Image: Bernd y Hilla Becher: “Estamos más cerca de la fotografía del XIX que de la posmodernidad”

Image: Bernd y Hilla Becher: “Estamos más cerca de la fotografía del XIX que de la posmodernidad”

Arte

Bernd y Hilla Becher: “Estamos más cerca de la fotografía del XIX que de la posmodernidad”

PhotoEspaña 2005

2 junio, 2005 02:00

Bernd y Hilla Becher

La exposición de Bernd y Hilla Becher en la Fundación Telefónica forma parte de una importante itinerancia que la ha llevado a centros como el Pompidou parisién o la K21 de Dusseldorf. Es, sin duda, una de las más esperadas de esta edición de PHotoEspaña. Profesores en la legendaria Kunstakademie de Dusseldorf, son considerados por muchos los padres de la fotografía contemporánea y han sido y son el referente de muchos de los fotógrafos que triunfan hoy.

Ignorados por la crítica durante demasiados años, autores de una obra tan sólida como obsesiva, Bernd y Hilla Becher, los Becher, son una de las figuras más influyentes de la fotografía contemporánea alemana, no tanto por su obra como por la influencia que, a través de la Kunstakademie de Dusseldorf, han ejercido sobre gran parte de los creadores de las dos últimas décadas, heredando el cetro que anteriormente ostentara Otto Steinert a la cabeza del movimiento de la Subjektive Fotografie. Desde su residencia en Dusseldorf, Hilla Becher respondió a las preguntas de El Cultural.

-Su trabajo ¿puede entenderse como un puente entre dos momentos de nuestra cultura: el siglo XIX y la posmodernidad?
-Cuando comenzamos, no se concebía una pintura que no fuera abstracta y todo lo realista estaba considerado como algo tabú. En ese sentido, creo que nuestro trabajo está siempre más cerca de la fotografía del XIX que de la posmodernidad, un término cuyo significado desconozco. ¿Sabe usted lo que significa posmodernidad?

-Podemos ver esa relación con el XIX en la idea romántica de la ruina, el preservar lo que está al borde de la desaparición; pero también están la obsesión por el orden y la clasificación, ¿no suena algo contradictorio?
-No, en absoluto. Si tienes un interés de orden romántico es necesario dar una interpretación clara y sobria del motivo. En el fondo creo que todos tenemos motivaciones sentimentales o románticas. La clasificación, como usted dice, es un procedimiento más certero.

-Paradójicamente, los críticos sitúan su trabajo en la órbita de artistas de la vanguardia alemana como Blossfeldt o Renger-Patzsch.
-Yo creo que el trabajo de los artistas que usted menciona está muy influenciado por la fotografía del XIX. Trabajan con formatos grandes, velocidades lentas... Más tarde, durante la época dorada de la fotografía de prensa y el uso de cámaras de 35 milímetros, las cosas avanzan un poco pero realmente, pocas otras opciones se barajaban. Nuestro trabajo también mira, en cierto modo, a August Sander y a otros muchos artistas y no sólo alemanes, también a la fotografía americana.

La relación con el conceptual
-Desde los inicios en su trabajo sobre edificios industriales, se les ha vinculado más con el arte conceptual que con la llamada fotografía artística. De hecho, en 1990 recibieron el premio de Escultura en la Bienal de Venecia. ¿Comparten esa opinión?
-De entrada, el conceptual surge diez o quince años después de que empezáramos nosotros. A finales de los años cincuenta, el conceptual no existía. Sobre el premio de la Bienal de Venecia lo cierto es que nos debieron dar el premio de Escultura porque por aquel entonces no había premio de Fotografía.

-Pero ¿no cree que su relación con la estética clásica de la fotografía ha sido siempre muy lejana?
-Al principio, Otto Steinert y su Subjektive Fotografie tuvieron mucha influencia sobre nosotros. La pintura era eminentemente abstracta y la fotografía, como he dicho, tendía también a la abstracción. Creo que cuando empezamos, nuestra obra no tenía demasiado interés.

