Image: Nuevos museos de arte moderno

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Arte

Nuevos museos de arte moderno

Hacia una mayor descentralización

3 mayo, 2000 02:00

Fachada del edificio del Patio Herreriano, sede del Museo de Arte Contemporáneo de Valladolid

La llegada del siglo XXI parece haber despertado los deseos artísticos de los ayuntamientos y diputaciones. Las ciudades españolas se han dado cuenta de la necesidad de poseer un centro de arte contemporáneo propio. Un lugar de encuentro entre artistas y ciudadanos, entre tendencias actuales y movimientos históricos más o menos locales. Un espacio en el que el arte esté vivo. Esto es lo que se han planteado estas cuatro ciudades. Valladolid, Vigo, Vitoria y Tenerife se preparan para acoger su propia colección de arte contemporáneo.

Siguiendo el ejemplo del IVAM valenciano, el CGAC de Santiago de Compostela o el Espacio de Arte Contemporáneo de Castellón, Valladolid, Tenerife, Vigo y Vitoria preparan ya la apertura de cuatro nuevos centros de arte contemporáneo que vendrán a cubrir las deficiencias existentes en la algunas de estas ciudades españolas en cuanto a exhibición y difusión del arte, sobre todo de la segunda mitad del siglo XX.

En Valladolid, la Concejalía de Cultura recibió con los brazos abiertos la Colección Arte Contemporáneo, que llevaba un tiempo buscando sede. El Patio Herreriano del Monasterio de San Benito acogerá este impresionante conjunto de más de 800 obras del siglo XX (desde 1918), entre las que se encuentra el Legado ángel Ferrant: 34 esculturas, 406 dibujos y más de 2.000 documentos del artista madrileño (1890-1961).

A pesar de que en la firma del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de la ciudad y la Colección la fecha de inauguración es el 31 de diciembre de 2000, la realidad es que las piezas no ocuparán sus nuevas salas hasta finales de año y la inauguración podría celebrarse en primavera del año próximo. Con un presupuesto de 1.600 millones de inversión, los arquitectos Juan Carlos Arnuncio, Javier Blanco y Clara Aizpún han llevado a cabo las obras de restauración de un edificio que data de 1582; Juan Ariño se hace cargo de la arquitectura interior y del proyecto museológico (una labor que ya desarrolló en el Museo Esteban Vicente de Segovia).

Una colección de 200 piezas


En cuanto a la organización museística, María Jesús Abad, directora de la Colección Arte Contemporáneo, asegura que "de todas las piezas de la colección sólo unas 200 podrán formar parte de la muestra permanente del Museo. Lo que se pretende es que haya rotaciones de algunas obras para poder mostrar la mayor parte, así como la organización de muestras temporales en las que pueda haber también piezas propias". El objetivo de la exposición permanente será el de "mostrar al visitante un recorrido lo más sólido posible de todo el arte español de este siglo".

Es importante decir que el comité asesor de la Colección, formado desde hace 13 años por Valeriano Bozal, Simón Marchán y Antonio Bonet Correa, va a seguir con su trabajo una vez abierto el museo. "La idea es que se mantenga la política de compras y que el equipo técnico sea el que hasta ahora ha venido desarrollando esta labor. El cómo se concretará más adelante. Se comprarán, si es posible, obras de mayor envergadura", comenta la directora, cuyo nombre, además, el es el que más suena a la hora de hablar de la dirección del centro: "eso es adelantar acontecimientos", dice. Para Alberto Gutiérrez, concejal de Cultura del Ayuntamiento vallisoletano, el objetivo final del museo será "ofrecer una visión histórica del arte contemporáneo español y servir de cauce al arte nuevo".

