Arte

Repaso por las principales ferias internacionales de arte contemporáneo

Todo el mercado tras las huellas de Basilea

7 febrero, 2001 01:00

Casi todas las ciudades tienen su feria de arte propia, más o menos contemporánea, más o menos internacional. Cada vez más especializadas y, a la vez, queriendo llegar a un público más abierto, las ferias de arte contemporáneo proliferan por todo el mundo. Ante la proximidad de Arco, que abre sus puertas el próximo martes 13, EL CULTURAL ha querido hacer un repaso por las principales y hablar con sus directores, con galeristas y con responsables de museos, para tomar el pulso de un sector en auge y en constante renovación.

Hay ferias internacionales de arte contemporáneo para todos los gustos; las hay más vanguardistas, más conservadoras, más localistas y más internacionales, las hay que marcan tendencias y las hay que fijan los precios del mercado. París, Londres, Berlín, Frankfurt, Colonia, Basilea, Bolonia, Chicago, Miami, San Francisco, Madrid, Melbourne... son ciudades que han logrado una feria de arte contemporáneo con personalidad propia y un público fiel que va desde los 80.000 visitantes de la FIAC parisiense hasta los 16.000 que pasan por Melbourne cada dos años (la Australian Contemporary Art Fair, la feria australiana más prestigiosa, es un acontecimiento bienal).

Una feria de ferias

"El mercado es un regulador de precios y una feria es un mercado de mercados donde los precios y la comparación de los precios establecen el canon para todo el año", dice Kosme de Barañano, director del IVAM valenciano. Aunque no todas las ferias marcan este canon. Está claro que hay una feria entre las ferias, una feria que verdaderamente y para todo el mundo, marca la tendencia del arte contemporáneo: Basilea, el punto de encuentro más importante para galeristas, artistas, coleccionistas y museos. Es la feria donde se da cita todo el mercado internacional: Estados Unidos, Europa y Japón. La situación privilegiada de Suiza, en el corazón de Europa, le confiere un especial atractivo de cara al coleccionismo europeo. "En Basilea aparece todo lo museable que no está en los museos y que todavía puede encontrarse en el mercado", asegura Barañano. Y buen ejemplo de ello es la importancia que se le da en los medios de comunicación, incluidos los dedicados a la información económica, como "The Wall Street Journal".

Y es que los precios del mercado del arte se establecen también en Basilea, aunque su director, Samuel Keller, tome una postura más moderada al responder: "Los precios los marcan las galerías. Si bien es cierto que Art Basel tiene un gran impacto sobre las carreras de los artistas y los precios de las obras, existen otros factores que hay que tener en cuenta, como las exposiciones individuales, las obras en museos, la participación en bienales, las publicaciones, etc.", dice modestamente Keller.

El próximo mes de junio (del 13 al 18) tendrá lugar la edición número 32 de la feria de Basilea. 260 galerías (entre las que sólo nueve son españolas) y más de 50.000 visitantes se reunirán de nuevo en la que para muchos galeristas es "la mejor feria del mundo"; así la han definido Carmen Gamarra (galería Metta), Soledad Lorenzo y Helga de Alvear (representante de la organización de Basilea en España y Portugal). "Basilea tiene un perfil muy diferente de las demás ferias, aunque todas hacen lo imposible por parecerse a ella", asegura Miguel Fernández-Cid, director del CGAC.

Marcar los precios

"En Basilea siempre hay un stand que, si lo viésemos fuera del recinto ferial, sería una exposición de primera magnitud. Recuerdo una galería que llevó unas 50 obras de Picasso, entre importantes esculturas y cuadros de las mejores épocas. Eso es imposible en otra feria. En Art Basel se ve lo que no se ve en ningún otro sitio. Está claro además que Basilea marca los precios y las tendencias. Lo que vemos en esta feria es lo que durante el año vamos a encontrar en las galerías", concluye Fernández-Cid.

"Basilea y Arco son mis dos ferias", dice pragmática Soledad Lorenzo que es una defensora acérrima de la feria madrileña: "Basilea es la número uno con mucha diferencia, y, en segundo lugar, por qué no, Arco. Berlín es una feria mucho más nacional; Colonia era excelente pero abrieron demasiado las manos dejando entrar a demasiadas galerías y, aunque ya han puesto freno a esto, nunca ha vuelto a ser igual; FIAC, en París, tampoco pasa por su mejor momento, lo mismo que Chicago, donde el año pasado se notó un ligero descenso de la calidad y de las ventas. Es difícil conseguir una buena feria de arte contemporáneo y por eso tenemos que cuidar muchísimo Arco".

Pero también las ferias alemanas tienen sus defensores. De las tres más internacionales -Colonia, Berlín y Frankfurt-, Colonia es la que la feria con más experiencia, este año (31 octubre-4 noviembre de 2001) celebra su 34 aniversario y, con 70.000 visitantes, sigue siendo una de las que más afluencia de público tiene. Si bien es cierto que el hecho de que durante unos años se dejase participar a todas las galerías alemanas sólo por serlo ha menguado su prestigio, ahora intenta por todos los medios recuperarlo, aunque, para muchos, se ha convertido en una feria muy alemana, muy local. Y ha sido Berlín la que, mientras tanto, ha ganado fama, sobre todo en lo que respecta al arte más nuevo, así lo afirma el director de la prestigiosa revista "Flash Art", el italiano Giancarlo Politi, "Art Forum Berlin es la mejor feria europea para el arte joven y emergente". La galerista Helga de Alvear, que ha estado presente en Berlín desde su fundación, asegura que "Es una feria muy joven y el camino recorrido ha sido muy duro, pero creo que lo hemos conseguido. En la última edición se vendió muy bien. Es una feria que hay que empezar a tomar en serio". Y es que ya cuenta con 20.000 visitantes y 159 galerías de 23 países y espera superar estas cifras en su sexta edición, del 3 al 7 de octubre de este año. No muchos más fieles se acercan a Frankfurt, la tercera feria en importancia en Alemania, sólo 25.000, con 202 galerías y 13 países.