-¿Cómo y cuándo surgió la opción de trabajar en series?
-Muy pronto. A partir de la comparación de nuestras fotos, el hecho de contemplar las imágenes de diferentes tipologías, por ejemplo las torres de enfriamiento, poníamos unas y otras juntas, sobre el suelo, viendo lo que las acercaba y los que las alejaba. Nos gustaba ver el resultado, cómo funcionaban. No fue algo premeditado sino que surgió así.

En 1976, Bernd Becher aceptó la oferta para iniciar la enseñanza de la fotografía en la Kunstakademie de Dusseldorf, un centro que hasta ese momento se había dedicado fundamentalmente a la pintura. Su ingreso como profesor suponía una doble ruptura: con la visión clásica del arte y con la de la enseñanza de la fotografía, centrada hasta ese momento en sus aplicaciones industriales o informativas.

El legado de los Becher
-Todavía hoy se suele vincular la educación fotográfica con los aspectos puramente técnicos. Cuando Bernd comenzó su tarea docente ése era casi el único camino...
-Yo no lo creo así. Los alumnos que venían a la academia ya tenían conocimientos de sobra acerca la técnica. La Academia no trataba la técnica. ¿Quién no sabe hacer fotos?

-Volviendo a su legado como docentes en Dusseldorf, ¿hasta qué punto es visible su influencia en artistas como Ruff, Struth, Gursky...?
-Lo primero que debo decir es que todos tenían sus propias ideas, sabían perfectamente lo que querían. No creo que Bernd pudiera decirles gran cosa. Lo que si creo es que él les dio es su opinión crítica hacia lo que estaban haciendo. Nosotros no hemos inventado estos nombres. Creo que es exagerado decir que estos nombres nacen a partir de nuestra enseñanza.

-Pero no puede negar que los grandes fotógrafos alemanes que hoy triunfan en el mercado salieron de la Kunsakademie de Dusseldorf.
-Todo lo que puedo decir es que sí, fue un gran lugar y un gran momento pero no debemos decir que somos la escuela principal de a fotografía, ni siquiera alemana. Hay muchas escuelas donde se trabaja mucho y bien.

-¿Y el uso del color? Esa parece ser la gran diferencia entre ustedes y ellos...
-Creo que el uso del color es algo menor. Simplemente en el momento en que ellos empiezan es mucho más fácil trabajar con el color. A nosotros no nos interesó el color para los motivos que decidimos utilizar. Hoy los fotógrafos deportivos y los de moda utilizan el digital porque se adapta mejor a su trabajo.

-Su último trabajo se centra en los Grain elevators (elevadores de grano) en los Estados Unidos. ¿Qué están haciendo ahora?
-Seguimos con los Grain elevators pero no dejamos de fotografiar los motivos que nos interesan, minas de carbón, refinerías de petróleo... muchas de estas fábricas han cambiado mucho últimamente. En los últimos años hemos estado un poco parados pues hemos hecho bastantes exposiciones pero queremos volver a viajar pronto y seguir trabajando. Tenemos la intención de continuar realizando libros, no necesariamente vinculados a las Tipologías. También queremos organizar nuestro archivo para que pueda ser visto en perspectiva y las generaciones venideras puedan conocerlo. Tenemos muchísimo material.


Bernd Becher(Siegen, 1931) y Hilla Wobeser (Postdam, 1934) se conocieron en la Kunstakademie de Dusseldorf donde estudiaban pintura a finales de los cincuenta y comenzaron a colaborar en 1959. Su primera exposición se celebró en 1963 en la galería Ruth Nohl y en 1972 su trabajo se pudo ver ya en la Documenta 5 (repetirían en las ediciones 6, 7 y 11). Su labor docente en la propia Kunstakademie de Dusseldorf ha sido muy reconocida y de ella han salido grandes fotógrafos. En 1991 recibieron el León de Oro en la Bienal de Venecia y en 2002 el Erasmus.