Contemporáneo y nuevo

Arte contemporáneo y arte nuevo. Son las dos ideas que se intentan aunar en todos estos proyectos. También en Tenerife se ha pensado en estos dos conceptos. En diciembre del año pasado el Cabildo de Tenerife aprobaba el anteproyecto del Instituto óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea. "La idea primitiva, hace 10 años, era reforzar la figura de óscar Domínguez por lo que se inició la adquisición de obras suyas", cuenta la consejera de Cultura del Cabildo, Dulce Xerach. En 1995 el proyecto dio un paso más: se pensó en un órgano para gestionar el conjunto así como en comprar también obras de los contemporáneos del surrealista tinerfeño, además de adquirir pintura canaria de la segunda mitad del siglo XX. Hoy hay más de cincuenta obras propiedad del Cabildo -treinta son de óscar Domínguez-, aunque "en cuanto quede inaugurado el museo formarán también parte de la colección permanente algunas donaciones de Cristino de Vera y ocho óscar Domínguez de Caja de Canarias", asegura Xerach. La colección permanente estará dividida en tres secciones: la dedicada a Domínguez; la más amplia dedicada al arte canario de este siglo (con piezas de Juan Hidalgo, Pedro González o Juan Ismael); y una última parte ocupada por artistas que, desde 1975 han hecho aportaciones importantes al arte internacional. La edificación, que cuenta con un presupuesto inicial de 2.829 millones de pesetas para realizar un complejo de 16.200 metros cuadrados y que realizan los arquitectos suizos Herzog y De Meuron, finalizará en el 2003.

Pero el proyecto del Instituto es algo más que un centro de arte contemporáneo. Además de la Biblioteca Insular Alejandro Cioranescu, se ha pensado también en un Centro de Fotografía Isla de Tenerife, que ocupará 2.000 metros cuadrados que darán cabida a exposiciones permanentes y temporales. Este centro cuenta ya con una colección propia e independiente formada por fotografías históricas y de artistas contemporáneos.

Un programa vivo y dinámico es lo que quiere Vigo para su Museo de Arte Contemporáneo, un polémico proyecto que ha llenado primeras páginas en los medios de información locales. El proyecto, que pasa por rehabilitar para la sede del centro una antigua cárcel, "se ha planteado más como un centro de arte activo que como un museo estático", dice Carlos Príncipe, concejal de Cultura de Vigo. La financiación del futuro museo es tripartita: hay aportaciones municipales, de la Xunta de Galicia y de los fondos europeos del programa "Interreg" (el 70 por ciento de los 2.000 millones procede de la Comunidad Europea). Para definir el modelo de funcionamiento se celebrarán unas jornadas, "en ellas -comenta Príncipe- se analizarán los sistemas utilizados en centros como el MACBA de Barcelona, el IVAM valenciano, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el CGAC de Santiago de Compostela y el Museo Serralves de Oporto". De momento, los fondos artísticos con los que cuenta el futuro museo son piezas de autores gallegos de todo el siglo XX, desde Colmeiro a Darío Basso, básicamente las obras del Museo de Castrelos.

En Vitoria, el Centro de Arte Contemporáneo esta situado en el solar de la antigua estación de autobuses; las obras finalizarán el año que viene. El espacio, que se organizará alrededor de una plaza interior a modo de sala de esculturas al aire libre, albergará la actual colección de arte contemporáneo de la Diputación de álava. Una buena colección que reúne a los principales artífices del arte contemporáneo español, desde Picasso a Darío Villalba, pasando por Tàpies, Brossa, Palazuelo, Chillida, Arroyo, Canogar o Mompó, y que la Diputación ha conformado con adquisiciones constantes y siempre presentándolas públicamente. Este nuevo centro contará con 3.200 metros cuadrados para la exposición permanente y 1.000 para las temporales.

Reclamo turístico

La producción de exposiciones temporales que den movimiento y color a la vida artística (y, por qué no, turística) de estas ciudades es uno de los principales motivos del interés suscitado por estos centros en los últimos tiempos. No es de extrañar que otras ciudades españoles estén ya intentado, de alguna manera, tener su propio museo de arte contemporáneo. Es el caso de Huesca que, partiendo de la base de la colección donada por Beulas a la ciudad (la mayor parte de obra gráfica), podría tener su propio centro. En León el caso es muy distinto: la Junta de Castilla y León ha encargado la construcción de un nuevo edificio para albergar un futuro museo contemporáneo aunque todavía no hay obras de arte que llenen el espacio. También Santiago de Compostela, que ya tiene centro de arte contemporáneo, el CGAC, está desarrollado el proyecto para una "Ciudad de la Cultura", que bien podría ofrecer, entre otras cosas, un centro de fotografía contemporánea. De momento, todo son sólo buenas intenciones.