Detalle de Arqueología del compromiso

Thomas Hirschhorn en tanto que artista y Jean-Charles Massèra en tanto que escritor, presentan Arqueología del compromiso, una suerte de puesta en escena de un yacimiento arqueológico de nuestra civilización donde afloran multitud de referencias y materiales heteróclitos. Massèra aporta una selección de textos como un material arqueológico más que el espectador podrá recoger en su recorrido.

Hirschhorn, animado por una actitud crítica, busca una suerte de concienciación. Su método, en este y otros proyectos recientes, consiste en acumular materiales de la más variada naturaleza y yuxtaponerlos. No importa su origen; el interés está en asociarlos y sugerir relaciones; éste es el objetivo de Hirschhorn. Esquemáticamente, en un trabajo anterior titulado Wall Documentation (1999) contraponía los horrores de la guerra a las "dulzuras del consumo". En esta fricción de materiales anodinos y contradictorios se buscaba provocar una chispa de sentido, o mejor, descubrir nuevos sentidos antes soterrados. Y así también opera Masséra con su selección de textos inconexos en la presente instalación.

Puede pasar sin embargo que la acumulación, la saturación y diversidad posean un efecto disolvente. ¿Qué pasa cuando se mezclan mensajes publicitarios, Marx, Bataille, Cristo, Warhol, campos de palestinos y Greenpeace, por ejemplo? ¿Acaso no se confunden las referencias en un magma y se pierde el sentido de la orientación? Hirschhorn me hace pensar en los textos del marqués de Sade en los que la repetición y la acumulación de estímulos anulan el deseo; en Hirschhorn, la saturación y la diversidad devienen en cacofonía y sinsentido. Puede, sin embargo, que la arqueología de Hirschhorn contenga un mensaje: el absurdo, el absurdo de nuestros propios compromisos políticos. Esta, por lo menos, es una de las lecturas posibles.