Frankfurt con los 90

Aunque la directora del evento, Marianne El Hariri, asegura que la feria de la que es responsable "es la más importante en cuanto al arte de los 90 se refiere y es esta sección, unida al arte más emergente bajo el título "New Attitudes", la que confiere a Frankfurt significado internacional. Además, muchas galerías europeas y americanas utilizan esta feria como un primer paso en el mercado europeo".

La FIAC parisiense pierde adeptos año tras año. A pesar de sus 80.000 visitantes anuales y de jactarse de ser la única en la que, desde la última edición, sus stands deben dedicarse a un sólo artista, muchos opinan que se está quedando obsoleta. "Hay muchas galerías que sólo llevan obras de los 40 y los 50. Desde luego es una feria que no tienen nada que ver conmigo", dice Helga de Alvear. Para Carmen Gamarra, que ha ido muchas veces a París y lo sigue haciendo, "La FIAC es muy conservadora, muy seria. Los franceses son unos clientes muy difíciles. París, que primero perdió su hegemonía como meca del arte, con la transvanguardia italiana y el expresionismo alemán, ha perdido también el liderazgo de las ferias de arte contemporáneo, sobre todo desde que apareció Basilea".

No es de extrañar que las galerías se lo piensen bien antes de ir a una feria: viajar a París, Basilea o Chicago puede costar entre 6 y 8 millones de pesetas (incluyendo los seguros de las obras, el stand, el viaje, la estancia en los hoteles), mientras que ir a Berlín o Miami, ferias sin duda importantes aunque no de primera, no cuesta más de 4 millones. Cifras, en cualquier caso altas para las galerías de mediano y pequeño tamaño.

Chicago y Miami

No ocurre lo mismo con las ferias americanas: tanto Chicago como Miami tienen muchos fieles entre los españoles. Lo que no es de extrañar, si tenemos en cuenta que el coleccionista americano es más rápido comprando, más dinámico y más abierto al arte emergente. Para Kosme de Barañano, la feria de Chicago sería la segunda en importancia, después de Basilea, si bien es cierto que tiene un corte más local, nás para el mercado americano. Los dueños de la galería madrileña Espacio Mínimo, Luis Valverde y José Martínez Calvo, son dos entusiastas de estos encuentros: "No hay duda de que la feria más prestigiosa es Basilea -dice Valverde- pero también hay que tener en cuenta los gastos y hay que valorar si estás pagando más por la pared que por las obras que cuelgas. Miami es mucho más barato y sobre todo la sección donde hemos participado este año, Currents (que equivale a los Cutting Edge de Arco). Por otro lado, creo nuestro programa es más americano. Hay que tener en cuenta que a las ferias americanas se va a hacer negocio, hay más oportunidad para las ventas y para la promoción de artistas jóvenes como los que nosotros representamos. Lo mismo ocurre en Berlín, donde, aunque no hay tantas ventas, sí hay un lugar importante para los artistas más noveles. Y esto es muy importante", termina Valverde.

Es cierto que la situación de la feria de Miami en Estados unidos es comparable a la de Berlín en Europa: ambas luchan por un tener papel predominante en el arte internacional, un papel que pasa por ceder más espacio al arte emergente. Y así ocurre también en Miami, donde, además del arte nuevo se quiere dar protagonismo a un arte latinoamericano de calidad, ya que son muchos los coleccionistas latinos que pasan por esta feria que ha reunido este año a 135 galerías. Ilana Vardy, la que fuera directora de Art Chicago es hoy la responsable de Art Miami, lo cual, para muchos es una garantía de éxito. "Art Miami tiene un papel muy importante en la promoción internacional del arte latinoamericano. Además, yo trato de abrir las puertas de esta feria a galerías que no tienen voz en otros países. Con el tiempo, veremos en Miami un nuevo concepto de feria. Después de 9 años organizando ferias, creo que es hora de hacer algunos cambios. Quiero que el coleccionista encuentre algo distinto en Art Miami", declara Vardy. Hay que tener en cuenta que para atraer a este tipo de profesionales, la ciudad está en un lugar privilegiado y que cumple también un papel de entrada del arte latinoamericano a Estados Unidos. Quizá por eso los organizadores de Basilea preparan, para el próximo mes de diciembre Art Basel Miami, una nueva feria que quiere ser líder en el país y acaparar el enorme potencial del mercado latinoamericano, lo cual puede ser un problema para Arco según el punto de vista de algunos galeristas.

Lucha por Latinoamérica

"Ya es un milagro que Arco exista -dice Helga de Alvear- puesto que en España carecemos de coleccionismo en condiciones, principalmente por las cargas fiscales. Y ahora, una de las buenas cualidades de Arco, que es su relación con el mercado de Latinoamérica, está en peligro. Si el coleccionista americano ve que Art Basel Miami le ofrece lo mismo que Arco, ¿para qué venir hasta aquí? Y no nos damos cuenta lo importante que es para un país tener una buena feria de arte. Por eso no hay que tomarse el asunto a la ligera y todos, desde el Gobierno hasta los coleccionistas, pasando por galerías y público, tenemos que apoyar a Arco".

Una opinión más positiva es pensar que todo país preocupado por el arte necesita su propia feria y que cada una juega un papel imprescindible en el arte de su propio territorio (tal es el caso de la feria de Londres en la que sólo participan galerías británicas), y eso ya es mucho. Si además reúne a galerías de todo el mundo y cuida la calidad de los participantes (como ocurre en Arco), es mucho más.