Image: Ràfols-Casamada

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Arte

Ràfols-Casamada

El lenguaje del arte

21 marzo, 2001 01:00

Pilar, 1964

Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Plaza de los ángeles, 1. Barcelona. Hasta el 20 de mayo

Ràfols-Casamada (Barcelona, 1923), pintor, escritor y pedagogo del arte y el diseño, es un creador polifacético. Esta diversidad puede parecer extraña hoy en día, cuando las profesiones y actividades tienden a especializarse. Sin embargo, en el caso de Ràfols-Casamada responde a una idea de arte como necesidad expresiva; el arte es una manera de ver y estar con el mundo; es decir, para Ràfols-Casamada el arte y la cultura son una manera, o mejor, la manera, de vivir las cosas: la aventura de la vida. A propósito de esta exposición retrospectiva, lo que nos proponemos es aproximarnos a esta aventura, aunque el significado del arte y la poesía sean indefinibles y tan sólo resulten posibles aproximaciones fragmentarias.

Es muy difícil realizar una lectura sintética del complejo itinerario del artista. Sin embargo, en una primera aproximación existen dos grandes momentos en la trayectoria de Ràfols-Casamada. En una etapa originaria, desde sus inicios hasta mediados de los años 70, se identifica con la tradición del arte como estructura, tanto si se trata de sus primeras obras figurativas como de sus collages de los años 60 y 70. En esta tradición se sitúan Cézanne, Torres García, el Noucentisme o el Cubismo, por ejemplo. Estos artistas, como Ràfols-Casamada, buscan una forma ideal o una idea de armonía; ésta es la clave: la imagen como idealidad. No se interesan tanto por reproducir el mundo de las apariencias como por articular un sentido del orden. Y en el caso de que se interesen por la naturaleza, ésta es observada como algo que hace falta "estructurar" o corregir -desde la sensibilidad- para alcanzar esa forma ideal oculta bajo lo visible. Arte de la estructura significa ordenar o, si se quiere, transformar en reglas -composición, arquitectura, etc.- el espectáculo informe de la naturaleza. Y de ahí que se busque una idealidad o esencia, una depuración de lo anecdótico. Esta tradición de la que hablamos es la tradición clásica que representa una concepción del arte que está presente de manera subterránea en el siglo XX, independientemente de las clasificaciones de los estilos tradicionales.

El segundo momento al que aludíamos se sitúa a mediados de los años 70, cuando Ràfols-Casamada introduce unos valores que, a priori, son contradictorios con el principio de estructura: la disolución de la forma, posiblemente a consecuencia del impacto e influencia del expresionismo americano, en particular de Mark Rothko. Si el arte como estructura significaba una noción muy acusada de forma, arquitectura, geometría, leyes compositivas, etc., ahora, Ràfols-Casamada introduce un registro non finito o "no acabado". En efecto, la incorporación de nuevos valores como las veladuras, la noción de vacío, la fragmentación, entre otros muchos aspectos, tienden hacia esa pintura desmaterializada o vaporizada, tremendamente lírica y frágil que es el lenguaje maduro de Ràfols-Casamada. No es que el artista haya renunciado a aquella noción de estructura, sino que más bien ha articulado una síntesis entre estructura y estos otros valores de la "no permanencia" y la desmaterialización con todas sus connotaciones implícitas. La obra madura de Ràfols-Casamada se sigue planteando la búsqueda de una forma ideal o esencial, pero ahora como un equilibrio entre estructura y su disolución.

¿Pero cuál es el significado profundo de Ràfols-Casamada? En sus textos, el artista hace referencia a una realidad esencial; habla de emoción, sentimiento y pensamiento; apunta, por ejemplo, que la mirada del pintor ha de ver "aquello luminoso, misterioso, extraño, sorprendente, profundo, trágico, inmenso, próximo, vibrante, transparente, impalpable, indefinible...". Pero, ¡cuidado!, la fuerza expresiva del arte y la poesía deviene del lenguaje: el arte está limitado y contenido en el lenguaje; la emoción se concreta en el lenguaje, límite y condición del arte. Un ejemplo nos ayudará a explicarlo. Ràfols-Casamada realizó una decoración mural para unas oficinas del ayuntamiento de Barcelona (1982-1983). Obsérvese que Mark Rothko, con quien Ràfols-Casamada presenta cierta similitud formal, o Antoni Tàpies plantean una problemática y una actitud muy diferente. Con las obras de Rothko se construyó una capilla interconfesional y Tàpies en algún momento también ideará un espacio de recogimiento y reflexión espiritual, nada más lejos de una simple decoración mural. Y es que Rothko y Tàpies son expresiones del sagrado y del absoluto: no poseen contención; son una experiencia mística o religiosa .

¿Se imaginan a Tàpies en un trabajo de decoración como el realizado por Ràfols-Casamada? ¿Se imaginan a Tàpies como director de una escuela de diseño como ha ejercido Ràfols-Casamada? ¡Naturalmente que no! Para nosotros, ni la decoración mural, ni el diseño tienen connotaciones peyorativas, pero la posición de Tàpies y Ràfols-Casamada expresa dos nociones diferentes de arte. Para Ràfols-Casamada el misterio, la emoción del arte y la poesía están contenidos en el lenguaje, resultado de la combinación y articulación de elementos plásticos o lingöísticos.