La moda que viste el museo
Victorio & Lucchino en el CAAC. Foto: Raúl Caro (Imagenius)
El 8 de abril se inaugura en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla una exposición que recorre 25 años de la trayectoria de Victorio & Lucchino. La muestra se une, además, a la propuesta del Ministerio de Cultura de crear un Museo de la Indumentaria. El debate está servido. A pesar de todo, los directores de museos consultados creen que mientras ese museo no sea una realidad la moda debe estar en los centros de arte contemporáneo. ¿Por qué no?
Moda o indumentaria
José Antonio Chacón, director del CAAC, se muestra de todos modos optimista con la exposición que se avecina: "Hay muchos elementos de la creación contemporánea en algunos de los diseñadores actuales. Con la exposición dedicada a Victorio y Lucchino el CAAC introduce el lenguaje de la moda; al realizar la muestra dejamos fuera el elemento industrial que caracteriza a la moda y nos centramos en el lenguaje artístico". La exposición, organizada por la Consejería de Cultura de Andalucía como homenaje a los modistos sevillanos cuando cumplen 25 años de trabajo en común, muestra la evolución de sus colecciones en forma de paseo por los diseños más espectaculares: trajes de noche, vestidos de gala o de novia ocuparán el claustrón norte del Monasterio de la Cartuja. "Para nosotros es un sueño. Aunque ya tenemos prendas en varios museos, esto supone un reconocimiento a la moda como expresión artística", dicen los diseñadores.
De hecho es un buen momento para que moda y arte se den la mano, justamente cuando en los círculos profesionales se debate la creación de un Museo de la Moda (o de la Indumentaria, en palabras de Pilar del Castillo); un proyecto que ha recibido las críticas de los antropólogos porque la colección que se expondrá en sus salas (en el antiguo MEAC madrileño) pertenece al Museo de Antropología, a la sección de los Pueblos de España, un museo en sí mismo, nunca mostrado al público, con más de 100.000 piezas que los expertos temen que se queden en los almacenes para siempre. Pero una buena parte de estos depósitos son trajes que muestran la evolución del vestir en España, desde el siglo XVIII hasta los 80.
"El día que haya un Museo de la Moda, lógicamente tendrá que acoger estas exposiciones -dice Juan Manuel Bonet, director del Reina Sofía, que prepara también una muestra dedicada a la moda española-, pero mientras, es un tema que corresponde atender a los centros y museos de arte contemporáneo". Aunque reconoce que la moda no es una prioridad para la institución que representa, Bonet asegura que "el MNCARS está abierto al diseño, a la literatura, a la arquitectura y, también, a la moda. Los compartimentos estancos en el arte ya no existen. Yo soy un defensor de las exposiciones que suponen un ‘proyecto total’, como la que ahora presentamos de Suiza constructivista, que reúne telas, sillas, cuadros...". Para Chacón "los museos de arte contemporáneo cumplen una exigencia social, un vacío existente con respecto a la moda. Por otro lado, los centros de arte deben responder siempre a la reflexión y al debate y el tema de la moda lo suscita sin duda. Aunque a la larga haya que tender hacia la creación de un museo específico que acoja las creaciones de nuestros diseñadores". Para Vidarte éste es un debate obsoleto: "Por supuesto que la moda como expresión artística es parte de la cultura contemporánea", dice.
Una petición social
Petición social o no, la cuestión es que el público reacciona de maneras muy diversas ante estas exposiciones. "Afortunadamente -continúa Vidarte- el público no es unánime y nosotros no constatamos que los visitantes estuvieran descontentos con la exposición, nuestra experiencia fue muy positiva". "Lo cierto es que creo que por parte de los visitantes son muy bien recibidas, a la gente le gusta ver que todo se puede unir. Se rompe el esquema de que un museo siempre muestra lo mismo", añade Juan Manuel Bonet.
Y volviendo a la exposición que se inaugura en Sevilla, está claro que el espíritu de la pasarela no puede estar aquí presente "pero no importa, porque desde lo estático y sereno se puede valorar también este tipo de obra", aseguran Victorio y Lucchino.