Arte

El arte está en los libros

"Arte sobre papel", un proyecto editorial único en España

20 julio, 2006 02:00

Uno de los dibujos de Ruth Gómez

Arte sobre papel es un proyecto editorial único en España. Tres empresas (Coydis Papel, Cromotex y TF Artes gráficas) han aunado esfuerzos para dar forma a una colección muy especial: diez volúmenes de diez artistas jóvenes que han presentado unos 100 dibujos cada uno en formato libro, editados con mimo y calidad a lo largo de los cuatro últimos años. Acaban de ver la luz los números 9 y 10 de la serie, realizados por Fernando Sánchez Castillo y Ruth Gómez que culminan así un proyecto exquisito a la vez que poco accesible para el público: los libros no están a la venta. Los impulsores y sus protagonistas hacen balance y cuentan aquí la experiencia.

Rafael Doctor es quizá la cara más conocida del proyecto Arte sobre papel y es el comisario de estas diez exposiciones en formato libro. él ha elegido a los diez artistas que, con más de un centenar de dibujos cada uno, han llenado las páginas en blanco de estos diez volúmenes tan especiales. Doctor empezó a trabajar en ello hace más de cuatro año, cuando era responsable de las exposiciones de Casa de América en Madrid y lo ha seguido haciendo desde su actual puesto de director del MUSAC en León. Es la cara más conocida pero no la única. Además, naturalmente, de los artistas, están las tres empresas que han unido esfuerzos (económico y técnico) para sacar adelante el proyecto: la producción y el papel de Coydis, la fotomecánica de Cromotex y la imprenta de TF Artes gráficas. En realidad, la idea original fue del diseñador Eduardo Szmulewicz, conocido por sus ediciones de catálogos para el Museo Reina Sofía y los libros del Espacio Uno. De su relación profesional con Coydis nació este proyecto cuyo objetivo principal ha sido "presentar de una forma nueva y diferente la calidad de papeles, impresión y fotomecánica", cuenta.

"Desde el principio las empresas acogieron la idea con entusiasmo. No creo que otras empresas hayan hecho esto antes. Son facsímiles de los originales. No hay apenas diferencia entre los dibujos que ellos entregan y su edición. Hay que tener en cuenta -y ésta es seguramente la clave del éxito- que cada libro está impreso en el mismo papel en que el artista ha realizado los dibujos originales. Queríamos mostrar y demostrar lo que son capaces de hacer las artes gráficas en España", afirma Szmulewicz.

Ediciones de 1.000
Y, si bien es verdad que el proyecto surge como una original manera de publicitar el trabajo de estas tres empresas, también es cierto que la colección ha adquirido una importancia por sí misma que ninguno de sus responsables había previsto de antemano. "Creo que nos ha desbordado. Cuando empezamos, nos parecía imposible llegar a editar diez números, pero el éxito que la colección ha tenido en el circuito propiamente artístico ha hecho posible llegar hasta aquí. Ahora hay que replantearse el futuro", reconoce José Manuel González Ojido, presidente de Coydis e impulsor del proyecto.

Los datos ayudan a hacernos idea de la importancia de Arte sobre papel: de cada libro se han editado 1.000 ejemplares, de los cuales unos 150 se queda el artista y el resto quedan para consumo interno de las empresas. Pocos son los afortunados que, en el mundo del arte, pueden presumir de tener la colección entera... El artista, por lo tanto, se da por satisfecho con esos ejemplares y la oportunidad de haber realizado este trabajo de otro modo inimaginable para él. Y es que en cada edición se han invertido más de 12.000 euros (dos millones de pesetas), incluyendo aquí la presentación del libro, la promoción, el material de trabajo, la encuadernación, el papel, la fotomecánica y la imprenta. Los originales, por supuesto, siguen en manos del artista a no ser que los compren. Los dibujos de Sandra Gamarra sobre su museo imaginario son hoy parte de la colección del MUSAC.

Lejos del negocio
Y nunca han pensado en vender los libros. Precisamente Gamarra explica claramente el sentido de la colección: "Es un fin compartido, por un lado el beneficio del artista y por otro el de las empresas, y cada uno verá cómo distribuye sus ejemplares. El libro es casi una exposición impresa, por lo que mirarlo durante un rato debería ser suficiente". "No era nuestra intención hacer negocio", añade González Ojido.

El éxito de Arte sobre papel se lo debemos sobre todo a los artistas elegidos: "A la hora de pensar en qué artista seleccionar he tenido en cuenta sobre todo la relación de su obra con el papel", dice Doctor. "Fernando Manquieira es el único que no ha realizado dibujos, su libro es de fotografía. Todas ediciones son exquisitas". Y es que en los diez volúmenes todo está cuidado: el diseño es impecable, los colores perfectos, los dibujos como en el original. "Son diez joyas -continúa Doctor-, algunas de ellas muy buscadas y, hoy por hoy, muy difíciles de conseguir".

Todos los artistas han realizado una serie de más de cien dibujos específicamente pare este libro, aunque algunas como las fotografías del viaje por México de Manquieira o los mencionados de Gamarra han estado luego expuestos. Y en todos los trabajos reconocemos el imaginario habitual de los artistas: el circo de Enrique Marty (era el primer número y reconoce que el suyo fue un "campo de pruebas"); las sillas vacías del cuaderno de trabajo de Alicia Martín ("he seleccionado imágenes de mis ‘libros de ideas’ y he añadido otras nuevas"); los irónicos mensajes de las pancartas de Juan Pérez Agirregoikoa ("guardo mis libros celosamente y los ofrezco a regañadientes", confiesa); el estudio de la identidad de Marina Núñez ("he mezclado en el libro el óleo ploteado sobre papel con el ordenador para dotar a la imagen de movimiento", explica), los dos óleos gigantescos divididos en cuartillas que son las páginas del libro de Fernando Mastretta; los intimistas dibujos de Xisco Mensua ("el hecho de que no se venda confiere más valor a cada ejemplar"); bocetos y dibujos de Fernando Sáchez Castillo ("me daba un poco de miedo enfrentarme así al libro, tiene una intensidad muy diferente a otros formatos", comenta); y los "animales de compañía" de Ruth Gómez que del vídeo han pasado ahora al papel. En definitiva, diez exposiciones individuales que, gracias al libro, estarán ahí siempre.

Y sí, estaría muy bien que la colección estuviera a la venta, que cualquiera pudiera acceder a ella, que la edición fuera de 10.000 ejemplares... estaría muy bien. Pero, como dice Eduardo Szmulewicz, entonces ya no sería lo mismo.