Image: Armani entra en el museo

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Arte

Armani entra en el museo

El guggenheim muestra desde el sábado una exposición sobre el diseñador

21 marzo, 2001 01:00

Desde el próximo sábado, Giorgio Armani será el rey del Guggenheim de Bilbao. 400 diseños del modisto italiano compartirán techo con las obras de Richard Serra, Robert Morris, Richard Long, Dan Flavin o Robert Mangol. Una extravagancia para algunos, que ven en esta muestra una gran campaña de marketing del imperio Armani, y algo natural para los que consideran que la moda es una faceta más de la cultura y el arte contemporáneos. Ambas posturas son respetables. ¿La moda en los museos? EL CULTURAL ha hecho la pregunta a gentes que saben, que saben de museos y de moda, y junto a la información de la muestra, que podremos ver en Bilbao hasta casi el otoño, recogemos el punto de vista de Juan Manuel Bonet, director del Museo Reina Sofía; del escritor Vicente Verdú, la historiadora de arte Victoria Combalía y la diseñadora Amaya Arzuaga.

En la última reunión de la Comisión delegada para Asuntos Culturales, presidida por José María Aznar, se aprobó la puesta en marcha de un Plan Global de la Moda, lo que significa un paso más en el reconocimiento de este sector como parte de la cultura contemporánea. Sólo es una casualidad, pero el anuncio coincide con la próxima inauguración de la exposición Giorgio Armani que el sábado abre sus puertas en el Guggenheim de Bilbao. Con todo, se aviva el debate sobre si la moda es arte y los diseñadores artistas con entidad suficiente para estar en un museo.

De lo que no hay duda es de que Armani es una figura internacional, un creador fuera de serie que ha logrado que sus diseños pertenezcan al club de los más cotizados. Esta exposición, comisariada por Germano Celant (conservador jefe de arte contemporáneo del Solomon R. Guggenheim) y Harold Koda (responsable del área de conservación del Costume Institute del Metropolitan de Nueva York), nos permitirá estar un poco más cerca de Armani y de sus creaciones, de vestidos exultantes que desprenden lujo y elegancia. Pero no sólo esto, la muestra organizada por el Guggenheim, que ya se pudo ver este invierno en Nueva York (octubre-enero) y que ahora llega a Bilbao (marzo-septiembre), pretende una visión retrospectiva del desarrollo de Armani en los últimos 25 años: 400 diseños de diversas temporadas presentados por grupos temáticos que detallan al espectador la contribución artística del diseñador, examinando su influencia cultural y sociológica. Según ha manifestado Thomas Krens, director de la Fundación Solomon R. Guggenheim, "esta exposición es una muestra más del continuo compromiso adquirido por el museo en pos de la investigación de la cultura en todas sus manifestaciones".

El diseño de la exposición corre a cargo del escenógrafo Robert Wilson, que ya se encargó del decorado que arropaba los trajes de Armani en la muestra neoyorquina: luces y espejos rodean las creaciones que, ordenadas por colores y géneros, están colocadas para enfatizar las líneas básicas de la carrera del modisto. Así, queda clara la influencia en sus diseños del minimalismo, el cine, el exotismo oriental. Un apartado especial merecen en la muestra los trajes que ha diseñado para que actores y directores de Hollywood lucieran en la noche de los Oscar; desde Jodie Foster a Samuel Jackson han sido embajadores de la moda Armani.

Música para un genio

La música, que acompaña al espectador durante todo el recorrido, ha sido creada por el compositor Michael Galasso. Con todo, la exposición adquiere los tintes de gran espectáculo de masas que, probablemente, supere los 870.000 visitantes que logró atraer el museo con la muestra El arte de la motocicleta, la exposición con mayor éxito de público desde su inauguración.

No hay que olvidar, de todos modos, que no es la de Armani la primera exposición que se realiza en torno a un diseñador de alta costura: ya en 1973 el Metropolitan de Nueva York (el centro más vinculado a la moda desde su Costume Institute) mostró El mundo de Balenciaga. El mismo museo celebró en 1983 la polémica Yves Saint Laurent (no faltaron voces que acusaron a la institución de promocionar la cultura de la opulencia) y más adelante las muestras dedicadas a Versace y Dior. Pero sí es la primera muestra que sobre un modisto celebra el Guggenheim y lo piensa hacer por todo lo alto. El espectáculo está asegurado.