulas o torcidas. Quiero decir que hay tantos individuos como vocaciones, pero no todo el mundo puede desempeñar su vocación con solvencia y algunos es mejor que nunca la desempeñen. Para ejercer una vocación genuina no solo se necesita valor, sino también suerte, y esa cosa difusa llamada talento. A veces, también contactos, claro. 

En fin, que puede dar mucho juego el tema de la vocación. A partir del lunes. 

Mientras tanto, veamos quiénes han quedado finalistas en la semana dedicada a la sonrisa (más complicada como tema de lo que pensé). 

Despedida 
El enfermo reunió a todos sus acreedores y con una sonrisa irónica les informó: “Señores, me muero”.

Pérez Cibido 
Fue siempre desdichado. Su familia, viendo la actual expresión de felicidad de su rostro, solicita no despertarlo del coma.

Niño
¿Te has chivado tú a mamá, verdad?, pensó el niño al ver la sonrisa de su muñeco.

Diaba 
Tanto amaba a aquel bebé que ahora le sonreía, que solo a ratos recordaba que su padre era uno de aquellos tres tipos que la agredieron.

Tic
Hubo que repetir unas cuantas veces la foto de la ficha policial hasta que «El sonrisas» compuso una expresión acorde a las circunstancias.

Esteve 
Cuando el notario leyó el testamento, todos comprendimos la sonrisa del abuelo.

Marchena 
El presidente le pidió al ministro de Hacienda que no sonriera más.

Lembani 
Cuando le anunciaron que no había presupuesto para enviar una misión de rescate, el astronauta sonrió con amargura y abrió la escotilla.

Sega 
A la muerte del dictador una criada aseguró haberlo visto sonreír en numerosas ocasiones, siempre mientras acariciaba a su rottweiler.

Hipotético
Los trogloditas no sabían sonreír hasta el día que su jefe salió de la cueva y resbaló por el precipicio.

Angus 
Se dormía con una sonrisa tan encantadora que todas las hadas venían a beber de sus labios. De día era soberbio y despegado.

Máximo 
No era la batuta, sino la sonrisa del nuevo director lo que hacía sonar la orquesta como nunca antes.

Chiumbo 
Saludó con una tímida sonrisa a su nuevo jefe y este miró hacia otro lado, sumiéndolo en una dolorosa incertidumbre.

Abiola 
Durante el brindis de rigor y con una sonrisa postiza, evitó que sus hijos pudieran sospechar que aquel sería su último cumpleaños.

Selfieeeeee 
Para el selfie ensayó su más radiante sonrisa, pero al mismo tiempo dio un paso atrás para abarcar mejor el paisaje a su espalda…

Chausiku 
En la efigie que aparecía en las monedas del país, el dictador exhibía una sonrisa beatífica que ni él mismo identificaba como propia.

Iris 
No pudo contenerla mientras todos lloraban, la herencia que le correspondía era demasiado sustanciosa como para no sonreír.

Simba 
En cuanto el ministro anunció, con una sonrisa forzada, que nadie debía temer al desabastecimiento, la gente se lanzó a acaparar víveres.

Aplausos 
Corrió, saltó y clavó los pies en el suelo; sólo cuando oyó los aplausos se dibujó en su rostro una sonrisa.

Jengo 
El candidato aparecía en los carteles de campaña con una sonrisa de oreja a oreja que sus más allegados nunca le habían visto.

Y uno, de regalo: 

Stanbrook
Antes de que empezara, Mona Lisa le pidió a Leonardo que le disimulara el labio leporino.

Para aparecer con nombre y apellidos si ganáis el concurso, escribid a la siguiente dirección: cuenta140@elcultural.es

Un saludo cordial